En lo que va de septiembre se han producido tormentas mortales, mientras los científicos sobre el clima advierten de que «ningún lugar es inmune».
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Apenas hemos entrado en el otoño y el mundo ya se tambalea por los efectos de numerosas inundaciones catastróficas que, según los científicos, están siendo sobrealimentadas por el cambio climático.
Según el director de un centro médico de la ciudad de Al-Bayda, unas 20.000 personas podrían haber perecido en las inundaciones que asolaron Libia el sábado. Las inundaciones en este país, agravadas también por la fragilidad de las infraestructuras, se produjeron tras la llegada de la tormenta mediterránea Daniel.
Este temporal llamado «medicane» ya había causado muertes y devastación en Europa a su paso por Grecia, Turquía y Bulgaria la semana pasada.
«Aunque todavía no se ha atribuido formalmente el papel del cambio climático en la intensificación de la tormenta Daniel, se puede afirmar con seguridad que las temperaturas de la superficie del mar Mediterráneo han sido considerablemente superiores a la media durante todo el verano», declaró al diario británico The Guardian Karsten Haustein, experto en clima de la Universidad de Leipzig.
Las tormentas extraen más energía de los mares cálidos, mientras que una atmósfera más caliente retiene más vapor de agua que puede caer en forma de lluvia, provocando diluvios más extremos.
Desde principios de septiembre, países de todo el mundo, desde Brasil hasta China, se enfrentan a feroces inundaciones provocadas por el clima.
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¿Dónde ha causado la tormenta Daniel inundaciones mortales?
Quince personas perdieron la vida cuando la tormenta Daniel tocó tierra en Grecia la semana pasada. Días de lluvias catastróficas que comenzaron el 4 de septiembre reventaron presas, arrasaron carreteras y lanzaron coches hacia el mar.
Algunas regiones centrales recibieron el doble de la precipitación media anual de Atenas en tan sólo 12 horas.
La llanura de Tesalia, que concentra una cuarta parte de la producción agrícola del país, se había convertido en un gigantesco lago el 8 de septiembre.
Turquía y Bulgaria también se vieron azotadas por las lluvias de la tormenta Daniel. En la provincia turca de Kirklareli, al menos cinco personas murieron tras una riada que arrasó su campamento.
Otras dos personas murieron en Estambul, donde las tormentas del 5 de septiembre inundaron cientos de viviendas y centros de trabajo. Se produjeron escenas de pesadilla de multitudes atrapadas en la Biblioteca Nacional de Başakşehir.
A lo largo de la costa del Mar Negro, en la provincia búlgara de Burgas, los habitantes se vieron obligados a evacuar sus casas debido a la crecida de las aguas, que alcanzó una altura suficiente para sumergir los coches. Se sabe que al menos cuatro personas murieron en el país.
Tras atravesar la cuenca mediterránea, la tormenta Daniel azotó la costa septentrional de Libia el 9 de septiembre.
Provocó inundaciones sin precedentes, reventando los diques que protegían la ciudad portuaria de Derna.
Esto desató que el agua arrasara barrios residenciales en ambas orillas del río Wadi Derna.
La ciudad de Bengasi también sufrió inundaciones catastróficas. Hasta el martes por la tarde, el balance de víctimas en el país se estimaba en 5.200 muertos y 10.000 heridos o desaparecidos.
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¿En qué otro lugar se han producido inundaciones mortales en septiembre?
La tormenta Daniel no es el único diluvio provocado por el cambio climático que el mundo ha visto este mes.
En el sur de Brasil, un ciclón descargó una cantidad ingente de agua sobre el estado de Rio Grande do Sul en menos de 24 horas, a partir del 4 de septiembre.
Esto provocó inundaciones y corrimientos de tierra que han causado la muerte de al menos 39 personas. El gobernador Eduardo Leite declaró que el número de muertos era el más alto que se había registrado en el estado debido a un fenómeno climático.
El cambio climáticio también aumentó la intensidad y frecuencia de las tormentas tropicales, que Hong Kong y partes del sur de China también sufrieron la semana pasada.
Ell tifón Haikui causó las lluvias más intensas en Hong Kong desde que comenzaron los registros hace 140 años.
«Nunca había visto escenas como ésta. Incluso durante tifones anteriores, nunca fue tan grave. Es bastante aterrador», declaró a Reuters Connie Cheung, enfermera auxiliar de Hong Kong de 65 años.
Al menos dos personas murieron y cientos fueron hospitalizadas por las inundaciones, que sumergieron calles, túneles y sistemas de metro. Lluvias históricas asolaron también la ciudad meridional china de Shenzhen.
En Europa, el comienzo de septiembre también acarreó inundaciones devastadoras en España. En las regiones más afectadas, al suroeste de Madrid, se derribaron puentes y arrastraron coches.
El 9 de septiembre se elevó a 6 el número de víctimas mortales. Un niño de 10 años fue rescatado tras pasar la noche agarrado a un árbol.
«Los climatólogos llevan décadas advirtiendo de que esto iba a ocurrir. ¿Se han producido inundaciones en estos lugares en el pasado? Por supuesto, pero no todas simultáneamente», escribe el activista climático estadounidense Edgar McGregor en X (antes Twitter).