¿Alguna vez has imaginado el dolor que causa un feminicidio? La obra de Ximena Alarcón intenta dar un acercamiento a lo que pudiera ser el dolor físico de un crímen por razones de género.
MELISSA GALVÁN / LA-LISTA
Te quitas los zapatos y caminas sobre senderos de grava blanca que se vuelven angostos y por donde cada vez es más difícil andar. Sientes las piedras clavarse en las plantas de tus pies, duele, pero continúas, casi como una penitencia. Los senderos están rodeados de grava teñida de rojo que representa, en palabras de la artista visual Ximena Alarcón, a todas las mujeres víctimas de feminicidio.
“Es un espacio de toma de conciencia, de reflexión. Caminar descalzos sobre la grava da una dimensión de sentir físicamente el dolor y tomar conciencia, porque es insostenible que todos los días nos maten, nos violen, nos acosen. No podemos hacer como si no pasara nada”, expresa a La-Lista la artista mexicana.
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Alarcón presenta su más reciente obra Continuum Feminicida en el marco de la Semana del Arte 2024. La pieza –que se expone en Casa Mérida, en la colonia Roma Norte de la Ciudad de México, y que estará abierta al público hasta el domingo 11 de febrero– consta de seis paneles de dibujo en lápiz, con distintos matices entre rosados y rojos, colocados al final de los senderos de grava.
La obra surgió tras el feminicidio de Debanhi Escobar. La joven que fue localizada sin vida en abril de 2022, días después de su desaparición en General Escobedo, Nuevo León, y cuya muerte fue clasificada por las autoridades como un accidente en un inicio.
Todo lo que rodeó el feminicidio de Debanhi –desde su desaparición hasta la versión oficial– causó profunda indignación en la sociedad mexicana. Ximena Alarcón canalizó ese malestar como mejor sabe hacerlo: a través del arte.
“Empecé a trabajar sobre un dibujo que tiene formas de pétalos, de gotas. La figura central parece una flor; el centro es Debanhi Escobar, y luego se empiezan a desarrollar como gotas, y cada gota, cada pétalo, representa el cuerpo de una mujer asesinada”, detalla.
A medida que Alarcón dibujaba los pétalos –en una técnica que le tomó ocho meses y que ella describe como un “proceso tortuoso”– se percató que la flor se iba haciendo cada vez más grande, y eso le ayudó a dimensionar el problema de los feminicidios y la violencia de género a nivel mundial.
Así que decidió extender su obra, incluyendo formas en las que se representa el “paso del tiempo” y manchas de color, que son “la sangre de estos crímenes, algo que nunca podrás limpiar totalmente sin importar la evolución del tiempo, y que persiste desde el pasado más reciente hasta el presente”, cuenta.
Para manifestar la indiferencia que existe ante los feminicidios y la violencia de género, Ximena Alarcón dispuso grava teñida de rojo –en la misma tonalidad que usó en su dibujo– y grava blanca, que son los senderos por donde el espectador puede caminar.
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“Se tiene que caminar por los senderos blancos, y es algo que se tiene que respetar, porque si el espectador decide ir por la grava roja estará pasando por encima de los cuerpos de las mujeres asesinadas. Los senderos son muy tortuosos, como lo es el andar de la vida de las mujeres. Se vuelve complicado circular por ellos, porque las mujeres vivimos con el miedo constante de que nos agredan, nos acosen o nos maten”, expresa Alarcón.
La intención de Continuum Feminicida, agrega la artista, es que cuando las personas caminen por los senderos se den cuenta que es urgente frenar los feminicidios en México, donde, según estimaciones de la ONU, 10 mujeres son asesinadas al día. Pero también es indispensable mirar al pasado para no repetir crímenes, como los asesinatos y desapariciones de mujeres en Ciudad Juárez, Chihuahua, en la década de 1990.
El continuum de los feminicidios
En diccionarios, la palabra continuum se define como un fenómeno, situación o proceso continuo, con un hilo conductor, que, muchas veces, se vuelve “adaptativo” en una sociedad.
En el tema del feminicidio, la historiadora francesa Christelle Taraud –que sirvió de inspiración para Ximena Alarcón– da la siguiente descripción del “continuum feminicida” en la investigación Feminicides: une histoire Mondiale (Feminicidios: una historia mundial):
“En cualquier momento de la historia, donde quiera que se haya producido, ha habido violencia específicamente dirigida a las mujeres (…) esta realidad ha sido relativizada, negada o simplemente asesinada durante demasiado tiempo: el silencio constituye una segunda muerte”.
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Para Ximena Alarcón, este concepto representa claramente el continuo de los instrumentos de opresión hacia las mujeres a lo largo de la historia, que tienen como finalidad, lamenta, aniquilar su existencia de alguna manera.
“La aniquilación máxima es el feminicidio, y los feminicidios tienen su pasado y su presente, probablemente su futuro, unidos en una realidad tortuosa que se llama patriarcado, así que me pareció que este era el título que correspondía a mi obra, a lo que yo estoy tratando de expresar”, comenta.
Alarcón busca que Continuum Feminicida tenga un mayor interés en el público masculino, por ello, les invita a quitarse los zapatos, caminar por los senderos de grava y cuestionarse sus propias masculinidades y el sistema patriarcal, que son la principal fuente de violencia hacia las mujeres.
Ximena Alarcón define su obra como un “acto de rebeldía constante”. Confiesa que ella misma, como mujer artista, ha sufrido ese “continuo” que imponen las normas sociales.
“Yo, igual que una gran mayoría de las mujeres en el mundo, he sufrido de varias situaciones de acoso y de agresiones. El continuum feminicida es todos esos instrumentos que nos oprimen, y yo los viví, ahí está el grano personal de mi vida en esta obra, puedo decir que es un trabajo biográfico, y sé que otras mujeres también lo sentirán así”, enfatiza.
La artista resalta que, para que los feminicidios dejen de ser un tema central de obras y artículos, “tienen que dejar de suceder”. No te pierdas:Los 20 años de Zona Maco, una edición más allá de la celebración
“En la realidad actual suena muy utópico, pero tendríamos que ser consideradas seres humanos iguales a los hombres, no ser agredidas ni culpabilizadas si algo nos pasa. Yo no voy a dejar de hablar de estos temas porque tristemente es algo que seguirá sucediendo, es un continuum, y la gente está dispuesta a ser cómplice de estos crímenes”, concluye.