La primera ‘matchmaker’ profesional en España comparte en su nuevo libro su visión sobre las relaciones amorosas hoy en día y las formas más efectivas de conocer a alguien y encontrar pareja
SANDRA PALACIOS / ABC
Cuando volvió de Estados Unidos con 33 años tenía ganas de encontrar pareja, alguien similar a ella, pero le resultó imposible. Así fue como Verónica Alcanda, experta en RRHH y CEO de Alcanda Matchmaking, pensó en crear la primera empresa de ‘matchmaking‘ en España.
El ‘matchmaking’ es algo más propio de la cultura norteamericana. Alcanda vio un anuncio en una revista estadounidense y pensó que sería buena idea traer el negocio a España. Aquí sería algo similar a una casamentera, aunque a ella no le gusta mucho este término.
Alcanda buscaba algo más profundo que una simple afinidad entre las partes, que es lo que te ofrecen las apps de citas, y pensó que habría más gente como ella, que querrían encontrar a alguien con quien compartir la vida y tuvieran cierto nivel profesional. Por lo que aprovechó ese vacío en el mercado.
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De esta forma creó una empresa en la que hacen una búsqueda directa de la persona que el cliente les pide. Los que contratan sus servicios suelen ser, ya sean hombres o mujeres, empresarios o ejecutivos, es decir, personas con un nivel adquisitivo alto que no tienen tiempo para buscar pareja y prefieren que una agencia de lujo lo haga por ellos de una forma exhaustiva y precisa.
Ahora Verónica Alcanda ha publicado su primer libro ‘Por qué no encuentro pareja‘ (Oberon) donde comparte su larga experiencia como ‘matchmaker’, su visión sobre las relaciones amorosas en la actualidad y las formas más efectivas de conocer a alguien y encontrar pareja.
– «El mercado está fatal». ¿Qué hay de cierto en esta frase?
Es cierto. El mercado está fatal, entre otros motivos, por la sobreoferta. Esto se ha convertido en el mercado de la carne: todo el mundo está buscando, no sabemos muy bien qué, pero hay cientos de webs de contactos, de apps y todas tienen su mercado y están a tope. Pero cuantas más personas hay buscando, es como todo, menos calidad hay.
– ¿Y qué otros motivos hay?
La gente también se ha vuelto demasiado superficial y exigente. Ahora todo se valora con un físico y no damos tiempo a conocer a las personas. Por eso hay tanto uso de redes, porque ahí siempre vas a tener a tropecientas más. Si no te cuadra una, haces ‘next’. Y como siempre habrá un ‘next’, nunca estarás conforme, pues sabes que si sigues buscando vas a encontrar a alguien mejor. El problema es que nunca llegamos a profundizar en las relaciones humanas.
– ¿Ya no se entiende el amor y las relaciones de la misma manera?
Ahí discrepo. Lo que creo es que hemos ampliado el abanico. Es verdad que hay otro tipo de relaciones: abiertas, pactadas, tríos amorosos… pero es que eso ha existido toda la vida, lo que pasa que no lo decíamos así ni le poníamos el nombre de poliamor. Ahora le hemos dado nombre y lo hemos puesto de moda. Pero el amor, su esencia, eso no cambia.
– ¿Y las relaciones de pareja?
Cuando estás enamorado de verdad, no cambian. Por eso mis clientes me piden una relación tradicional. Porque claro que tienen opciones para tener otro tipo de vínculos, pero en el fondo, cuanto más cercano estás a una persona, más afín y cómodo te encuentras. Y esto de las relaciones amorosas a tres, a cuatro… te digo yo que a la larga no funcionan.
– Pero, con tantos tipos de relaciones, ¿no es ahora más complicado encontrar a alguien que quiera una relación tradicional?
Igual no lo dicen, pero en el fondo, la gente que de verdad se enamora no quiere una relación abierta. Todos mis clientes buscan un amor tradicional, porque cuanto más moderna se pone la cosa y más estilos de amor y de pareja hay, más quieren lo tradicional. Al final, cuantas más opciones tienes, te acabas quedando con la de toda la vida.
– ¿Qué dirección cree que tomará esto en un futuro?
Tengo una idea sobre el futuro muy triste, pero estoy convencida de que aquí a no mucho tiempo, las relaciones de pareja van a ser con avatares. Llegaremos a tal punto que crearemos un personaje perfecto e interactuaremos en el metaverso, pero siendo todo ficticio y virtual. No vamos a poder tocar, besar, sentir… La dirección va hacia ahí, aunque la gente siempre echará de menos el amor tradicional, el dar la mano, un beso, sentir el pelo, tocar la cara… Y se va a convertir en casi un lujo.
