Unidos en una sola voz pidamos que se garantice la seguridad y libertad de expresión de los periodistas, quienes ven amenazada su vida por el ejercicio ético del periodismo.
EDITORIAL DESDE LA FE
El Papa Francisco ha dicho que “la misión de los periodistas es explicar el mundo, hacerlo menos oscuro, hacer que los que viven en él le tengan menos miedo y miren a los demás con mayor conciencia, y también con más confianza”. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando son los periodistas los que viven en constante miedo?
México es considerado el país más peligroso para los periodistas, pues de acuerdo con datos de Reporteros sin Fronteras y Statista, por cuarto año consecutivo, México suma once periodistas asesinados, cerca del 20% del total mundial.
Este número es aún más alarmante cuando hablamos de aquellas personas que se encargan de cubrir y denunciar abusos a los derechos humanos: entre 2018 y 2022 se han registrado al menos 97 asesinatos perpetrados en contra de activistas.
Por eso hacemos un llamado a las autoridades a considerar prioritaria la labor que realizan estos hombres y mujeres, que dan sus vidas alzando la voz por quienes no pueden; y a reforzar los mecanismos y protocolos que los protegen.
A los fieles creyentes e Iglesia peregrina les invitamos a unirse en oración por los periodistas asesinados, desaparecidos y todos aquellos que han sido víctimas de un atentado simplemente por divulgar información de interés público.
Este domingo 15 de enero, la Arquidiócesis Primada de México se suma a la iniciativa de la Conferencia del Episcopado Mexicano de invitar a todas las parroquias y movimientos laicales a sumarse dentro de las celebraciones eucarísticas a la Jornada de Oración Mensual pidiendo a Dios por los periodistas, defensores de los derechos humanos y para que cada uno de nosotros sepamos, desde nuestro entorno, construir la paz en México que tanto anhelamos.
Unidos en una sola voz pidamos que se garantice la seguridad y libertad de expresión de los periodistas, quienes ven amenazada su vida por el ejercicio ético del periodismo, y oremos por aquellos que han fallecido, así como por quienes viven bajo un ambiente de miedo y con el temor constante que causa la violencia y la inseguridad.