El intrigante artista ha confirmado que el mural aparecido en Margate (Inglaterra) es suyo, y funciona como un claro alegato contra la violencia doméstica en pleno día de los enamorados
CONCHA GARCÍA / LA RAZÓN
El amor es romántico, correspondido, bello, atractivo, diverso, dulce… pero también puede ser tóxico, incómodo, incluso agresivo. Es conocida la frase de que «del amor al odio hay un paso», pues la fina línea que separa ambos extremos hace que a veces se entrelacen y confundan, que del roce se haga el cariño o que del cariño surja la disputa. Y el arte siempre será testigo y reflejo de cada una de las modalidades del amor. Hoy se celebra el día de San Valentín, jornada por excelencia de la celebración del amor, en el que las parejas y enamorados celebran los sentimientos que comparten, y que las calles y restaurantes se tiñen del rojo pasión de los corazones. No obstante, es necesario contar con ese toque de atención, esa llamada a poner los pies en la tierra, y a asimilar que el amor no siempre es positivo para todos. Es por ello que Banksy ha aprovechado el día de San Valentín para recordar el sufrimiento que puede conllevar para tantas personas el vincularse con otras. Lo ha hecho, además, de manera radical, pues su nueva obra, que ha aparecido en la ciudad británica costera de Margate, en Kent, hace alusión ya no a un amor tóxico, sino más bien a uno abusivo, al que conlleva violencia y maltrato.
El intrigante artista ha titulado la pieza «Máscara del día de San Valentín», y en ella se observa a una ama de casa de, por su ropa, los años 50, con un ojo hinchado y amoratado, una sonrisa sin algún diente, y encerrando el cuerpo de un hombre en un congelador. El título, de hecho, hace alusión a lo irónico del arte de Banksy, pues la máscara del día de San Valentín bien puede ser el rostro agredido de la mujer, o bien la sonrisa que se desprende en una jornada dedicada al amor y, en parte, a las apariencias. La imagen impacta, y su mensaje se consolida como un recordatorio de la lucha contra la violencia hacia las mujeres, aún en un día como el 14 de febrero, que todo parece ser color de rosa: la protagonista del mural se deshace de su marido, quien le ha agredido y maltratado, y a quien pierde al fin de vista. Además, la ubicación no es casual, pues según el noticiario local «Isle of Thanet news», la obra está ubicada en Grosvenor Place, junto al Dreamland Margate, un parque de atracciones que se menciona en la autobiografía de Tracey Emin, «Strangeland». Una obra donde la autora y dibujante relata los abusos que ella misma sufrió.
Banksy ha reconocido que la obra es de su autoría tanto en redes sociales como en su página web oficial, publicando una imagen general de su nueva obra, así como el detalle del rostro de la mujer. Un gesto que se considera como un claro alegato contra la violencia doméstica, y que no sería el primero que se realiza en vísperas y durante el día de San Valentín, pues se considera como una jornada en la que se acentúan, si cabe, este tipo de situaciones agresivas y violentas.