– En el libro habla de conexiones en lugar de relaciones. ¿Ahora se tiende a esto?
En lugar de una relación, ahora lo que queremos es conectar con alguien, sentir y, si no nos pone, ‘next’. Pero no nos estamos conociendo, sino que nos quedamos en la superficie. Entonces hay millones de conexiones, muchos ‘matchs’, que a los dos días desaparecen, porque muy pocas son de verdad.
– ¿El ‘feeling’ es una trampa?
Hoy en día se confunde el amor con la pasión y el sexo. Por ejemplo, ves ‘First Date’ y casi todo el mundo cuando dice que no quiere tener una segunda cita hace alusión a que no ha habido ‘feeling’. Estamos esperando enamorarnos con algo que no tiene que ver con el amor. El amor es algo mucho más profundo y holístico.
– ¿Cuál es la diferencia?
El enamoramiento es una sensación que el ser humano tiene cuando ve a alguien que le gusta solamente con el objetivo de procrear. Esto es así antropológicamente y está demostrado a nivel científico. Pero ojo, que le gusta quiere decir que le gusta para echar un polvo, no para tener una pareja para toda la vida. Pretendemos que de ese sentimiento de «’wow’, me encanta», nazca el amor. Y no, lo que has sentido son unos cambios en tu organismo que te están diciendo que esa persona es buena para aparearte. Y eso lo llevamos a «es que me he enamorado». Ya, pero es que eso no es amor, son dos cosas muy diferentes.
– ¿El ‘feeling’ es algo temporal?
Esa es la trampa. Si estuviésemos siempre a tope, el mundo se pararía, porque cuando estas enamorado solo piensas en esa persona. Sin embargo, el cuerpo es sabio, lo mantiene en el tiempo con ánimos de procrear, pero después te queda lo que es el amor verdadero, la consciencia. Amar es una decisión.
– ¿Amar es una decisión?
Cuando quieres pareja y una persona te gusta, entonces decides amarla y, como los pensamientos influyen en tus sentimientos, al final la amas. Pero esto la gente ni lo piensa, todos buscan este ‘feeling’ y lo quieren de forma permanente. Entonces, en lugar de buscar a alguien para toda la vida, cambian constantemente de persona, y así renuevan ese ‘feeling’. Y de ahí esa búsqueda de las conexiones constantes.
– ¿Cómo puede saber uno que está preparado para una relación estable?
Esto es muy interesante, porque el primer motivo por el que la gente no encuentra pareja es porque no está preparada. Hay quien la quiere, pero no puede, y personas que no pueden y la quieren. Pero hay ciertos momentos de estrés en la vida en los que no es bueno buscar una relación. Y por mucho que te apetezca, lo único que vas a hacer es amarrarte a una persona, pero por desesperación, y eso no va a funcionar.
– Hay que estar bien primero con uno mismo.
Uno tiene que estar tranquilo consigo mismo. Sabes cuando estás preparado porque tú, ya te sientes bien y estás satisfecho a rasgos generales con tu vida. Entonces ahí sí podrás acompañar a otra persona. Pero si estás buscando pareja en un momento de desesperación en el que no sabes estar solo o no tienes dinero para pagar la hipoteca, esto será una relación de intercambios comerciales, que hay muchas, pero no es amor.
– ¿Cuál diría que es la mejor forma para buscar pareja hoy en día?
Hay muchas opciones, pero dependerá del momento vital en el que te encuentres. Por ejemplo, un alto ejecutivo que no tiene tiempo para nada y tiene mucho dinero, lo mejor es que contrate a un ‘matchmaker’. En cambio, una persona joven que tiene un trabajo que no le quita mucho tiempo, pero no cuenta con tanta capacidad económica, pues que se meta en Tinder. O una persona que es muy sociable y va a muchos eventos, que aproveche ahí para conocer a gente. Todas son válidas, solo tienes que analizar cuál es para ti.
– ¿Realmente hay que buscar pareja o vale con sentarse a esperar?
Hoy en día, como te esperes a que llegue, te pones momia. La gente no es como antes, que estabas en un grupo de amigos, ibas a una fiesta y la gente tenía interés por socializar, quedar y conocerse poco a poco. Ahora como queremos lo inmediato, no se tiene paciencia para conocer a alguien. Estando en tu casa e incluso yendo al gimnasio o a una discoteca, es muy difícil encontrar pareja, porque ya no se está tan abierto, y quien quiere pareja se mete en internet o contrata a una ‘matchmaker’.
