Investigadores consideraron que la salida de Osorio Chong del GPPRI demuestra que Alejandro Moreno ha sido incapaz e generar un ambiente de colaboración y dialogo al interior de ese partido y que no ha podido sanar la cicatriz de la pérdida de gubernaturas y congresos locales.
ADOLFO SÁNCHEZ VENEGAS / EL INDEPENDIENTE
La salida de Miguel Ángel Osorio Chong del grupo parlamentario del PRI del Senado de la república, demuestra el divisionismo que arrastra este partido desde 1988 y de cuya crisis interna no ha podido salir, por la falta de figuras de peso y de liderazgos. Esta esta situación afectará más tarde que temprano a la alianza opositora de cara a las elecciones en el estado de México y Coahuila, pero, sobre todo, en el 2024 donde estará en juego la Presidencia de la república, la mayoría en el Congreso de la Unión, 9 gubernaturas y 30 congresos locales.
Asimismo, ha quedado demostrado que Alejandro Moreno Cárdenas ha sido incapaz de generar un ambiente de colaboración, diálogo y armonía con los grupos que existen al interior del Revolucionario Institucional y ha tomado el camino de la confrontación para que pierdan presencia, lo cual es dañino para un partido político en donde se requiere escuchar la voz de otras corrientes, ya que de esa manera se fortalece internamente.
También, es un claro ejemplo de que no ha podido sanar las cicatrices que ha generado la actual dirigencia nacional como son la pérdida de gubernaturas, congresos locales y la salida de destacados priistas que han preferido cambiarse de partido o alejarse del PRI y esta es una situación que vive el partido bajo la batuta del ex gobernador de Campeche.
Con esta crisis interna que vive este partido que llegó a gobernar al país por más de 70 años hasta perder la mayoría en la Cámara de Diputados en 1988 y la Presidencia 12 años después, se puede observar que no hay un liderazgo real que restituya esa unidad que le dio tanta fortaleza por muchas décadas y ahora vive inmerso en un grave divisionismo del cual no ha podido salir.
El cambio de coordinador del Grupo Parlamentario del PRI en el Senado de la república, es el ejemplo más claro de este fenómeno y que se ha repetido también en los otros partidos de oposición, como son el PAN y el PRD.
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De acuerdo con políticos y académicos se requiere de una oposición fuerte y unida para hacer frente a una mayoría que ha presentado propuestas a los mexicanos, mientras los partidos de oposición carecen de opciones para atraer a los electores.
El ex consejero del Instituto Nacional Electoral y presidente del entonces Instituto Electoral del Distrito Federal, Javier Santiago Castillo consideró que es evidente que el grupo político de origen peñista está dividido, ya que tanto Alejandro Moreno Cárdenas como Miguel Ángel Osorio Chong fueron impulsados en su momento por Enrique Peña Nieto, con el objetivo de impulsar un cambio generacional en el Revolucionario Institucional.
Sin embargo, dijo, es de llamar la atención que con la destitución del ex secretario de Gobernación como coordinador del GPPRI en el Senado de la República, la ex dirigente de la CNC y embajadora, Beatriz Paredes Rangel, haya optado por abandonar su postura crítica en contra del actual dirigente del PRI y se sumó a la mayoría de senadores que optaron por un cambio en la coordinación.
Lo que se observa, dijo, es que la actual dirigencia priista teje nuevas alianzas con viejos militantes para remover a Osorio Chong a cambio de candidaturas para el próximo proceso electoral de 2024.
Con ello, advirtió, lo único que genera es que el partido se divida aún más de cara a las elecciones presidenciales del año próximo y obliga a Osorio Chong a refugiarse en su estado para buscar el acercamiento con su grupo político y buscar el apoyo de otros priistas inconformes con la actual dirigencia.