La mañana de este jueves, 23 de febrero, el Santo Padre se reunió con los jóvenes sacerdotes y monjes de las Iglesias ortodoxas. En el discurso entregado y no pronunciado a causa de un fuerte resfriado, el Papa explica las tres dimensiones del camino ecuménico. Además, el Pontífice dirige su mirada a las víctimas del terremoto en Siria y Turquía y pide a la comunidad internacional que actúe por el bien de estas poblaciones.
FRANCESCA SABATINELLI / VATICAN NEWS
Peregrinación, diálogo y deseo: son los tres elementos del camino ecuménico, del recorrido de los cristianos hacia la plena comunión. El Papa Francisco lo señaló a los jóvenes sacerdotes y monjes de las Iglesias ortodoxas orientales recibidos en audiencia la mañana de este jueves, 23 de febrero. Si los cristianos caminan juntos, explica el Papa en el discurso entregado y no pronunciado a causa de un fuerte resfriado, estarán acompañados por Cristo, que acompañará, motivará y llevará a término su camino.
“Del mismo modo – se lee en el discurso – el desánimo y la autorreferencialidad impiden a los cristianos de distintas confesiones ver lo que les une, reconocer a Aquel que les une. Así pues, como creyentes debemos creer que cuanto más caminemos juntos, más nos acompañará misteriosamente Cristo, porque la unidad es una peregrinación común”.
La fuerza del diálogo
El segundo elemento es el diálogo: diálogo de caridad, diálogo de verdad, diálogo de vida.
“Esto nos muestra que el diálogo entre cristianos se basa en la Palabra de Dios, que el Señor Jesús nos hace comprender con la luz de su Espíritu”.
El deseo prevalece sobre los intereses partidistas
El tercer elemento es el «deseo de unidad con la oración, con todo el corazón y todas las fuerzas, con insistencia, sin cansarse», porque no basta con caminar y dialogar si «se apaga el deseo de unidad» y «todo se convierte en algo debido y formal».
“Esto es quizá lo que más hace falta hoy a los cristianos de las distintas Confesiones: un deseo ardiente de unidad, que se anteponga a los intereses partidistas”.
Terremoto, sanciones no obstaculicen la ayuda
Si las tres dimensiones -peregrinación, diálogo y deseo- viven en el camino ecuménico, concluye el Papa Francisco, se llegará a un «testimonio creíble del Crucificado resucitado», con la esperanza de que la comunión «crezca en el diálogo fraterno, que se renueve en cada uno un ardiente deseo de unidad». A continuación, el pensamiento del Papa se dirigió a las víctimas del terremoto en Siria y Turquía.
“Algunos de ustedes vienen de la tribulada Siria; quisiera expresar una particular cercanía a ese querido pueblo, probado no sólo por la guerra, sino también por el terremoto que, como en Turquía, ha causado tantas víctimas y una terrible devastación. Ante el sufrimiento de tantos inocentes, niños, mujeres, madres, familias, espero que se haga todo lo posible por la población, que no haya razones ni sanciones que obstaculicen la ayuda urgente y necesaria a la población”.