– Entonces, eso de que el amor no se busca, se encuentra…
Es mentira. Para encontrar el amor tienes que estar expuesto, preparado y abierto. No obstante, igual por mucho que lo busques, no lo encuentras, pero al menos estás haciendo algo. Hay que ser proactivo, pero lo que no puedes hacer tampoco es ir por el mundo sonriendo y con minifalda, porque eso tampoco funciona. Una sonrisa atractiva de una chica que vaya sexi se confunde y de un chico se dice que es un gilipollas, un mujeriego o un narcisista. La gente ya no piensa que esa persona lo que quiere es una relación.
– En una discoteca, ¿misión imposible?
Recuerdo cuando vivía en Boston, que mi prima me decía que era muy fácil ligar en Estados Unidos. «Te pones al final de la barra y miras a un chico, y en cuanto le sonríes, a los pocos segundos, está a tu lado invitándote a una copa», me explicaba. Y te juro que era así, dicho y hecho. Esta prima, aquí en Madrid, hizo lo mismo y no se le acercaba ni Dios. Y esto fue hace 10 años, olvídate ahora. La gente que va a discotecas va con amigos a pasarlo bien y cuando quieren conocer a una tía o echar un polvo sacan el Tinder. Ya ni siquiera se molestan en hablar con una mujer que está a su lado. Y es una pena, pero es que funciona así.
– ¿Qué consejos daría para no fastidiarla cuando estamos conociendo a alguien?
Si estás buscando una pareja estable, no te expongas demasiado, no muestres todas tus manías ni tu cuerpo. De verdad, los hombres están tan acostumbrados a ver a tanta mujer exhibiéndose, que lo que quieren es una chica discreta y que le muestre su cuerpo a él, no a todo el planeta. También que sea una persona educada, correcta, que no beba en exceso, que sepa comportarse en la mesa, dulce, pero no inquisitiva, tampoco ñoña… pero siendo tú misma.
– ¿Y en el caso de los hombres?
Como hombre sé un caballero, me da igual la edad que tenga la chica. Los hombres ya no son caballerosos y las mujeres eso lo echan de menos, todas, aunque tengan 30 años. Si la quieres sorprender, ábrele la puerta, retírale la silla, ayúdale a ponerse el abrigo… La educación no pasa de moda, la gente está muy confundida. No es algo antiguo.
Y todos los hombres me piden lo mismo: que la mujer sea femenina y cariñosa. Todos. Y si es posible pelo largo. Esto es algo antropológico. Igual que a las mujeres nos gustan los hombres altos porque pensamos que son más protectores.
– Con los años se tiene mas claro qué se quiere, uno se vuelve más exigente y el abanico se reduce.
Con la edad, uno se vuelve más exigente, pero ojo, con cosas también que no son necesarias. Por ejemplo, que hable inglés o que le guste esquiar. ¿Qué quieres? ¿Que te recite Shakespeare en inglés? Hay líneas rojas, como los valores o, incluso, la ideología política, que es más importante que las meras aficiones, pero eso no me lo pide la gente. Temas como tener o no familia, religión, dónde vivir… eso nadie te lo pregunta y esto sí hará que de verdad la relación funcione, y no que mida 1,80 o 1,82 cm. Nos volvemos más exigentes, pero también poco realistas con cosas que no nos van a dar la felicidad.
– ¿Qué ocurre con los hombres de 30 a 40 años? ¿No queda ninguno en el mercado?
Sí hay, porque yo tengo clientes, pero es un rango de edad muy jodido. Los chicos cada vez están más hechos a sí mismos, en la vida, con los amigos, trabajando a tope… Y están retrasando el tener una relación de pareja que intrínsecamente conlleva una familia, casarse, etc. Y esto les da pánico, porque no está de moda. Yo tengo hombres de 30 y tantos que están deseando encontrar pareja y la quieren estable, tradicional, con valores, para casarse y tener hijos. Pero es verdad que los hay menos, porque lo postergan.
– Entonces, en definitiva, para encontrar pareja estable, ¿lo más sencillo es buscarla en una aplicación?
En una aplicación o decirlo. ¿Por qué la gente tiene miedo a decir que le encantaría tener pareja? Porque si lo expones abiertamente en tu entorno, seguramente tus amigos te puedan presentar a alguien; pero nadie lo dice. Parece que la moda es que seamos todos liberales y tengamos relaciones poliamorosas, y cuando alguien dice que quiere una relación estable monógama, se le dice carca. Y ese es el problema. Pero si decimos abiertamente lo que queremos, la gente de nuestro entorno podrá ayudarnos a conseguirlo.