Un historiador, tras 20 años estudiando a fondo la figura del asesino en serie, ha señalado la que podría ser la verdadera identidad del criminal
CONCHA GARCÍA / LA RAZÓN
Tan solo escuchar o leer su nombre hace que la piel se erice. Jack el Destripador (Jack the Ripper en inglés) fue un personaje digno de serie de televisión, un perfecto protagonista para una novela policíaca, un perfil ejemplar para el villano de cualquier historia. Pero, realmente, este hombre fue un asesino en serie en toda regla, y quizá el primer homicida mediático de la historia. Si bien su identidad sigue siendo un misterio, lo que aumenta si cabe la intriga, el estudio y el interés hacia su figura, lo que sí está contrastado es que Jack el Destripador fue el autor del brutal asesinato de cinco prostitutas del East End de Londres, en 1888. Ahora, una larga investigación ha arrojado luz sobre la identidad de este criminal, y así se han hecho eco varios medios británicos: Jack el Destripador era un oficial de la Policía Metropolitana de Londres, un retorcido agente que odiaba a las mujeres.
NOTICIAS RELACIONADAS
- HistoriaTraidor a España: el turbio ideario de Juan Contreras en Cartagena
- La otra memoriaLa España polarizada de Franco: de Laín Entralgo a Sánchez Albornoz
- HistoriaLas duras humillaciones de España a Inglaterra: cuatro guerras en las que «se expulsó» a los ingleses de América
Estas afirmaciones las realiza Rod Beattie, historiador que ha pasado los últimos 20 años estudiando a fondo al asesino en serie. Ha rastreado archivos estatales, profundizado en documentos, y ha seguido la pista del Destripador, hasta conseguir perfilar una teoría que asegura que el infame asesino era un agente de policía agraviado. Según Beattie, el culpable de estos asesinatos misóginos fue Bowden Endacott, un oficial de la Policía Metropolitana londinense que habría estado patrullando las calles del distrito de Whitechapel, una zona que, por cierto, siempre ha sido conocida por su cantidad de delincuencia, indigencia y miseria.
«Frenesí de venganza»
Los asesinatos que constan en el currículum del terrible Jack el Destripador son los de las prostitutas Mary Ann Nichols, Annie Chapman, Elizabeth Stride, Catherine Eddowes y Mary Jane Kelly. Entre el 31 de agosto y el 9 de noviembre de 1888, estas mujeres murieron bajo un mismo «modus operandi», que fue atribuido al asesino que nos ocupa: cortes en la garganta, mutilaciones en el área genital y abdominal, extirpación de órganos y desfiguración del rostro. Una crueldad que ejercía como venganza, pues según el historiador fue la oscura historia de Jack el Destripador con las prostitutas lo que hizo que él estallara «en un frenesí de venganza».
Asimismo, el autor de este estudio asegura que el tal Endacott, quien habría sido el verdadero Destripador, ya venía demostrando su gran odio hacia las mujeres antes de aquellos horribles asesinatos: en 1887, el año anterior a que murieran las cinco mujeres, Endacott fue el centro de un escándalo nacional cuando acusó a una mujer que paseaba de noche de ser prostituta. Esto, según Beattie, alimentó con creces el odio y la ira que este agente de policía sentía hacia las mujeres, lo que le habría llevado tiempo después a matarlas de manera cruel y vil.