Este jueves 10 de agosto, el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, anunció la entrada en vigor del estado de excepción durante al menos 60 días tras el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio en la noche del miércoles. El mandatario también confirmó que una delegación del FBI llegará al país suramericano para avanzar en el esclarecimiento del crimen. La Policía informó de la captura de seis sospechosos, todos extranjeros, y el Consejo Nacional Electoral confirmó que las elecciones generales se llevarán a cabo el 20 de agosto, como estaba previsto.
ALBA SANTANA / MAXIMILIANO PÉREZ GALLARDA / FRANCE 24
Consternación y cuestionamientos. Es el clima que se respira en Ecuador tras el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio en la recta final de la campaña electoral, a tan solo 10 días de las elecciones generales y anticipadas.
Por ello, el presidente Guillermo Lasso declaró estado de excepción en todo el país, al menos por 60 días, para “garantizar la seguridad” de cara a los comicios del 20 de agosto, que van a seguir adelante, ratificaron el mandatario y el Consejo Nacional Electoral (CNE).
«Ante la pérdida de un demócrata y de un luchador, las elecciones no se suspenden. Estas se tienen que realizar, y la democracia se tiene que fortalecer. Esta es la mejor razón para ir a votar y defender la democracia, la vida y la integridad de la familia ecuatoriana y el futuro del país», apuntó Lasso en un mensaje a la nación en la madrugada de este jueves, en medio de la consternación.
El presidente también confirmó que una delegación del FBI (Buró Federal de Investigaciones) de Estados Unidos llegará a Ecuador en las próximas horas para apoyar en la investigación del asesinato del candidato presidencial. Según Lasso, solicitó a Estados Unidos el apoyo de la agencia para avanzar en el esclarecimiento del crimen.
Además, según reporta la agencia EFE, el Gobierno de los Estados Unidos le había ofrecido al Ejecutivo ecuatoriano «asistencia investigativa urgente» por intermedio de su embajador en Quito, Michael J. Fitzpatrick.
Por otro lado, en rueda de prensa extraordinaria, la presidenta del CNE, Diana Atamaint, afirmó que después de reunirse con miembros del gabinete presidencial la noche del 9 de agosto para «defender la democracia», confirmó que las fechas presupuestadas para que se lleven a cabo los comicios presidenciales y los debates entre los candidatos siguen en pie.
Atamaint también apunto que una gran parte de papeletas electorales con la imagen de Villavicencio ya habían sido imprimidas y distribuidas en algunas localidades, por lo que todos los votos que se registren a su nombre irán directamente al nuevo candidato del Movimiento Construye, del que hacía parte.
Sobre la materialización del estado de excepción, el ministro de Defensa, Luis Lara, ofreció una conferencia de prensa en donde, además de lamentar la muerte de Villavicencio, afirmó que «las mafias le declararon la guerra al Ecuador». El funcionario informó que se ordenó el despliegue de las fuerzas armadas en todo el territorio para proteger el proceso electoral y garantizar la seguridad tanto de los candidatos como de los votantes.
«Los ciudadanos tienen la garantía de que las Fuerzas Armadas brindarán la seguridad necesaria para la realización del sufragio, el voto de los ecuatorianos será la mejor respuesta a las mafias y sus aliados», expresó Lara, añadiendo que los activos desplegados «actuarán con mano dura» en contra de los grupos criminales.
Además, Guillermo Lasso decretó tres días de luto nacional por el fallecimiento de Villavicencio y clasificó el atentado como «un crimen político que adquiere un carácter terrorista».
Para el jefe de Estado, está claro que el crimen contra Villavicencio fue un intento por “sabotear” las elecciones.
“No dudamos que este asesinato sea un intento de sabotear el proceso electoral. No es una coincidencia que este hecho condenable se produzca a los pocos días de la primera vuelta presidencial”, sostuvo el mandatario.
Seis colombianos detenidos como sospechosos del magnicidio
Este 10 de agosto, las autoridades ecuatorianas anunciaron la detención de seis sujetos al sur de la capital, que presuntamente estarían involucrados en el asesinato de Villavicencio.
El ministro del Interior, Juan Zapata, informó sobre la captura de los individuos, de los que solamente reveló sus primeros nombres y remarcó que eran «extranjeros», aunque no destacó la nacionalidad específica en su declaración.
La agencia Reuters afirma que las autoridades habrían confirmado que todos los detenidos son ciudadanos colombianos, así como el sospechoso que fue abatido después de la muerte del candidato el pasado 9 de agosto.
«En varios allanamientos en el sector de Conocoto y el sur de la ciudad se logró aprehender a 6 sujetos: Andrés M., José N., Adey G., Camilo R., Jules C., Jhon R., todos extranjeros», dijo Zapata en una rueda de prensa. El ministro añadió que los sospechosos ya habían sido detenidos el pasado mes de julio por posesión de armas, sin embargo, no se les impuso prisión preventiva y los arrestados no se presentaron para las siguientes etapas de su proceso judicial.
