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Léa Seydoux: «Me gusta mostrarme al natural y sin maquillaje, el desnudo es hermoso» | El Mundo

Es a la vez la más internacional y la más francesa de las actrices francesas. Ahora estrena el prodigio triste y luminoso ‘Una bonita mañana’, de Mia Hansen-Love

La actriz Léa Seydoux.Samir Hussein

LUIS MARTÍNEZ / París / EL MUNDO

La gracia de todo enigma que se precie no se encuentra tanto en la solución del misterio como en la evidencia de su perplejidad. Léa Seydoux (París, 1985) puede presumir a la vez de ser la más rutilante e internacional de las estrellas francesas sin renunciar en la misma medida a ser actriz fetiche (o casi) de gente tan diversa y exclusiva como Bruno Dumont, Arnau Desplechin o, ahora mismo, Mia Hansen-Love. Su papel en el milagro Una bonita mañana, que se estrena ahora, colocan a la heredera por igual de los imperios cinematográficos de Pathé y Gaumont (por su abuelo y tío abuelo, respectivamente) del otro lado, de la parte del cine de autor más relevante. Igual presta su imagen a Louis Vuitton que se declara enemiga del lujo. Es chica Bond con la misma autoridad que se define feminista. Y así. Así es Léa Seydoux, un enigma que habla francés.

PREGUNTA: ¿Cómo se pasa de una superproducción tipo Dune a una película casi de cine-guerrilla como Una bonita mañana?

RESPUESTA: Imagino que ésa es la gracia de ser actriz: poder hacer cosas diferentes. En cualquier caso, mi sitio, donde más cómoda me encuentro, es en películas como ésta. Soy una persona a la que no le gusta el artificio para nada. Me fascina la naturalidad porque creo que es ahí donde se encuentra la belleza.

P: Sin embargo, pocos mundos se antojan más artificiales que el de su profesión…

R: El cine no es muy diferente que la propia sociedad que vivimos. Hoy en día con las redes sociales todo es pose, impostura… todo el mundo se ofrece a los demás no cómo es sino como le gustaría ser. Hay mucha cirugía estética en sentido literal y figurado. Vivimos completamente obsesionados con controlar la imagen que damos a los demás. Por eso me gusta mostrarme completamente al natural, sin maquillaje de ningún tipo, desnuda… El desnudo es hermoso. Y es raro porque por un lado se ven innumerables desnudos, pero muchos de ellos son falsos desnudos.

P: Habla de la obsesión de la sociedad con la imagen y con la juventud, y pienso en el modo en el que renunciamos a pensar en la muerte, que, de algún modo, es de lo que trata la película.

R: Sí, eso es así. Y estoy convencida de que buena parte de nuestras ansiedades tienen que ver con ello, con la negación de la muerte. A mí personalmente me gusta hablar de ella. Me perturba, pero me hace sentir más viva, más consciente de mis privilegios. Creo que es instructivo y hasta bueno hablar de la muerte. Al fin y al cabo, todo se resume en algo tan básico como que la vida no tiene sentido sin la muerte.

P: La película tiene mucho de la propia vida de la directora y de cómo vivió la muerte de su padre enfermo de Alzheimer. Me pregunto si usted ha pasado por algo parecido en su vida.

R: Más allá de las coincidencias biográficas, con lo que me identifico de mi personaje completamente es con su voluntad de rebelarse. Y creo que en esto coincidimos todas las mujeres independientemente de cuál sea nuestra situación de privilegio. La historia de cualquier mujer, en mayor o menor medida, es la historia de una rebelión en una sociedad que no está pensada ni construida para nosotras, sino en buena parte contra nosotras.

Imagen de la película ‘Una bonita mañana’, dirigida por Mia Hansen-Love.Elastica Film

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P: ¿Se reconoce en la imagen que proyecta de sí misma en los medios?

R: En absoluto. La imagen de Léa que aparece en las revistas es falsa, yo no soy esa… Hay un abismo entre ésa y yo. Yo jamás me pongo maquillaje. Pero tengo que confesar que disfruto interpretando el papel de alguien que no soy para nada.

P: ¿No hay algo esquizofrénico en lo dice?

R: No es esquizofrénico si lo haces con humor. Disfrazarse es divertido; es frívolo; es solo un juego.

P: En cualquier caso, siempre hay una responsabilidad en la imagen de la mujer que se proyecta. Imagino que no es lo mismo dar vida a un personaje en una película de Hansen-Love que hacer de chica Bond…

R: Sí, sin duda. Pero la propia expresión «chica Bond» ya no significa lo mismo que antes. Las películas de Bond se han hecho cargo también del cambio que ha vivido la mujer en la sociedad. Ni la mujer es simplemente la madre que cuida los hijos como antes ni un simple objeto de deseo como ocurría en muchas de las películas que antes veíamos con la mayor naturalidad. Eso es lo grave: que todo ese imaginario de Bond se viviera como algo completamente normal y admisible.

P: ¿Qué cree que hay que hacer entonces con todo ese pasado, nuestro pasado?

R: Imagino que basta con hablarlo y que seamos conscientes de lo sucedido. No digo que haya que dejar de ver todas esas películas de espías. Hay que verlas con consciencia crítica. No se puede pretender que no pasa nada. Sin ir más lejos, yo ahora estoy leyendo a mi hijo Las aventuras del pequeño Nicolás, de Gosciny y Sempé. Son geniales. Yo me crié con ellas. Pero te das cuenta de que la mujer, la madre del protagonista, está siempre en la cocina o maquillándose, mientras los hombres están o hablando de negocios o a sus cosas. Está claro, o por lo menos yo así lo veo, que no puedo dejarlo pasar. No podemos dejarlo pasar. Nos encantan esos libros, pero la imagen que da de las mujeres es deplorable. Y hay que decirlo.

P: Por agotar el asunto Bond, es cierto que el nuevo Bond es un hombre que de alguna manera discute su propia hombría, por así decirlo. Y como él mucho héroes del pasado. ¿Qué opina de ello?

R: Me gusta tanto que los hombre hablen y discutan su virilidad como que las mujeres pongan en entredicho su esencia más íntima. Tanto una como otra, tanto la masculinidad como la feminidad, son muy frágiles y está bien cuestionarlas y, llegado el caso, intercambiarlas. Quizá esta sea la manera de que nos entendamos mejor y de que nos tratemos mejor todos. Pero todo ello sin anular las diferencias. Es maravilloso que haya hombres y mujeres, que haya dos sexos, que haya diversidad.

P: Usted está ligada al cine desde que era una niña. Digamos que nació dentro de él. ¿Qué es el cine para usted?

R: No quiero ponerme demasiado seria, pero realmente es algo en lo que creo. Diría que es casi una forma de fe. Con el cine te cuestionas el mundo a la vez que creas belleza. Y creo sinceramente que sin la belleza es imposible vivir.

Fuente: https://www.elmundo.es/cultura/cine/2023/03/30/64245b3ee4d4d8a80e8b45e6.html

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