Por Itandehui Rodríguez Martínez
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¿No extrañan las bardas de Los Lamas y Yaguarú? La verdad es que nunca me fijé mucho en ellas y menos soy el público objetivo de los sonideros, pero eran bastante coloridas. Ahora todas se ven color guinda y Puebla dejó de ser de los Ángeles para convertirse en Puebla de las bardas.
Por todos lados vemos bardas pintadas de Leobardo Rodríguez, de Alejandro Armenta, de Nacho Mier y anexos. No cabe duda que él y la que respira, aspira y tienen el legítimo derecho, pero se acabaron los espacios para los grupos y otros temas. Ahora todo es política.
El colmo de los colmos es que hasta Norma Layón tenga bardas en Puebla… ¿Alquien podría ayudarme a recordarle que la corrupción también mata? ¿Ya se le olvidó que dos personas murieron por el tanque de agua que colapsó el año pasado en San Martín Texmelucan?
¿En serio piensa que votaríamos por una persona que por hacer como que le da mantenimiento a las cosas, provocó la muerte de dos poblanos? Yo sí tengo memoria, no sé Ustedes.
Y en medio de toda esta saturación de bardas de aspirantes ligados al lopezobradorismo y de todos los espectaculares y de todos los espacios que están ocupando, viene la pregunta del millón… ¿El PAN y el PRI están mancos?
O sea, ya sabemos que el PRI está prácticamente borrado en la capital. Sabemos que difícilmente podrán hacer algo. Es más, sabemos que serán satélite de quién le convenga mantener la marca con vida, pero ¿el PAN planea contender en el 2024? Porque con las dirigencias anteriores se veían “salpicadillas” las bardas, algunos espectaculares para promoverse. Se supone que para eso les llegan prerrogativas y presupuesto que debería estar dedicado a promover ese instituto, pero ahora no hay nada de eso.
Bueno, hasta el PRD tiene espacios y eso que ya solamente les quedan las franquicias de Puebla y Huauchinango. Incluso se me ocurre algo, si Carlos Martínez se asociara con Italian Coffee, tendrían más presencia territorial de lo que tiene ahora. Ya voy a empezar a cobrar por ideas.
El punto es que el PAN está desaparecido y la presidenta, Augusta Díaz de Rivera no está destinando los pesos para la publicidad de su partido. Es comprensible la molestia de varios militantes al señalar que hay inversión en sus instalaciones pero no en su marca, tienen razón. Están viendo cómo Morena se los está comiendo territorialmente y ni las manos meten.
Ver bardas azules entre las miles de guindas que hay, rompería con la monocromía de las que vemos hasta ahorita. Pero además nos haría pensar que van a intentar dar la batalla en Puebla, porque hoy, pareciera que el PAN está dispuesto a cederle todo a Morena. Y si es el plan, está bien, pero deberían dejar de hacerle creer al electorado si son o no son una opción en el 2024.