Los Periodistas

Crece la Narcopolítica | El Independiente

Estos grupos del crimen organizado tienen una gran capacidad para penetrar en los asuntos políticos, influencia corruptora y de violencia.

JOSÉ VILCHIS GUERRERO / EL INDEPENDIENTE

En el plano de la seguridad, los cárteles de la droga son un factor de presión de Estados Unidos a México porque afecta a su población, porque causa la muerte a más de cien mil adictos cada año en la frontera; son grupos altamente organizados, con gran capacidad de violencia y para corromper no sólo a los políticos sino a grupos de la sociedad, afirmó Edgar Ortiz, especialista en seguridad.

“Estos grupos del crimen organizado tienen una gran capacidad para penetrar en los asuntos políticos, influencia corruptora y de violencia. Es una contracultura mexicana que va en contra de la dignidad de los ciudadanos; que puede penetrar en las instituciones políticas y corporaciones de seguridad. Además, una potencialidad extrema de expansión no sólo a los países de América, sino de Europa y de todo el mundo”, añadió.

Académico de la UNAM y del Instituto Nacional de Administración Pública, doctor en Políticas Estratégicas del Desarrollo, especialista en Seguridad Nacional y Asuntos Políticos vinculados a Seguridad Internacional, Edgar Ortiz es miembro del Sistema Nacional de Investigadores. Señala en entrevista con El Independiente que los cárteles de la droga representan la contracultura mexicana que va contra la dignidad de los ciudadanos.

Los cárteles mexicanos se han extendido a América y Europa. Algunas empresas ya quisieran tener esa capacidad de expansión. Es un problema nacional, pero también global. “Por la magnitud del crimen tiene varias características: cada vez se va organizando, diversificando y se va sofisticando en sus estrategias de carácter delictivo como en sus estrategias de carácter financiero y para penetrar en los asuntos políticos”.

Por la magnitud de sus actos delictivos, el crimen organizado se ha hecho de mayores recursos económicos que le permiten una mayor capacidad de operación; le permite ejercer mayor violencia y una mayor capacidad corruptora no sólo a los políticos, sino a la sociedad misma y de esa forma va creciendo una narcocultura, o anticultura, una contracultura que va en contra de todos los principios de la dignidad humana especialmente de los mexicanos, sostiene el especialista.

“Esta capacidad corruptora, promotora de un estilo de vida, que puede penetrar en las instituciones de carácter político, administrativas y en las fuerzas de seguridad, les ha permitido a los cárteles expandirse no sólo a países de América, sino de Europa y de todo el mundo y se comportan como empresas transnacionales legalmente establecidas que se hacen aliados de otros grupos criminales de otros países”.

A estas alturas, comentó, “ya estamos hablando de un crimen transnacional, y cuando no logra sus objetivos de mayores ganancias económicas, despliega sus capacidad para diversificarse en otras actividades delictivas como la trata de personas, la extorsión, secuestro y cobro de piso, actividades que lo convierten ya no solo en un problema para las corporaciones federales o estatales, sino en un problema de seguridad nacional porque estos individuos ponen en riesgo tanto la soberanía del Estado Mexicano y la seguridad de las comunidades, porque se comportan como fuerzas de ocupación”.

Estos grupos criminales usurpan funciones del Estado y dejan a la población desprotegida y a su merced. Afectan la seguridad nacional porque atentan contra las instituciones, a la democracia pues atentaron contra los candidatos en las elecciones del año pasado en que han recurrido a tácticas de terrorismo como en Guadalajara y Zacatecas para presionar a las autoridades.

Hay municipios de Zacatecas y Michoacán donde la gente ya no vive en sus casas, que abandonan para migrar a Estados Unidos para pedir asilo político por haber sido víctimas de extorsión y fueron desplazados bajo amenazas de estos grupos, “como si estuviéramos en estado de guerra en pleno siglo XXI en que buscamos sociedades más justas”. 

El Estado mexicano tiene que actuar como ya lo hizo en Sinaloa para capturar a Ovidio Guzmán con el apoyo de las fuerzas armadas; la primera ocasión en que fue liberado fue por una decisión política que en su momento fue correcta, pero se interpretó como un “estado fallido”, pero este año fue posible esa captura, pero el crimen es un negocio que sigue funcionando sin sus líderes.

Es importante que el Estado Mexicano junto con Estados Unidos se unan para desarticular a estos grupos en el plano financiero, para neutralizarlos. Y también concientizar a la sociedad de que estos grupos son la cultura de la muerte; son nuestros enemigos y es una tragedia de la que hay convencer a la sociedad en un trabajo constante de un combate seguro en el que se sume la sociedad para disminuir el consumo de estupefacientes.

Fuente: https://elindependiente.mx/nacional/2023/01/18/los-carteles-mexicanos-incrementan-la-narcopolitica-son-un-problema-global-para-la-seguridad-segunda-parte/

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio