El PAN y PRI se aliaron en Puebla para enfrentar a Morena, en una elección en la que se decidirán la gubernatura, 217 municipios y 41 diputaciones locales.
REDACCIÓN ANIMAL POLÍTICO
Puebla ha tenido ocho gobernadores en los últimos ocho años, y ha vivido una trágica historia que ha llevado a los poblanos tres veces a las urnas de 2016 a la fecha; han muerto dos de sus gobernantes en funciones y la entidad ha sido rehén de una fuerte disputa entre las fuerzas políticas.
Con esos antecedentes, en este 2024 más de 4 millones 908 mil poblanas y poblanos están convocados a las urnas. Nuevamente se votará para renovar la gubernatura, las 217 presidencias municipales y las 41 diputaciones del Congreso local.
¿Quién son los precandidatos a gobernador en Puebla?
De un lado, se han aglutinado Morena, el Partido Verde, el Partido del Trabajo y los partidos locales Nueva Alianza y Fuerza por México, para postular al senador morenista Alejandro Armenta, bajo la coalición Sigamos Haciendo Historia.
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Del otro lado, PAN, PRI, PRD y el Partido Social de Integración (PSI) han conformado la alianza Mejor Rumbo para Puebla, encabezada por el alcalde panista de la capital, Eduardo Rivera, un militante de abolengo en el blanquiazul que no había podido ser candidato a la gubernatura por la negativa del ex gobernador Rafael Moreno Valle.
Como tercero en discordia aparece Fernando Morales Martínez, un polémico personaje que comenzó su carrera política en el PRI y que fue cercano al panista Rafael Moreno Valle y colaborador del ex gobernador Antonio Gali. Es hijo del ex gobernador priista Melquiades Morales y, desde 2017, presidente estatal de Movimiento Ciudadano, que lo ha designado candidato.
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Nadia núñez @naddnuk y Andrea Paredes @driu.paredes
Puebla: una historia política accidentada
En los años 90, Puebla fue escenario de una fuerte rivalidad entre el PRI y el PAN, y de luchas de resistencia contra el fraude electoral, como la de Huejotzingo en 1996.
El estado fue un bastión priista gobernado por personajes como Manuel Bartlett (1993-1999), Melquiades Morales (1999-2005) y el “Góber precioso” Mario Marín (2005-2011).
En 2010, luego de la escandalosa gestión de Marín, un ex priista fue electo gobernador apoyado por la maestra Elba Esther Gordillo, lideresa del sindicato de maestros, y por el PAN: Rafael Moreno Valle, que desde 2006 había renunciado al tricolor para convertirse en senador panista y para respaldar la campaña presidencial de Felipe Calderón.
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De Moreno Valle a Barbosa
Moreno Valle fue el último gobernador de seis años que tuvo el estado y, durante todo su periodo, proyectó su imagen para convertirse en precandidato presidencial del PAN para las elecciones de 2012. Su administración se caracterizó por la construcción de obras públicas vistosas, un gasto enorme en publicidad oficial, casos graves de violación a los derechos humanos y espionaje, y la promulgación de la llamada Ley Bala. Sin embargo, gozó de popularidad hasta el final de su gestión y convirtió al PAN en la primera fuerza política del estado.
Una reforma política promovida en su administración generó una mini gubernatura de dos años, que fue electa en 2016, y en la que resultó ganador Antonio Gali, uno de sus principales colaboradores.
En Puebla se sabía que esa mini gubernatura era, en realidad, un periodo de transición para alargar el dominio de Moreno Valle hasta por 14 años, pues la candidata que impulsó el PAN -y el gobierno estatal- para las elecciones de 2018 era Martha Érika Alonso, esposa del propio Moreno Valle.
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Los comicios de 2018 confrontaron al PAN (Martha Érika Alonso) y Morena (Miguel Barbosa) en una cerrada competencia que se resolvió por menos de 4 por ciento en favor de la panista. Puebla fue el único proceso local de ese año en el que se denunció fraude, se reportaron hechos de violencia en casilla el día de la jornada electoral, robo de urnas y alteración de los paquetes electorales cuando ya estaban en custodia de las autoridades.
Aunque la prensa documentó la intervención del gobierno de Moreno Valle para hacer ganar a su esposa, la impugnación de Morena fue desechada por el Tribunal Electoral, y Martha Érika Alonso tomó posesión como gobernadora el 14 de diciembre de 2018.
Diez días después, en plena Navidad, la gobernadora falleció al desplomarse el helicóptero en el que viajaba junto con su esposo.
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Dos gobernadores interinos ocuparon el cargo en los meses siguientes, mientras el INE organizaba una elección extraordinaria para reponer la gubernatura constitucional: el panista Jesús Rodríguez y el priista Guillermo Pacheco.
El 2 de junio de 2019, Barbosa fue electo gobernador con una ventaja de más de 10 por ciento sobre el panista Enrique Cárdenas. Pero el morenista murió por enfermedad en diciembre de 2022.
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Ana Lucía Hill Mayoral asumió como encargada de despacho hasta que, el 15 de diciembre de 2022, el Congreso de Puebla nombró como interino al actual mandatario, Sergio Salomón Céspedes.
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Aunque Puebla es una de las 23 entidades gobernadas por la llamada “cuarta transformación”, no es propiamente un bastión en el que Morena haya generado cuadros políticos propios.
Sus dos principales dirigentes locales y aspirantes a la gubernatura, Alejandro Armenta e Ignacio Mier, se formaron en el PRI. Armenta será candidato a la gubernatura y Mier al Senado, pero la confrontación entre ellos mantiene dividido al partido guinda.
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Eso abre una oportunidad a la coalición opositora, en la que el PAN impuso la candidatura del alcalde Eduardo Rivera sobre los cuadros del PRI que aspiraban al cargo. El panista parte en segundo lugar en las encuestas levantadas localmente, pero la campaña formal inicia hasta el 31 de marzo.
Actualmente, de los 217 municipios Morena gobierna sólo 42, mientras que el PRI gobierna 49 y el PAN 29. Otros diez partidos, entre los que se cuentan seis con registro local, se reparten el resto de los ayuntamientos.
En el Congreso local, Morena es mayoría con 17 curules, más seis de sus aliados PVEM y PT. Y la oposición tiene 18 diputaciones: 9 el PAN, 7 el PRI, 1 MC y 1 el PSI.
Fuente: https://www.animalpolitico.com/elecciones-2024/estados/puebla/gubernaturas-fallidas-historia