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La NASA empieza, por fin, a tomarse en serio los ovnis | ABC

Los ovnis siempre vuelven

Ovnis, ¿qué hay detrás de este fenómeno?

La NASA, a punto de anunciar los resultados de su primer ‘informe ovni’

Nombra un nuevo director científico para estudiar los OVNIS

Archivo / AVC

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JOSE MANUEL NIVES / ABC

El 9 de junio de 2022, la NASA anunció su intención de encargar a un equipo independiente de expertos un estudio para examinar, por primera vez desde una perspectiva científica, los recientemente rebautizados como Fenómenos Anómalos no Identificados (UAP), es decir, observaciones de eventos en el cielo que no pueden identificarse como aviones o fenómenos naturales conocidos. El estudio, dijo entonces la agencia espacial norteamericana, se encargaría de identificar los datos disponibles, pero, sobre todo, de recomendar la mejor manera de recopilar información de calidad y la forma en que la NASA podría utilizar esos datos para avanzar en la comprensión científica de los UAP.

Este jueves, en medio de una enorme expectación internacional, la agencia espacial ha presentado ese informe durante una rueda de prensa celebrada en su sede de Washington. El documento, subraya la NASA, no es una revisión o evaluación de observaciones anteriores no identificables, sino un intento de sentar las bases y los métodos de recogida de datos para que las observaciones futuras puedan ser estudiadas científicamente.

El astrofísico de Harvard, el mismo que dice que ya hemos visto una nave alienígena, concluye ahora que unos objetos rescatados del Pacífico llegaron de más allá del sistema solar e incluso sugiere un posible origen artificial. Sus colegas son escépticos: «Es insostenible»

De este modo, y por primera vez en su historia, la NASA toma medidas concretas para averiguar qué son en realidad los Ovnis y qué grado de amenaza podrían llegar a representar. Si bien el panel considera que no hay razón alguna para concluir que ninguno de los avistamientos hechos hasta ahora sea de origen extraterrestre, en su informe advierte que cualquier objeto volador misterioso supone una «amenaza evidente» al espacio aéreo estadounidense.

Durante su intervención, Nelson aseguró que había llegado la hora de «cambiar la conversación del sensacionalismo a la ciencia», y que ese era, precisamente, el sentido de las recomendaciones del panel independiente encargado de investigar años de avistamientos. «Hay mucho folclore por ahí -dijo el administrador de la NASA-. Por eso entramos en escena: para abordar esto desde un punto de vista científico».

Recomendaciones a la NASA

Con el nombramiento del nuevo director de la NASA para el estudio de UAP se cumple la primera de las recomendaciones del informe de 33 páginas recién presentado: que la NASA desempeñe un papel más destacado en la detección de tales fenómenos.

«Recientemente -se dice en la introducción del estudio-, muchos testigos creíbles, a menudo aviadores militares, han informado haber visto objetos que no podían reconocer sobre el espacio aéreo estadounidense. La mayoría de estos eventos se ha explicado, pero un pequeño número de ellos no pudo identificarse como fenómenos naturales o provocados por el hombre. Estos eventos ahora son denominados colectivamente Fenómenos Anómalos no Identificados o UAP».

Según la NASA, un aspecto clave es explorar lo desconocido siguiendo un riguroso proceso del método científico. «Esto significa examinar nuestras suposiciones e intuición; recopilar datos de forma transparente y diligente; reproducir resultados; buscar una evaluación independiente; y finalmente, alcanzar un consenso científico sobre la naturaleza de un suceso. El método científico nos reta a resolver problemas al evaluar imparcialmente nuestras propias ideas, al estar dispuestos a equivocarnos, y siguiendo los datos», dice el texto.

Por eso, el estudio de los UAP supone «una oportunidad científica única que exige un enfoque riguroso y basado en la evidencia. Abordar este desafío requerirá métodos de adquisición de datos nuevos y sólidos, técnicas de análisis avanzadas, un marco de presentación de informes sistemático y la reducción del estigma asociado a los testimonios. La NASA, con su amplia experiencia en estos dominios y su reputación global de apertura científica, está en una excelente posición para contribuir a los estudios de UAPs».

Los 16 expertos que firman el estudio, todos ellos científicos independientes y verdaderas autoridades en sus respectivas áreas de actuación, recomiendan a la NASA que «aproveche su amplia experiencia» y utilice sus recursos de observación de la Tierra para estudiar las condiciones ambientales asociadas a cada UAP. De este modo será más sencillo eliminar las posibles causas meteorológicas o naturales de cada avistamiento.

Los expertos plantean que los fenómenos anómalos no identificados (UAP son «uno de los mayores misterios de nuestro planeta». Observaciones de objetos en nuestros cielos que no pueden identificarse como globos, aviones o fenómenos naturales conocidos han sido avistados en todo el mundo«. Sin embargo, solo hay unas pocas observaciones de alta calidad (…) lo cual significa que actualmente no tenemos el conjunto de datos necesarios para sacar conclusiones científicas definitivas sobre los UAP». Pero la NASA, según los firmantes, podría poner fin a esa situación.

Usar toda la tecnología disponible

«En la actualidad -prosigue el informe- la detección de UAP suele ser fortuita, capturada por sensores que no estaban diseñados o calibrados para este propósito, y que carecen de metadatos completos». Lo cual significa que «el origen de numerosas UAP sigue siendo incierto. La importancia de detectar UAP con múltiples sensores bien calibrados es, por lo tanto, primordial y, en consecuencia, recomendamos que la NASA aproveche su considerable experiencia en este dominio para utilizar potencialmente datos multiespectrales o hiperespectrales como parte de una rigurosa campaña de adquisición de datos».

El panel de expertos considera, además, que las últimas técnicas de análisis de datos, incluidas la Inteligencia Artificial y el aprendizaje automático, «deben utilizarse en una detección integral de UAP».

Contar con el público y los pilotos

Según los autores del informe, «la participación pública en el esfuerzo por comprender mejor las UAP será vital. La NASA, al prestar su nombre a los estudios sobre UAP, ya está ayudando a reducir el estigma asociado a esos informes. Más allá de esto, recomendamos que la NASA explore la viabilidad de desarrollar o adquirir un sistema de ‘crowdsourcing’, como aplicaciones de código abierto basadas en teléfonos inteligentes, para recopilar datos de imágenes y otros datos de sensores de teléfonos inteligentes de múltiples observadores ciudadanos, como parte de un esfuerzo más amplio para recopilar de manera más sistemática informes públicos de UAP».

Por último, rezan las conclusiones del estudio, recomendamos que el Sistema de informes de seguridad aérea (ASRS) para aviones comerciales, es decir, los avistamientos relatados por muchos pilotos de líneas aéreas, «se aprovechen mejor, proporcionando una base de datos crítica para todo el mundo».

La principal conclusión de los científicos, pues, es que la NASA está en una «posición única» para contribuir a un sistema sólido y sistemático que permita estudiar los UAP, «promoviendo su misión de avanzar en el conocimiento científico, experiencia técnica y exploración».

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