El crimen que indigna a Ecuador
Sobre las 18:15 del miércoles, un grupo de hombres armados esperaba a Fernando Villavicencio a la salida de su mitin en el colegio Anderson, en Quito.
Cuando el candidato se subió a un auto escoltado por el personal de seguridad, se produjo la balacera. De acuerdo con las autoridades, los agresores dispararon al menos 40 veces.
Tres de esas balas impactaron en la cabeza de Villavicencio y le causaron la muerte. Otras nueve personas resultaron heridas durante el tiroteo y el principal sospechoso del magnicidio murió en un enfrentamiento con la Policía, según confirmó la Fiscalía de Ecuador.
En su huida, los otros atacantes intentaron detonar una granada, pero no lo consiguieron. Más tarde, la Policía la hizo explotar de forma controlada.
Durante la noche del miércoles, al menos seis personas presuntamente involucradas en el asesinato fueron detenidas en dos barrios de Quito: Conocoto y San Bartolo. En sus domicilios fueron halladas armas pesadas y explosivos, como granadas, señalaron las autoridades.
Villavicencio recibió amenazas contra su vida
Villavicencio figuraba entre el quinto y cuarto puesto con respecto a candidatos que aspiraban a Presidencia, según las últimas encuestas. Su lema de campaña es lo que algunos aseguran que lo llevó a la muerte: “Es tiempo de valientes”. Un lema que hacía alusión a su lucha contra la corrupción y el crimen organizado.
El político de 59 años era periodista y exasambleísta. Se convirtió en un acérrimo detractor del correísmo, como se conoce a la corriente política de los simpatizantes del expresidente Rafael Correa, al conducir las investigaciones sobre presunta corrupción del exmandatario que gobernó entre 2007 y 2017.
A pesar de declararse de “centroizquierda”, era cercano al presidente de derechas Guillermo Lasso. El fallecido aspirante presidencial fue duramente criticado por el veredicto favorable de la Comisión de Fiscalización, que Villavicencio dirigía, en el juicio político contra el actual mandatario.
Villavicencio ya había alertado que iban tras de él. El político denunció que en las últimas semanas le habían llegado varias amenazas de muerte e, incluso, dio nombres de los autores de esas advertencias contra su vida.
“Si yo sigo mencionando el nombre de ‘Fito’ y mencionando a los Choneros me van a quebrar. Pero yo sigo aquí, no tengo miedo”, apuntó Villavicencio durante una entrevista con la televisión local.
Además, el candidato también había arremetido contra la Policía y las fuerzas de seguridad por “mirar hacia otro lado” ante el crimen organizado.
“La Policía sabe dónde están las guaridas de los delincuentes, de los narcotraficantes, de la minería ilegal, de los delincuentes de cuello blanco”, sostuvo durante la misma entrevista.
No obstante, el presidente Lasso ha prometido que los responsables tendrán que responder ante la Justicia y prometió garantizar la seguridad de todos los candidatos presidenciales, un tema por el que ha sido duramente criticado.
“El crimen organizado ha llegado muy lejos, pero les va a caer todo el peso de la ley”, apuntó Lasso.
Pero lo cierto es que no es la primera vez que sucede algo así en Ecuador y nada garantiza que sea la última.
Crisis de seguridad y redes de narcotráfico, cada vez más evidentes en Ecuador
Agustín Intriago, antiguo alcalde de Manta, y Rider Sánchez, candidato a la Asamblea Nacional, corrieron la misma suerte que Villavicencio. Ambos fueron asesinados a balazos. Intriago dirigía una ciudad que es puerto clave para el narcotráfico y Sánchez había declarado su lucha contra las mafias y el crimen organizado desde Esmeraldas, provincia fronteriza con Colombia.
Según el Gobierno y los políticos que reciben amenazas, estos asesinatos están vinculados principalmente con las bandas del crimen organizado y el narcotráfico, con fuerte presencia en la zona costera del país.
Los Choneros, grupo que amenazó a Villavicencio, es una banda de narcotráfico oriunda de la ciudad costera de Manta. Tanto este grupo como otros rivales, entre ellos Los Lobos y Tiguerones, trabajan para carteles mexicanos.
Los Choneros lo hacen para el Cartel de Sinaloa, mientras que sus contrincantes lo hacen para el Cartel Jalisco Nueva Generación. Sin embargo, la tarea es la misma para todos: hacer llegar droga a Europa y Norteamérica.
Alias ‘Fito’, también mencionado por Villavicencio, sería uno de los capos de Los Choneros y la línea más directa con el Cartel de Sinaloa.
Un contexto en el que los candidatos presidenciales temen por sus vidas y exigen protección. Los siete candidatos que se postulan ahora a la Presidencia de Ecuador manifestaron su pésame y solidaridad con la familia de la víctima. Otros han suspendido incluso sus campañas electorales.
Y es que esta contienda electoral se da en medio de la peor crisis de seguridad de la historia de Ecuador, que cerró el 2022 con una tasa de más de 25 muertes violentas por cada 100.000 habitantes, la más alta desde que se tienen registros.
Con EFE y medios locales