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Enigma de la esfinge Melania: juicios a Trump y amenazas a su hijo de 17 años | LOC

Apenas se ha dejado ver desde que dejó la Casa Blanca. Ni siquiera estos últimos meses, cuando su esposo pelea por ser de nuevo el candidato republicano a la presidencia y atraviesa un complicado y negro horizonte judicial.

Melania fotografiada en Nueva York, junio 2023 GTRES

PABLO SCARPELLINI / Los Ángeles / LOC

¿Dónde está Melania Trump? Es la pregunta que se hacen algunos analistas politicos en pleno proceso de primarias del Partido Republicano y con Donald Trump, el principal aspirante a convertirse en el candidato conservador a la Casa Blanca, en el ojo del huracán, una vez más, ante la pléyade de procesos judiciales que tiene por delante. Solo en número de cargos afronta 91 de la suma de los cuatro casos pendientes. Sin duda, un momento crítico para su futuro político y personal. Pero su mujer no aparece.

La última vez que participó en eventos fue en diciembre del año pasado, en un viaje a California para recibir fondos de una organización sin ánimo de lucro. El resto de su agenda hasta ahora ha sido una gran nebulosa, a caballo, se supone, entre sus tres residencias, el apartamento de lujo de la Trump Tower de Manhattan, su mansión de Bedminster, en Nueva Jersey, y el resort de Mar-A-Lago en Florida.

Cuando su marido tuvo que presentarse en Georgia hace unos días para ser fichado en una cárcel de Atlanta y hacerse la pertinente foto policial, ella prefirió no acompañarle, lo mismo que en el resto de sus apariciones en tribunales. Tampoco lo ha hecho en los actos de campaña que ha protagonizado el ex presidente hasta ahora, pese a que éste le pidió que acudiera.

Su prioridad ahora es llevar una vida lo más privada posible, algo que no logró durante los cuatro años que pasaron los Trump en la Casa Blanca y concentrarse en su otro gran objetivo: la futura carrera universitaria de su único hijo, Barron, de 17 años. Actualmente estudia en un colegio privado de West Palm Beach y pretende ingresar en una universidad de Nueva York, donde su madre se siente más cómoda que en ningún otro sitio. Aunque pasa semanas en las mansiones de Florida y Bedminster, Melania prefiere Manhattan.

Melania junto a su hijo
Melania junto a su hijoREUTERS

Allí tiene a sus padres, con apartamento propio en la Trump Tower, y a su estilista, Hervé Pierre, al que recurre con frecuencia para asuntos de diversa índole. A su marido lo ve algunos viernes para cenar en uno de sus clubes, de acuerdo a fuentes citadas por The New York Times. Todo ello bajo un estricto secretismo. A la eslovena de 53 años no le interesa ser carne de cañón de la prensa sensacionalista o dejarse ver en fiestas de alto copete. Ni siquiera en Mar-A-Lago forma parte de los círculos sociales. No se deja ver ni en la piscina de su residencia.

En realidad, su prolongado mutis por el foro comenzó justo con la salida de su marido de la Casa Blanca, en enero 2021. Incluso antes optó casi siempre por mantenerse en los márgenes, con una actitud tan tibia como ambigua, incluyendo en días trascendentales para la historia del país. El 6 de enero de 2021, durante el asalto al Capitolio en Washington, asegura que no tuvo conciencia en ningún momento de que se estuvieran cometiendo actos violentos en el edificio del Congreso y el Senado. De lo contrario, dijo, habría actuado.

En un acto de 2022 con su marido Donald Trump
En un acto de 2022 con su marido Donald TrumpGETTY

«Naturalmente, hubiera dicho algo de inmediato denunciando la violencia que sucedió en el edificio del Capitolio», se excusó, contradiciendo la versión de su antigua jefa de gabinete, Stephanie Grisham, que le sugirió mandar un tuit que tratara de calmar a la turba de seguidores de su marido, a lo que ella se negó.

UN ENIGMA

Al parecer, estaba ocupada documentando, rodeada de un grupo de fotógrafos y archiveros, las renovaciones que ella y el ex presidente habían llevado a cabo en algunos de los salones de la Casa Blanca. De nuevo, alejada de los focos.

Katherine Jellison, profesora de Ciencias Políticas de la Universidad de Ohio, la describe como un «enigma» que el público americano nunca ha llegado a descifrar. «Es muy diferente de las más recientes primeras damas, primero porque es una inmigrante, porque es la tercera esposa del presidente, y por su constante mutismo«, explica en una entrevista con LOC. Es, dice, un perfil difícil de encontrar. «Hay que remontarse al siglo XIX o a comienzos del XX para dar con alguien parecido que se mantuviera tan al margen de la vida social o política».

Le queda claro que es «alguien que no disfruta de la arena política y que nunca pensó que su vida sería así, la mujer de un político. Es una Primera Dama reacia a serlo» que además ha tenido que cargar «con situaciones embarazosas» como los comentarios vejatorios de su marido sobre las mujeres y el escándalo de Stormy Daniels, la actriz porno a la que pagó una fuerte suma de dinero a cambio de comprar su silencio durante las elecciones de 2016. Trump fue imputado en marzo por ese caso.

Por todo ese largo historial del magnate republicano la relación entre ambos está lejos de ser idílica, incluso en cuestiones de política, donde también han tenido desavenencias. De acuerdo a Maggie Haberman, periodista de The New York Times, Trump acusó a su mujer de haberle animado a apoyar la candidatura fallida al Senado del doctor y celebridad, Mehmet Oz.

En primer plano
En primer planoGETTY

Tampoco ha sido muy efusiva a la hora de respaldar la nueva campaña presidencial de su marido. Esperó hasta mayo para pronunciarse sobre sus esfuerzos de reelección. «Tiene mi apoyo, y esperamos restaurar la esperanza para el futuro y liderar a Estados Unidos con amor y fuerza«, dijo en una entrevista con Fox News, de las pocas que ha concedido en los últimos años.

Pese a la montaña legal que tiene por delante, la ex modelo eslovena aún cree en las opciones de victoria del republicano. En esa entrevista con Fox dijo que, de tener de nuevo la oportunidad, se centraría en el bienestar y el desarrollo de los niños. Jellison está convencida de que ya han alcanzado un acuerdo. «Si lo vuelven a elegir, algo poco probable pero posible, no me sorprendería si ella decide no tomar un papel activo en su campaña», explica. «Quizá está cansada de desempeñar un papel falso con el que no se siente cómoda».

El acuerdo entre ambos lo ratifica Kellyanne Conway, la polémica ex asesora de Trump desde hace años y buena conocedora de su tercera mujer. Asegura que han establecido «prioridades» de cara a un segundo mandato y que ella sigue siendo «su asesora más transparente y de mayor confianza».

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No es la sensación que despide su ausencia en todos los actos de campaña y sus cada vez más prolongados silencios, a años luz de la imagen de familia tradicional americana que suele conectar con los votantes republicanos.

Pero Trump parece discurrir por otros parámetros. Nada, ni las imputaciones, ni las mentiras, ni los insultos, ni una relación atípica con su mujer parecen estar frenando el fervor de sus creyentes.

Fuente: https://www.elmundo.es/loc/famosos/2023/09/01/64f1c917fdddffb50f8b45ce.html

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