Cuatro prelados se reunieron con líderes delincuenciales para pedirles paz, pero cada uno impuso requisitos para repartirse el territorio y no hubo acuerdos
ROLANDO AGUILAR / Chilpancingo / EXCELSIOR
Los cuatro obispos de Guerrero se reunieron por separado con líderes de grupos delictivos con el fin de lograr la paz en el estado, sin embargo, no hubo acuerdos.
José de Jesús González Hernández, obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, señaló que los encuentros fracasaron porque para las organizaciones criminales son más importantes el dinero, el territorio ganado y el poder.
En conferencia de prensa, después de la misa del Miércoles de Ceniza, el prelado detalló que las reuniones se realizaron por separado y en distintos momentos. “La idea era buscar una tregua”, dijo, pero cada cabecilla impuso sus condiciones y no lograron repartirse el territorio
Aseguró que a él le tocó reunirse con los jefes criminales que dominan las regiones guerrerenses de la Sierra y de Tierra Caliente.
Los acercamientos se llevaron a cabo tras un encuentro con el papa Francisco, en el Vaticano, en junio del año pasado.
Aunque dijo que la violencia no ha alcanzado de momento a los sacerdotes, sí ha afectado a la comunidad eclesiástica. “Nos han matado a padres de los acólitos, encargados de adoración, mayordomos y catequistas”, indicó.
Lanzó un llamado a las autoridades a que “no se corrompan y que no simulen, que sean verdaderos, que hagan su trabajo, pues no es posible que haya patrullaje del Ejército y los criminales lleguen, cometan sus delitos y después se retiren sin que nadie los moleste”, lamentó el obispo.
Falla estrategia de paz con líderes del crimen
Los obispos de la entidad se reunieron por separado con jefes de la delincuencia, quienes pusieron condiciones para frenar la violencia.
Los cuatro obispos de Guerrero se reunieron con los líderes de los grupos de la delincuencia que operan en la entidad, con el fin de lograr la paz en ese estado, pero no hubo resultados, pues “para ellos, lo más importante es el dinero, el territorio y el poder”, informó el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández.
En conferencia de prensa, después de la misa del miércoles de ceniza, el obispo dijo que las reuniones fueron por separado, en distintos momentos, y “la idea era buscar una tregua”, pero ésta no fue posible, pues cada uno de ellos impuso sus condiciones y no hubo acuerdo en el reparto del territorio. Entonces, no lo sueltan, les ha costado vidas, les ha costado trabajos, les ha costado dizque ganárselos”, aseguró.
El obispo González Hernández señaló que él sostuvo un encuentro con los líderes de la Sierra y Tierra Caliente.
Además, hizo un llamado a las autoridades a que “no se corrompan y que no simulen, que sean verdaderos, que hagan su trabajo, pues no es posible que haya patrullaje del Ejército y los criminales lleguen, cometan sus delitos y después se retiren sin que nadie los moleste”.
“Nosotros creemos que el gobierno tiene la solución (…) ellos (las autoridades) tienen poder, tienen los recursos, tienen los medios, ellos pudieran mediar, pero parece que los han abandonado, o nos han abandonado”, afirmó.
Aseveró que la violencia afecta a todos, hasta a los integrantes de la Iglesia. “Han matado a padres de los acólitos, encargados de adoración nocturna, mayordomos, catequistas, afortunadamente no nos han matado sacerdotes”.
El acercamiento se llevó a cabo tras la reunión con el papa Francisco, en el Vaticano, en junio del año pasado.
Los cuatro obispos “estamos muy motivados para poder nosotros alzar la voz”, comentó
En la ola de violencia que enfrenta Guerrero, municipios como Taxco de Alarcón y Chilpancingo han sufrido asesinatos, principalmente de conductores de transporte público.
De acuerdo con International Crisis Group, en el estado operan unas 40 células criminales que se disputan el cobro de piso.