Han atacado a una decena de buques y tienen otro secuestrado desde noviembre. Están apoyados por Irán y lo hacen como apoyo a los terroristas de Hamás
J. ARIAS BORQUE / LIBERTAD DIGITAL
La situación en el Mar Rojo está en plena ebullición. En los últimos meses un grupo armado está atacando a algunos de los buques mercantes que transitan por este mar en su camino entre Asia y Europa. Incluso, han llegado a secuestrar un barco a mediados de noviembre y mantienen a su tripulación retenida en Yemen. Una situación que está inquietando a los países occidentales, árabes y asiáticos.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha cuantificado en las últimas horas esta actividad armada. Desde octubre, se han atacado 10 buques mercantes que involucran (entre bandera del barco, nacionalidad del armador y nacionalidad de los tripulantes) a 35 países diferentes. Se han empleado para ello un centenar de aviones no tripulados con explosivos y pequeños misiles balísticos.
El ataque más llamativo tuvo lugar el 19 de noviembre, cuando un helicóptero con hombres armados secuestró el Galaxy Leader, con bandera de Panamá, operado por la naviera japonesa Nippon Yusen (NKY Line) y propiedad de una empresa británica que tiene entre sus accionistas de referencia al magnate israelí Abraham ‘Rami’ Unger. El secuestro fue reivindicado por los portavoces oficiales de los hutíes de Yemen, que difundieron varios vídeos del asalto al buque.
Lejos de esconderlo, los hutíes lo trasladaron al puerto yemení de Al Salif, situado en el propio Mar Rojo, y han organizando jornadas de puertas abiertas para que la población local pueda visitar el barco secuestrado. Un líder local hutí informó a EFE el pasado 6 de diciembre que más de 2.000 personas habían subido ya a ver la embarcación. En el barco se ha incluido una pancarta gigante de apoyo a Hamás y otra pidiendo la muerte de todos los judíos.
La cuestión entonces es, ¿quiénes son estos rebeldes hutíes que están poniendo en jaque la navegación en el Mar Rojo? ¿Qué poder tienen? ¿Cómo es posible que tengan capacidad para poner en peligro un área marina por la que pasa el 12 por ciento del tránsito comercial marítimo y que es fundamental para las exportaciones de China o Japón a Europa o para el transporte de petróleo y gas desde la Península Arábiga a Europa?
¿Quiénes son los rebeldes hutíes?
El movimiento político y armado Ansalorá o Ansar Allah (Partidarios de Dios en árabe) nació a finales de los años noventa del siglo XX como reacción a la implantación en Yemen de un islam suní salafista que llegaba por influencia de la vecina Arabia Saudí. Querían que la población adepta al islam chií –que seguía en la gran mayoría de los casos los dogmas de los ayatolás de Irán– pudiera seguir conservando sus ritos, al tiempo que exigían más autonomía para la Gobernación de Sadá, donde los chiíes zaidís de Yemen son mayoría entre la población.
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Liderados por Hussein Badr al Din al-Huti, iniciaron sus protestas más potentes en las calles yemeníes en el año 2000, siendo reprimidas con dureza por el Gobierno. En 2004 se levantaron en armas, siendo en parte masacrados por el Ejecutivo yemení y siendo apresado y ejecutado su líder. Desde ese momento, tomó el mando del movimiento su actual líder, Abdul Malik al-Huti, hermano del fallecido.
Los rebeldes hutíes volvieron a levantarse en armas contra el Gobierno de Yemen en otras cinco ocasiones hasta que se firmó la paz en el año 2010. Pero el país no vivió en paz, pues a la tensiones provocadas por los hutíes se unían las diferencias entre las diferentes facciones del Gobierno –enfrentados por temas de corrupción– y la incesante expansión de una facción local de Al Qaeda.
La situación estalló en 2014, con una guerra civil entre los partidarios del presidente de Yemen (apoyado por Arabia Saudí), el vicepresidente de Yemen (apoyado por buena parte del Ejército y gran parte de la población), una situación que fue aprovechada por los hutíes para ganar terreno y llegar a situarse a las puertas de Saná, la capital. De hecho, se han hecho, por ejemplo, con el control del puerto de Hodeidah, el más importante de Yemen.
Pese a que Irán ha negado en muchas ocasiones que esté apoyando a los hutíes en la guerra civil que hay en Yemen desde hace casi una década, la realidad es que toda la comunidad occidental apunta a ellos como el suministrador del armamento. De hecho, los hutíes emplean drones de fabricación iraní, misiles desarrollados en Irán y han sido apresados varios buques que iban con armamento desde Irán a puertos controlados por los hutíes en Yemen.
¿Por qué los hutíes atacan barcos en el Mar Rojo?
Los portavoces hutíes no han tenido reparos en explicar en las últimas semanas por qué están atacando a algunos buques mercantes que utilizan el Mar Rojo en sus recorridos entre Europa y diferentes puntos de Asia. Para ellos, que mantienen excelentes relaciones con otros grupos terroristas como Hamás o Hezbolá, es su pequeño granito de arena en el espectro estratégico de apoyo a Hamás ante la respuesta de Israel al macro-atentado del 7 de octubre.
Así lo demuestran las pancartas colocadas en el buque secuestrado Galaxy Leader, en el que también han quitado la bandera de Panamá y la han sustituido por las de Yemen y Palestina. O las palabras de Muhammad Abdel Salam, portavoz de Ansarolá, este mismo martes: «Las operaciones navales tienen como objetivo apoyar al pueblo palestino para hacer frente a la agresión y el asedio a Gaza, y no son una demostración de fuerza ni un desafío para nadie. Quien quiera ampliar el conflicto debe asumir las consecuencias de sus acciones».
Sus palabras llevaban también una advertencia incluida a Occidente. «La coalición formada por Estados Unidos es proteger a Israel y militarizar el mar sin ninguna justificación, y no impedirá que Yemen continúe con sus operaciones legítimas en apoyo de Gaza», añadió el portavoz de Ansarolá. El mensaje va destinado a la misión internacional que el Gobierno de Washington quiere montar para dar seguridad en el Mar Rojo y de la que España ya ha dicho que solo participará bajo el paraguas de la OTAN o la UE.