Mientras el personal diplomático de varios países abandona la capital, Puerto Príncipe, la situación humanitaria es cada vez más desesperada, con una dramática escasez de todos los productos de primera necesidad. Reunión de la Comunidad del Caribe para debatir la actual crisis en la isla caribeña
Paola Simonetti / Vatican News
La capital haitiana, Puerto Príncipe, está ahora en manos de bandas armadas. Controlan el 80% del territorio de la ciudad con la política del terror, asediando edificios gubernamentales y comisarías de policía. Decenas de personas han muerto, miles huyen.
Población sin alimentos ni cuidados
La población civil tiene que hacer frente a la parálisis de las infraestructuras: los hospitales son saqueados, la escasez de alimentos, agua y medicamentos es dramática. Una situación fuera de control que ha llevado a la embajada de Estados Unidos a evacuar al personal no esencial y a reforzar la seguridad en la sede diplomática con un contingente de marines. Mientras, el embajador alemán y otros representantes de la UE han abandonado el país.
La embajada estadounidense evacúa a su personal en Haití
La República Dominicana cierra sus fronteras
Para agravar la situación, la vecina República Dominicana cerró sus fronteras con Haití por temor a disturbios, imponiendo fuertes restricciones a la circulación de mercancías y bloqueando las vías de escape de los civiles haitianos. A esto se añade la decisión del presidente dominicano, Luis Abinader, de declarar persona no grata al primer ministro haitiano, Ariel Henry. Ya en los últimos días, la República Dominicana no había autorizado el aterrizaje del avión privado con el que el primer ministro Henry había intentado entrar en el país caribeño. Henry, que había optado por el exilio forzoso en Puerto Rico, ha cambiado ahora de residencia escoltado por el FBI, después de que un grupo de manifestantes de la comunidad haitiana se concentrara frente a su hotel para protestar contra él.
El Salvador corre para resolver la crisis
Ante el espantoso caos en Haití, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, conocido por su controvertida política de seguridad en la lucha contra las pandillas, ha ofrecido su cooperación para resolver la situación, pero ha puesto sus propias condiciones: «Una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, el consentimiento del gobierno haitiano y la cobertura total de los gastos».
Reunión de urgencia en Jamaica
La crisis de Haití centrará hoy una reunión auspiciada por la Comunidad del Caribe en la capital jamaicana, Kingston, a la que asistirán representantes de la ONU. Estados Unidos, por su parte, ha pedido que se acelere la transición hacia un gobierno más amplio con la posible dimisión del primer ministro haitiano, Henry.
La Iglesia local también afectada
Por otra parte, se tiene noticia del secuestro de tres religiosas de la Congregación de San José de Cluny el 5 de marzo. Lo denunció el padre Renold Antoine, misionero redentorista, que pidió en voz alta «oraciones por la paz y para que cese la violencia en el país, donde los grupos criminales siembran el terror y el pánico entre la población». Ya el 24 de enero, la Iglesia haitiana había convocado una Jornada de Oración por la liberación de todos los secuestrados.