BBC NEWS MUNDO
“A mí me queda poco tiempo aquí (…) Yo no llego vivo a Navidad”.
Las palabras las pronunció hace solo unas semanas Hipólito Mora, el controvertido hacendado mexicano que hace una década impulsó la creación de grupos civiles de autodefensa para enfrentar a los narcotraficantes que controlan el occidente del país.
Su predicción se cumplió este jueves 29 de junio al ser emboscado por varios sujetos armados cuando se desplazaba en su camioneta blindada.
Pese a que las autoridades apenas han iniciado las investigaciones, los medios locales han atribuido el asesinato de Mora y de tres de sus escoltas a una banda criminal denominada Los Viagras.
Los hechos ocurrieron en la localidad de La Ruana, un pequeño pueblo del municipio michoacano de Buenaventura, donde el hacendado nació hace 68 años y donde vivió la mayor parte de su vida.
Un «loco» harto de la extorsión
En 2013 Mora, junto a otros productores agrícolas y empresarios locales, creó unos grupos armados, los cuales que se enfrentaron al cartel conocido como Los Caballeros Templarios.
La agrupación criminal se fue haciendo con el control de conocida como “Tierra Caliente” al imponer toques de queda y extorsionar a productores y jornaleros y forzar a varios de ellos a abandonar la zona, bajo amenaza de muerte.
Por esa época México vivía los coletazos de la “guerra contra el narcotráfico” lanzada por el presidente Felipe Calderón (2006-2012), la cual provocó un alza en la violencia en el país.
“No estoy muy bien de mis capacidades mentales”, admitió en una entrevista con Televisa, en la que atribuyó su decisión de tomarse la justicia por cuenta propia a la inacción de las autoridades y al hartazgo de ver a sus vecinos sufrir por la acción de los criminales.
“Yo les tenía coraje (ira a los delincuentes), por ver como abusaban de la nobleza gente. La gente no quería problemas, quería trabajar a gusto”, narró y achacó a esto el entusiasmo que en un principio obtuvo su iniciativa.
“A mí me siguió la gente pobre. Ningún pinche rico se acercó al movimiento, se quedaron en sus casas”, dijo.
No obstante, el desaparecido hacendado luego admitió que él mismo fue afectado por la acción de los criminales, pues en 2013 unos delincuentes le impidieron a uno de sus hijos cosechar en sus tierras; y, por ello, se comunicó con otros líderes de la zona para lanzar su resistencia contra el narco.
Un año después su hijo murió en un enfrentamiento armado con narcotraficantes.
Héroe o villano
Pese a que Mora se presentó como un campeón contra la delincuencia, él mismo tuvo sus problemas con la justicia. El diario Reforma reveló que el fundador de las autodefensas estuvo en la cárcel dos veces en Estados Unidos por posesión y tráfico de drogas.
La primera de ellas fue en junio de 1989, cuando fue sentenciado a cuatro años de prisión. Posteriormente, en 1993 fue capturado nuevamente en territorio estadounidense por el mismo delito y dos años más tarde fue deportado a México.
La cruzada contra el crimen de Mora rápidamente le provocó problemas. En 2014 fue detenido por presuntamente participar en el asesinato de dos miembros de otro grupo civil armado y luego fue acusado de estar vinculado en la muerte a diez personas. Sin embargo, terminó siendo liberado meses después.
“El movimiento armado ilegal de autodefensas (…) no trajo nada positivo al Estado”, afirmó el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, al reaccionar a la muerte del hacendado.
En los últimos años Mora admitió que su creación no operó según lo esperado, aunque no asumió ninguna responsabilidad.
“A mí me tocó ver el proceso de las autodefensas, yo soy el verdadero fundador aquí en Tierra Caliente, después surgieron más líderes de autodefensas, pero algunos líderes dejaron que los grupos de autodefensas se llenaran de puros delincuentes y se pusieran la camiseta de autodefensas, por eso se perdió”, declaró en 2020.
Sin embargo, hasta el final de sus días defendió la necesidad de combatir a los grupos criminales de todas las maneras posibles.
“Yo creo que necesitamos algunos Bukeles aquí en México. Que se moleste quien sea, necesitamos alguien que ponga orden. Estamos hasta la madre de estar trabajando para otras personas”, declaró hace solo unos días a El Heraldo.
Carrera frustrada
Mora trató de llevar sus ideas a las instituciones, aunque sin mucho éxito.
En 2015 aceptó la nominación de Movimiento Ciudadano para contender por el cargo de diputado federal del Distrito XII, correspondiente a Apatzingán. Entonces, vestido con sombrero vaquero y chaleco antibalas, el productor de limones hizo campaña, pero no logró llegar al Congreso.
Y en 2020 se postuló para el cargo de gobernador de Michoacán.
«Quiero ser gobernador (…) para ayudar a los ciudadanos y no para saquear el estado. Quiero ser ejemplo en la política, que aprendan quienes han estado y quienes están en el gobierno, cómo y para quién se debe trabajar”, dijo tras registran su candidatura.
No obstante, en esa ocasión las urnas tampoco lo favorecieron.
En el último año Mora había sufrido dos atentados, pero de ambos había logrado salir ileso. La misma suerte no lo acompaño el 29 de junio.