Los bomberos continúan trabajando para extinguir los focos y contener los incendios, no solo en la ciudad de Lahaina, sino también en otras áreas de la isla de Maui.
RT
El número de víctimas mortales por los incendios forestales en la isla hawaiana de Maui (EE.UU.) se ha elevado a 80, informó en la noche de este viernes el gobierno local en una nueva actualización. El gobernador, Josh Green, ya había advertido que la cifra de víctimas se incrementaría a medida que se prolongaran las operaciones de búsqueda y rescate.
En la localidad de Lahaina están siendo inspeccionadas las casas y los negocios damnificados. Equipos de recuperación especializados con perros rastreadores de cadáveres recorren las áreas más afectadas de la esta ciudad histórica. Asimismo, las autoridades establecieron un toque de queda desde las 22:00 hasta las 6:00 del sábado en la devastada urbe, recoge el medio Hawaii News Now.
El acceso a Lahaina sigue bloqueado y las autoridades han recomendado a la población mantenerse lejos de los lugares donde aún perduran las llamas, debido a los peligros que representan las partículas tóxicas alrededor. Los bomberos continúan trabajando para extinguir los focos y contener los incendios, no solo en Lahaina, sino también en otras áreas de la isla.
Entretanto, el condado de Maui reabrió el acceso a las áreas cercanas durante unas cuatro horas el viernes, para la entrada de residentes y visitantes con reservas de hotel, y luego volvió a cerrarlo por motivos de seguridad. Hasta esta jornada, unas 1.418 personas se encontraban en refugios de emergencia.
Los potentes incendios forestales se intensificaron a comienzos de esta semana por el huracán Dora y se estima que puedan ser el mayor desastre natural de la historia de Hawái. Al respecto, la congresista por ese estado, Jill Tokuda, afirma que se «subestimó la letalidad y la rapidez del fuego» y no se planificó adecuadamente pese a las señales de emergencia. Si bien la región ya había enfrentado una tragedia similar tras un huracán en 2018, y se sabía que los vientos podían desatar incendios, la demócrata considera que «no» se aprendió la lección. «Tenemos que asegurarnos de hacerlo mejor», añadió.