Por Fernando Manzanilla Prieto
En unos días termina el 2022, un año que sin duda ha estado lleno de retos, pero también de logros alcanzados que nos han permitido cumplir nuestras metas. Hoy que estamos en la víspera de 2023, tradicionalmente usamos estas fechas para plantearnos nuevos propósitos que guíen nuestro andar en el año que tenemos en puerta.
Es por ello que, en esta última colaboración de este año, aprovecho para hacer un recuento de los retos que considero imprescindible tener presentes para el 2023, no sólo para tener un mejor año, sino sobre todo para tener una mejor vida.
El primero de ellos, debe ser el considerar la encomienda de abonar con nuestras acciones y hábitos a mejorar el planeta, ya que no sólo es el lugar donde vivimos, sino que además necesitamos de su biodiversidad para tener una buena calidad de vida.
Para ello es necesario plantearnos el reducir las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, los cuales, si bien en su mayoría son producidas por las grandes industrias, desde nuestra trinchera también podemos abonar a esta encomienda.
En este sentido, el reto para el año venidero deberá incluir llevar a la práctica hábitos como el reducir el uso de plásticos y de artículos desechables, además de reciclar y reutilizar los desechos que se obtienen de diversos recipientes y aditamentos de uso diario.
Asimismo, será necesario intentar disminuir el uso del automóvil e incluso, de ser posible, plantearnos la utilización de la bicicleta como medio alternativo de transporte, la cual además de abonar a la ecología, nos permite poner en movimiento el cuerpo y con ello tener una mejor salud.
De igual manera, es importante tratar de dar el mayor uso posible a los aparatos y dispositivos electrónicos, lo cual no sólo abonará a generar menos desechos y a mermar la llamada “obsolescencia programada”, sino también a no caer en prácticas consumistas que afectan nuestro bolsillo.
Otro propósito muy importante a plantearnos para el 2023 debe ser el intentar comprar productos locales, con lo cual no sólo abonaremos a la economía de los pequeños productores y a reactivar el mercado local, sino también a consumir productos más orgánicos y artesanales.
Desde luego, una de las principales metas a lograr debe ser la de mejorar las finanzas personales. En este sentido, no basta con desearla, sino se debe trabajar de manera planificada para lograrla, por lo que desde antes de que inicie el año será importante realizar un plan estratégico que nos permita visualizar deudas, ahorros e inversiones.
Ya que no sólo se trata de contar con un fondo de reservas para enfrentar los embates económicos del año venidero, sino de volver productivos nuestros ahorros invirtiendo en proyectos o emprendimientos que nos permitan obtener rendimientos y con ello crecimiento económico.
Y es que las predicciones financieras para el 2023 no son favorables en muchos sentidos, sin embargo, también es un hecho que podemos lograr encontrar oportunidades para afrontarlas e incluso coadyuvar a que quienes nos rodean tengan acceso a una mejor economía familiar.
Pero, sobre todo, el mayor reto que debemos plantearnos para el 2023 debe ser apostar a contar con un mejor bienestar que nos permita estar bien de manera integral, tanto en el ámbito físico, mental, emocional y espiritual.
Porque no es posible estar bien en lo comunitario, sino se está bien en lo personal. Para ello será necesario cuidar la salud, con buenos hábitos alimenticios y de activación física, como es hacer deporte diariamente, así como realizándose revisiones médicas periódicas.
Desde luego, también será necesario procurar una buena salud mental y emocional, a través de prácticas de meditación, relajación e incluso acudiendo a un terapeuta o psicólogo que de manera profesional nos pueda guiar en este camino.
Asimismo, debemos plantearnos el propósito de poner en el centro el bienestar espiritual, a través de la reflexión de nuestras creencias y una introspección personal a nuestro interior.
Porque si bien en cada año que inicia tenemos la oportunidad de replantearnos las metas a alcanzar, a través de los propósitos, también podemos establecer la ruta a seguir para lograrlos.
Por ello, mi propuesta es que para la elaboración de los propósitos nos tomemos el tiempo para establecerlos a partir del planteamiento de metas realistas y sobre todo de los recursos con los que contamos para llevarlos a la práctica.
Estoy convencido que este 2023 será un buen año para todos y todas, ya que a pesar de los retos y vicisitudes a los cuales nos pueda enfrentar, también contamos con la capacidad para sacar ventaja de ellos y aprovechar las oportunidades.