Se exponen más de 700 piezas coleccionadas por la difunta multimillonaria austriaca Heidi Horten, antes de una subasta benéfica que se espera que alcance los 120 millones de libras en Ginebra.
RUPERT NEATE / THE GUARDIAN
La colección privada de joyas no pertenecientes a la realeza más valiosa del mundo se expondrá en Londres a partir del sábado, antes de que comience lo que se espera sea una subasta benéfica sin precedentes de 120 millones de libras (unos dos mil millones de pesos).
Las más de 700 piezas de joyería coleccionadas por la difunta multimillonaria austriaca Heidi Horten están de gira por todo el mundo, visitando Nueva York, Singapur, Taipei y Londres, en un periodo previo a la subasta de cuatro partes que organizará la casa de subastas Christie’s en Ginebra el próximo mes y a la subasta en línea. Se expondrán al público algunas de las piezas más destacadas en la sala de subastas de St. James, en el centro de Londres, a partir del sábado y hasta el miércoles.
La colección incluye un anillo Cartier de oro blanco y diamantes que lleva engastado el Sunrise Ruby (rubí del amanecer), la gema sin diamantes más valiosa del mundo, que Horten compró en una subasta hace ocho años por 30.4 millones de dólares. El raro rubí “sangre de paloma” de Myanmar, de 25.59 quilates, es descrito por el Swiss Gemmological Institute como un “tesoro único de la naturaleza” y se espera que se venda por entre 15 y 20 millones de dólares (unos 200 y 300 millones de pesos).
También saldrán a subasta el Briolette of India (Briolette de la India), un diamante incoloro de 90.38 quilates tallado por el joyero Harry Winston, y un collar de tres vueltas de perlas naturales con un broche de diamante rosa de 11 quilates, cuya venta se calcula entre 7 y 10 millones de dólares (unos 100 millones de pesos).
En total, se espera que la colección supere los 150 millones de dólares (unos dos mil millones de pesos), lo cual la convertiría en el conjunto de joyas más valioso jamás vendido en una subasta, eclipsando los 116 millones de dólares por los que se vendió la colección de Elizabeth Taylor en 2011 y los 109 millones de dólares por los que se vendió la colección de la familia gobernante de Qatar, Al Thani, en 2019.
Rahul Kadakia, jefe internacional de joyería de Christie’s, describió los tesoros de Horten como “la colección única en la vida”. “Desde Bulgari hasta Van Cleef & Arpels, desde una pequeña pieza de recuerdo personal hasta el Briolette of India, este es el sueño de cualquier coleccionista”, señaló.
Horten –que heredó una fortuna estimada en 2.7 millones de libras cuando en 1987 murió su esposo, el magnate de tiendas departamentales Helmut Horten– falleció en junio de 2022 sin herederos directos.
Se han expresado inquietudes sobre el origen de la fortuna familiar, incluidas las acusaciones de que Helmut Horten adquirió los bienes de personas judías a las que los nazis les habían confiscado sus propiedades.
Un informe sobre la colección Horten encargado por historiadores de la Universidad de Würzburg reveló que el magnate “se benefició de las circunstancias económicas que le proporcionaba el Estado nazi.
No obstante, no tomó medidas activas para ejercer presión sobre los vendedores judíos”.
Todas las ganancias de la subasta de Christie’s se destinarán a la fundación Heidi Horten Foundation, que ella creó en 2020 para financiar un museo de arte público en Viena que albergara su vasta colección de arte y para financiar investigaciones médicas.
Horten murió pocos días después de inaugurar el museo Heidi Horten Collection, que incluye obras de Francis Bacon, Gustav Klimt, Damien Hirst, Egon Schiele y Pablo Picasso.
Horten, que en su juventud fue una entusiasta patinadora artística, fue una fanática del hockey sobre hielo durante toda su vida y apoyó al equipo austriaco EC-KAC, al que supuestamente donaba 3 millones de euros (unos 60 millones de pesos) al año.
El equipo nombró su nuevo estadio en honor a Horten.