Por Itandehui Rodríguez Martínez
@Itandehui_RoMa
La química y la física aseguran que no, pero la política logra lo que las otras ciencias no pueden. Con “la mano” correcta, con el balance y los tiempos correctos, el agua y el aceite sí se mezclan, sí se unen.
El día de ayer, diputados locales y federales, convocados por el presidente del Comité Municipal, Jesús Zaldivar, se dieron cita en el Pasaje del Ayuntamiento para anunciar la toma simbólica de las calles.
A la convocatoria que fue antecedida, evidentemente, por la operación cicatriz ejecutada por Zaldivar, respondieron, para empezar, la coordinadora de diputados Federales poblanos, Carolina Beauregard, sus homólogos, Ana Tere Aranda, Mario Riestra, seguidos de los legisladores locales, Oswaldo Jiménez, —¡pausa! Hasta ahí todo parecía “normal — Mónica Rodríguez Della Veccia y, ¡aunque Usted no lo crea, el coordinador de los locales, Rafael Micalco!
Por fin se vio realmente operando al dichoso “Sistema PAN”.
Faltaron algunos, claro, pero ¿cuándo pensamos que íbamos a ver realmente operando juntos a los que acudieron al evento del momento? Honestamente parecía lejano.
El lunes hubo una desangelada rueda de prensa encabezada por los dirigentes de los tres de partidos.
Con una Augusta Díaz de Rivera cuyas evidentes diferencias con Marcos Castro, no la hacen pasar por su mejor momento.
Un Néstor Camarillo, que será recordado, junto con su dirigente nacional, como el presidente que registra la mayor fuga de talentos de la historia. Además el pleito con el sector más fuerte de ese partido, el obrero, no lo hace pasar por su mejor momento.
Un Carlos Martínez, cuya agenda responde a los intereses y aspiraciones propias y no colectivas del Sol Azteca. En realidad el PRD con él nunca ha tenido un buen momento.
Los presidentes anunciaron que en el 2024 trabajarán en unidad. Pero olvidaron que “el diablo está en los detalles”. Qué diferente hubiera sido una foto de unidad, nutrida por gente en la parte de atrás, gente que soporta el anuncio, que respalda el proyecto. Pero no, estuvieron solo tres personas.
No han aprendido nada de las ruedas de prensa de sus dirigencias nacionales… muy mal.
Imaginen que atrás de ellos, hubieran aparecido sus respectivos comités y secretarios, con sus líderes de sectores y organizaciones.
Pero claro, hay un problema, Tití está alejada de Marcos. Néstor está peleado con Leobardo Soto y Carlos Martínez, solo invita a Julián Rendón a los eventos importantes.
Se les olvidó que lo que se ve es y lo que se vio el lunes, fueron “tres tristes tigres tragando trigo en un trigal”.
Luego, el martes, cambió la postal.
Así, legisladores federales y locales y un dirigente municipal, anunciaron el inicio de su activismo y del trabajo en tierra. Colaborarán con la recolección de firmas para poder llegar a la meta, como en el Teletón.
Sin Teletón, pero sí con Frente Amplio por México.
Sin Lucerito, pero sí con Caro Beauregard.
No hay alcancías pero sí módulos, así fue como informaron que saldrán a tomar simbólicamente las calles.
Parecía que Morena era el dueño de “la tierra”. El que recorría casa por casa, calle por calle, colonia por colonia y rincón por rincón, pero no.
A Morena se le olvidó ese activismo y lo cambió por “la farándula”. Porque están centrados en hacer eventos masivos y es ahora cuando Acción Nacional sale a hacer eso que le reclamaba la ciudadanía: Estar cerca de la gente.
Puedo advertir cómo será la siguiente foto… ¿Ustedes no? Les voy a dar una pista: con ciudadanos. ¿Apostamos?
Mientras Morena está confrontando su realidad. Esa por la que atravesó Claudia Rivera cuándo se encontró con la ciudadanía sin el blindaje que le prodigaba un Palacio.
Mientras Claudia Sheinbaum, Adán Augusto López y Marcelo Ebrard, comienzan a experimentar lo frío que se siente caminar sin blindaje institucional. Del otro lado, se gesta un movimiento interesante.
Xóchitl Gálvez encendió una chispa en la pradera de la oposición, la chispa se convirtió en una flama y la flama está avanzando rápidamente. Porque encontró un suelo propicio.
Pronto será un gran incendio.
Ese fenómeno alimentando en el caso de Puebla, por la iniciativa de tres legisladores federales, tres locales y un dirigente municipal abonará de buena manera desde la institucionalidad.
Están preparando la tierra y pronto habrá “más suelo propicio”.
Lo obivo es que éste, será aprovechado por una Xóchitl, o una Beatriz Paredes, o un Enrique de la Madrid, o un Santiago Creel. El punto es que la flama ya está.
La libertad se cimienta en la unidad y ayer se confirmó. Estas mujeres y hombres están unidos y eso les dará libertad, tanta que su dirigente nacional Marko Cortés celebró el esfuerzo.
Pues sí, el agua y el aceite sí se mezclan.
P.D. Y recuerden, amigos —lean esto como si fuera consejo de He Man— lo que se ve es, así que cuiden mucho sus fotos. ¡Hasta la próxima amigos!