#PorSoleares | La clase política de los poblanos de Puebla por fin convive en torno al gobernador Salomón Céspedes, con Barbosa hubiera sido imposible
Por Jesús Manuel Hernández
Los informes de gobierno en Puebla siempre han estado relacionados con una especie de mensajes ocultos, sólo para iniciados se diría en el pasado, las lecturas sobre los asistentes, los invitados especiales, el representante presidencial, etcétera, le daban un sabor muy especial a la crónica del pasado.
Por desgracia hoy se ha dejado de hacer crónica de ese tipo, los tiempos cambian, las plumas también, el foco está en otros asuntos.
Prácticamente nadie ha criticado o señalado fallas en el año de gobierno que lleva Sergio Salomón Céspedes Peregrina, tanto que en plan de broma algunos opinadores se atreven a preguntar ¿por qué no se reelige por seis años más?
Incluso Rodrigo Abdala declaró: “El gobernador Sergio Salomón se merece un sexenio mínimo porque ha tenido un súper rendimiento y lástima que le quede solo un año”.
El quinto informe de gobierno, sería el caso ahora, servía antes para proyectar al sucesor, se balconeaba a los aspirantes y se medía su presencia y aceptación entre los poblanos, máxime cuando el elegido venía del “centro”, es decir, de la capital del país.
Ahora se trató más bien de un asunto donde la clase política de los poblanos de Puebla, mostró un papel muy especial, quizá, el que se hubiera deseado desde hace varios años.
Cuando Alfredo Toxqui llegó a gobernar, el estado había vivido momentos de violencia política e ideológica, eso le llevó al doctor Toxqui a emplear una frase que le abrió todas las puertas de la sociedad poblana “Cancelemos odios y rencores” decía don Alfredo.
Y aún con esa convocatoria, algunos polvos recibieron agua y se formaron lodos, como el caso aquel del “paro empresarial” en la ciudad por un asunto derivado del secuestro de unidades de transporte foráneo por estudiantes de la UAP, y quizá el otro incidente haya sido la huelga de la Universidad de las Américas, la mayoría de los protagonistas ya fallecieron.
Los gobernadores de este siglo han ido de un lado a otro en eso de los odios y los rencores. Melquíades Morales intentó seguir los pasos de Toxqui y quiso darle a cada grupo de poder su espacio, tan así fue que logró contener a Rafael Moreno Valle y dejar pasar a Mario Marín, quien no sólo lo decepcionó a él, a su hermano Jesús y a Manuel Bartlett, sino a toda la clase política conformada hasta ese momento.
La incapacidad de Marín para ejercer el poder fue automáticamente llenada por el primer círculo de donde salieron múltiples problemas y fortunas, por supuesto.
El gobierno de Moreno Valle tuvo un sello, una mezcla de autoritarismo y visión de futuro, opacado por el fraude electoral organizado para dejar a su esposa, quien quizá, hubiera corregido el rumbo.
Tony Gali fue un gobernador de esos que también recibieron comentarios similares a los escuchados para Céspedes Peregrina, le hizo falta tener un sexenio completo.
De Barbosa no hace falta abundar mucho, el odio, los rencores y el resentimiento se mezclaron en un estilo que dejó muchas heridas entre todas las capas de la sociedad, de ahí que la diferencia en el proceder de Céspedes se vea inmensa.
No todos los informes han sido históricos, algunos han pasado a ser verdaderamente aburridos y uno que otro anecdótico, como aquel de Mariano Piña Olaya, el primero, cuando el diputado de Acción Nacional, Óscar Vera Arenas, interrumpió al gobernador ante una deslucida inexperiencia de Carlos Grajales Salas y la violación al recinto declarado oficial, por el Particular, guarura, del entonces gobernador, quien hizo sentarse en su curul a Vera Arenas.
El informe de Sergio Salomón Céspedes tuvo un registro que se convierte en histórico. En la misma fila, juntos, Melquiades Morales Flores, Guillermo Pacheco Pulido y Tony Gali, saludados todos por el gobernador en turno y acompañados por Alejandro Armenta Mier.
Una fotografía así, de la clase política poblana hacía años que no se veía, y por supuesto con Barbosa hubiera sido imposible.
O por lo menos, así me lo parece.