Actúa sobre la expresión de más de 300 genes y controla procesos clave en nuestro organismo, por lo que muchos expertos la consideran, más que una vitamina, un complejo sistema hormonal
BOTICARIA GARCÍA / EL MUNDO
En la Inglaterra industrial de principios del siglo XX el raquitismo arrasaba con proporciones epidémicas entre los niños. Sir Edward Mellanby demostró que esta enfermedad podía mejorar con suplementos de aceite de hígado de bacalao y así ‘nació’ la vitamina D (la bautizaron con esta letra al ser la cuarta en ser descubierta).
La realidad es que, además de su papel protagonista en la absorción de calcio, esta vitamina también actúa como directora de orquesta sobre la expresión de más de 300 genes. Son genes relacionados con cuestiones tan relevantes como el control de la presión arterial, la defensa frente a bacterias o virus, el sistema inflamatorio, la resistencia a la insulina… Entre otros motivos, el hecho de que la vitamina D tenga capacidad para ‘poner orden’ en tantos procesos clave en nuestro organismo ha llevado a muchos expertos a considerarla, más que una vitamina, un complejo sistema hormonal. Recordemos la particularidad de que no solo se obtiene a través de la alimentación, sino que también se sintetiza en la piel gracias al sol.
Estas son las 10 preguntas más frecuentes sobre la vitamina D:
1. ¿CUÁLES SON LOS NIVELES ADECUADOS DE VITAMINA D?
El nivel mínimo requerido para la población general está entre 20-30 ng/ml. En personas mayores se requieren niveles por encima de 30 ng/ml para una buena función ósea. Es importante no tener déficit ni exceso, sino ajustarse a los niveles adecuados.
2. ¿EN ESPAÑA NOS ESTAMOS QUEDANDO CORTOS?
Sorprendentemente en España, un lugar donde el sol nos acompaña gran parte del año, existe un importante déficit de esta vitamina. En un estudio en población sana y joven se encontró un déficit del 50%. Las causas pueden estar, por un lado, en los cambios en los estilos de vida: menos puestos de trabajo en el campo y más ‘a cubierto’, mayor sedentarismo en niños y adultos, aumento del uso de fotoprotectores… Por otro lado, a diferencia de lo que ocurre en otros países, en nuestro país no se suplementan de manera generalizada algunos alimentos. Todo ello hace que sea complicado obtener los niveles adecuados exclusivamente a través de la alimentación.
3. ¿CUÁNTO DEBERÍAMOS EXPONERNOS AL SOL PARA ALCANZAR LOS NIVELES DE VITAMINA D?
La fotoprotección, imprescindible para evitar distintos tipos de cáncer, puede suponer un freno para la síntesis de vitamina D a partir del uso de factor de protección solar 8. Por este motivo, valorando el beneficio-riesgo, se recomienda la exposición durante unos 15 minutos en una superficie de piel equivalente a toda la espalda o brazos y piernas. Y a ser posible, la mayoría de los días. ¡Importante! En nuestro país, por su latitud, solo podemos producir vitamina D durante los 6 meses en torno al verano. En invierno los rayos no tienen una inclinación suficiente para producirse vitamina D en la piel.
4. ¿EXISTE RELACIÓN ENTRE VITAMINA D Y CÁNCER?
Por ejemplo, y aunque es necesario realizar mayor investigación sobre este campo, se ha encontrado una mayor mortalidad por cáncer de colon y de mama en países con bajos niveles de vitamina D. Y es que la vitamina D o ‘sistema hormonal D’ controla genes muy necesarios para la diferenciación y proliferación celular. También nos permite luchar contra los daños del exposoma, que es el conjunto de exposiciones a las que una persona está sujeta desde que nace hasta que muere (dieta, estilo de vida, entorno, factores biológicos como metabolismo, microbiota, estrés oxidativo…).
5. ¿EXISTE RELACIÓN ENTRE VITAMINA D Y COVID?
En nuestro país se han desarrollado estudios pioneros con calcifediol, como el realizado en Córdoba por el grupo del doctor Quesada que demuestra que tener niveles suficientes de vitamina D se relaciona con una mejor evolución del Covid. En concreto, la administración de calcifediol (25-OH-vitamina D) mejoró notablemente el pronóstico de Covid-19 en pacientes ingresados en UCI. ¿Cuál podría ser la explicación? La hormona D afina la inmunidad innata y regula la inmunidad adquirida. De esta forma, consigue reducir la famosa ‘tormenta de citoquinas’ y que la primera línea de defensas sea más certera.
6. ¿EXISTE RELACIÓN ENTRE VITAMINA D Y SALUD CARDIOVASCULAR?
Sí, entre otros mecanismos la vitamina D es capaz de actuar sobre la renina (una hormona que se produce en los riñones) y consigue disminuir la presión arterial.
7. ¿EXISTE RELACIÓN ENTRE VITAMINA D Y DIABETES?
Sí, nuestra protagonista también favorece la producción de insulina y permite que se reduzca la resistencia a la insulina en el músculo o el tejido adiposo. Hay estudios que apuntan a que las personas con prediabetes tienen más riesgo de hacerse diabéticas si tienen deficiencia de vitamina D.
8. ¿EXISTE RELACIÓN ENTRE VITAMINA D Y FERTILIDAD?
Existen numerosos estudios que apoyan una asociación, tanto en mujeres como en hombres, entre la vitamina D y la fertilidad. Ante la duda, las personas que estén buscando un embarazo deben consultar con su ginecólogo.
9. ¿EXISTE RELACIÓN ENTRE VITAMINA D Y LA MICROBIOTA?
Aunque los probióticos son los reyes de la fiesta, poco se habla de la importancia de la vitamina D para mantener una buena permeabilidad. La vitamina D es necesaria para la salud epitelial (evita así la disbiosis intestinal, por ejemplo). Si no tenemos vitamina D las uniones de las células en el intestino son más permeables y esto genera una respuesta inflamatoria.
10. ¿DEBEMOS SUPLEMENTARNOS CON VITAMINA D?
En primer lugar es importante aclarar que el público general no debe ‘autovitaminarse’: debe ser el especialista quien valore la suplementación. ¿Cómo? Se determinará la deficiencia de 25-hidroxi vitamina D en sangre para administrar en los casos que sea necesario calcifediol o colecalciferol, que son los suplementos disponibles en farmacia. Como curiosidad, los pacientes obesos o con pieles más oscuras tienen más probabilidades de tener déficit al dificultarse en estos últimos la síntesis en la piel.
Fuente: https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/salud/2022/10/10/63402855e4d4d8d6108b4596.html