Un experto psicólogo nos da las claves para detectar las señales que indican que podemos estar ante un chantaje emocional en la relación de pareja
NURIA HERNÁNDEZ CASTELLANO / VOZPÓPULI
El chantaje emocional es una forma de manipulación psicológica donde se suelen utilizar amenazas veladas, acusaciones y culpabilización para influir y controlar el comportamiento de otra persona. Cuando estamos en una relación de pareja en la que aparece el chantaje emocional debemos tener mucho cuidado y salir de ahí cuanto antes puesto que las consecuencias psicológicas pueden ser de gran importancia si no se ataja a tiempo.
“Susan Forward, en su libro ‘Emotional Blackmail: when the people in your life use fear, obligation and guilt to manipulate you’ (1997), definió el chantaje emocional como “una dinámica de poder donde el chantajista utiliza el miedo, la obligación y la culpa para controlar a su víctima”, nos explica el psicólogo Unai Aso, portavoz de la plataforma Buencoco.
¿Chantaje emocional y manipulación es lo mismo? “Aunque están relacionados y a veces se hace referencia a los mismos repertorios de comportamiento con ambos conceptos, en realidad no son sinónimos. La manipulación es un término más amplio que engloba diversas tácticas para influir en los demás, mientras que el chantaje emocional es una forma más específica de manipulación que se centra en el uso y la inducción de emociones desagradables como herramienta de control”, nos explica el psicólogo.
¿Por qué es importante detectarlo a tiempo? “Es importante reconocer estas conductas de forma temprana para prevenir un deterioro significativo en la salud mental de la víctima. Detectarlo a tiempo permite a la persona afectada buscar apoyo y tomar medidas para salvaguardar su bienestar psicológico, y puede ser un paso crucial para romper el ciclo de manipulación y recuperar el control sobre su vida”, añade Aso.
Señales del chantaje emocional
¿Cuáles son los síntomas de que estamos con un chantajista emocional? En general, todos estos síntomas pueden llevar a problemas psicológicos, como una baja autoestima, depresión, ansiedad, etc. El psicólogo nos da las claves de algunos de los síntomas o señales que nos pueden hacer ver que estamos con un chantajista emocional:
- La sensación de culpa constante, incluso por cuestiones que no están bajo el control de la persona manipulada.
- Miedo a la desaprobación, en el sentido de que la persona manipulada experimenta un temor persistente a contrariar o desilusionar al chantajista.
- Pérdida de autonomía, esto es, cuando la víctima siente que sus decisiones y deseos están subordinados a los del chantajista.
- Cambios en el estado de ánimo o fluctuaciones como sentirse triste, ansioso o deprimido;
- Aislamiento social y sensación de estar atrapado (en los casos más graves, se puede llegar a un estado de indefensión aprendida en el que la persona aprende a creer que no tiene control sobre su situación y termina resignándose y actuando pasivamente.
Tipos de chantaje emocional
El experto nos explica que “según Forward y Frazier, el chantaje emocional se presenta en varias formas y estilos, cada uno con su propia dinámica. Entre ellos se encuentran los «castigadores», que amenazan explícitamente con consecuencias si no se cumplen sus deseos; los «autocastigadores», que amenazan con hacerse daño a sí mismos; los «sufridores», que culpabilizan y hacen sentir a los demás responsables de su miseria; y los «seductores», que ofrecen recompensas a cambio de cumplir con sus demandas”.
Además, añade que “estos estilos pueden superponerse y varían en su grado de sutileza y explicitud. Según estas autoras, tanto el manipulador como la víctima juegan un papel en estas dinámicas. El manipulador utiliza defensas psicológicas y mecanismos de afrontamiento disfuncionales, mientras que la víctima a menudo reacciona de manera que «permite» o refuerza este comportamiento”.
Consecuencias del chantajista emocional
Estar en una relación con una persona que se comporta como un chantajista emocional puede tener consecuencias en forma de problemas psicológicos. “Por ejemplo, ansiedad y depresión, originadas por la constante manipulación y la sensación de falta de control. Esto también puede acompañarse de una disminución significativa de la autoestima, como resultado de la crítica y la manipulación constantes, y problemas de confianza, que pueden afectar no solo a la relación actual, sino también en futuras interacciones sociales”, nos explica el experto de Buencoco.
Además, “la víctima puede experimentar aislamiento social, ya que el chantajista a menudo busca cortar sus vínculos de apoyo, aumentando así su dependencia y soledad”. ¿Es lo mismo este chantaje en la pareja o en un amigo o familiar? Aunque el mecanismo que subyace al chantaje emocional es similar en diferentes tipos de relaciones, “las dinámicas específicas y el impacto pueden variar en función del contexto, la naturaleza de la relación, etc”.
En las relaciones de pareja, “este tipo de manipulación puede ser particularmente perjudicial debido a la intimidad y dependencia emocional que puede haber. Por otro lado, en las amistades, el chantaje emocional podría involucrar amenazas de terminar la relación o revelar algún secreto; mientras que en el ámbito familiar, normalmente este tipo de manipulación se caracteriza por el uso de la culpa y la obligación, explotando los lazos y las responsabilidades familiares. Y respecto a la intensidad y el impacto del chantaje emocional, estos pueden variar en función de la naturaleza de la relación, la duración y la cercanía emocional entre las partes”, explica.
Consejos para alejarse
Para cambiar la dinámica de una relación donde existe chantaje emocional es esencial modificar la manera en que respondemos. “El primer paso es no reaccionar inmediatamente a las demandas, dándonos tiempo para pensar y evaluar la situación con calma. Después, se trata de desvincularse emocionalmente del control y observar la situación de manera objetiva. Esto implica recopilar información para formular una respuesta que no sea ni habilitadora ni confrontativa, evitando caer en reacciones emocionales o en el juego de culpabilización”, recomienda el psicólogo.
El siguiente paso trata de “centrarse en la comunicación no defensiva. Evitar defenderse o explicarse bajo presión y usar frases que desactiven la situación sin alimentarla. Este enfoque también incluye considerar al controlador como un aliado potencial, involucrándolo en la resolución de problemas, y emplear la negociación cuando ambas partes necesiten hacer cambios. Usar el humor de manera efectiva también puede ayudar a que la otra persona tome conciencia de cómo se está comportando”.
Por último, “es importante estar preparados para la resistencia y las respuestas más agresivas del controlador, manteniendo la perseverancia y la confianza en que la situación mejorará. En este último paso hay que tratar de evaluar periódicamente el progreso obtenido, manteniendo un registro de eventos y resultados para aprender y ajustar la estrategia a medida que avanza”, aconseja. Ahora bien, si todo lo anterior no funciona y el chantaje emocional nos está generando un sufrimiento intolerable, lo más recomendable es acudir a un psicólogo competente.
Fuente: https://www.vozpopuli.com/bienestar/salud-mental/chantaje-emocional.html#google_vignette