El harmol, un compuesto de la familia de las betacarbolinas, mejora algunos parámetros metabólicos
AL DÍA / COMER
El café puede tener beneficios para el organismo a medida que se envejece. Concretamente, el harmol, un compuesto de la familia de las betacarbolinas presente en esta bebida, mejora la función del músculo esquelético y algunos parámetros metabólicos asociados con la calidad de vida durante el envejecimiento. Así lo ha confirmado un estudio liderado por el Instituto Imdea Alimentación, publicado en la revista Nature Communications.
El tratamiento con harmol extendió significativamente la esperanza de vida en dos modelos de invertebrados, indica la investigación. Además, mejoró la tolerancia a la glucosa, la sensibilidad a la insulina y la acumulación de lípidos hepáticos en un modelo de prediabetes.
Betacarbolina
El harmol está presente en la carne, el pescado, los cereales o los granos de café
Asimismo, entre los cambios a nivel neuromuscular, se observó una reducción significativa en la fragilidad en animales viejos tratados con harmol, indicó el instituto en un comunicado.
El harmol está presente en muchos alimentos como la carne, el pescado o los cereales, además de en los granos de café. En las dosis utilizadas en el estudio, esta sustancia no mostró ninguna toxicidad y tuvo escasos efectos sobre el sistema nervioso central, por su escasa capacidad de cruzar la barrera hematoencefálica y, por tanto, alcanzar el cerebro.
También tiene efectos sobre el envejecimiento muscular, asociado a un colapso energético que se explica por una alteración en la mitocondria, responsable de la producción de energía de las células. La disfunción mitocondrial provoca la aparición y progresivo deterioro funcional asociado a la pérdida de masa y potencia muscular que ocurre durante el envejecimiento (sarcopenia). Lee también
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Esta misma disfunción se relaciona con el síndrome geriátrico de la fragilidad, que afecta a más del 33% de la población mayor de 80 años. Este se caracteriza por una capacidad reducida de responder a estreses menores y disminuye la autonomía de quienes la padecen, lo que se traduce en un mayor riesgo de discapacidad o problemas de salud.
Envejecimiento
El harmol activa unas vías de señalización capaces de mejorar las mitocondrias
El harmol, presente en el café, activa en las células unas vías de señalización que, en última instancia, son capaces de mejorar las mitocondrias y parámetros metabólicos asociados con la calidad de vida durante el envejecimiento.
El principal responsable del proyecto, Pablo J. Fernández-Marcos, destacó a EuropaPress un aspecto interesante del estudio: «Con el harmol hemos descubierto que este efecto de mejora mitocondrial lo llevan a cabo las células mediante mecanismos parecidos a los que nos hacen sentir más felices, ya que comparten las mismas proteínas diana. Esto abre un campo de investigación muy interesante sobre la asociación entre el estado psicológico y el envejecimiento».