Hacer un buen café va de detalles cruciales: desde la molienda perfecta hasta el tiempo y cantidad para obtener sabores y aromas que culminan en algo que deleitará tus sentidos
M. NIETO / ACyV
En el fascinante mundo de los apasionados por el café espresso, la búsqueda de la taza perfecta se convierte en una obsesión diaria. En este viaje sensorial, cada detalle, desde la elección del grano hasta el meticuloso método de preparación, cobra importancia. Y, es por esto que, uno de los talleres más demandados por los adictos a este brebaje son los que ayudan a mejorar la estracción del café.
Sí, más allá de cómo preparar pan, también podemos aprender a cómo hacer café, bien. Y es que, aunque no lo parezca, es todo un mundo. Ella comparte su receta infalible, realizad que transformará tu ritual matutino en una experiencia única.
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Ingredientes perfectamente medidos
Para prepara una receta bien, Ivette Vera, experta en la preparación del café en Nomad Coffe, nos explica que comienza con una elección precisa de ingredientes: 18 gramos de café molido (aproximadamente), 36 gramos de líquido en la taza (una vez que el agua caliente haya pasado por la pastilla de café molida) y un tiempo de extracción de 27 segundos.
Pero no solo la magia radica solo en las cantidades, sino en la elección del tipo de molienda. Fina, gruesa o media, cada una orquesta la velocidad de caída del café, definiendo su sabor y cuerpo.
Entre 27 y 30 segundos, la magia sucede: sabores dulces y afrutados
El tiempo, director de la sinfonía del sabor
Según Ivette, el tiempo de extracción es el director de la sinfonía del sabor. Menos de 18 segundos y el café revela notas saladas; más de 30 segundos, emergen sabores amargos y quemados. Entre 27 y 30 segundos, la magia sucede: sabores dulces y afrutados se entrelazan para una experiencia sublime.
Un ritual diario, perfeccionado
Cada elemento de la receta contribuye a una danza armoniosa de sabores y aromas en tu taza que puede marcar la diferencia de tomar un buen café, a tomar una bebida para salir del paso. Además de esto, en los cursos de café puedes llegar a entender que hasta la temperatura de la leche importa, para apreciar un perfecto ‘Latte Macchiato’, como bien repite George Cloony en sus anuncios.
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¿Y para conseguirlo necesito algo especial? Pues nada más lejos que paciencia y mucho mimo a la hora de la prueba error. Conseguir el tiempo, la cantidad, la molienda y el sabor perfecto a la primera es imposible, pero una vez que lo tienes, sería simplemente replicar la jugada día tras día.
Convertir la rutina matutina en un ritual de deleite está al alcance de todos. No solo se trata de la mezcla exacta de ingredientes, sino también del respeto por el tiempo y la intensidad. Sigue la receta, ajusta los detalles según tu gusto, y descubre cómo una taza de café puede convertirse en el mejor compañero de tus mañanas. Eleva tu experiencia cafetera a un nivel superior y saborea la perfección en cada sorbo.