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Según la RAE, el hedonismo tiene dos acepciones «teoría que establece el placer como fin y fundamento de la vida» y la «actitud vital basada en la búsqueda del placer». Es decir, para comprender bien el hedonismo se debe partir del sentido filosófico que considera que el objetivo o la única finalidad que los humanos tienen en la vida es la búsqueda del placer y el goce en todos los sentidos.
Etimológicamente, hedonismo proviene del griego, en concreto, de la palabra ‘hedonismos’, que está formada por las palabras ‘hedone’, que significa placer y el sufijo ‘-ismos’ que puede definirse como cualidad o doctrina.
El hedonismo es una doctrina filosófica que considera el placer como la finalidad o el objetivo de la vida.
De hecho, las personas hedonistas viven disfrutando de los placeres y evitando cualquier tipo de cosa que pueda causar dolor.
Orígenes del hedonismo
Esta filosofía marca como objetivo en la vida el placer de los sentidos y existen dos escuelas precursoras en la Grecia Antigua: la escuela cirenaica y la escuela epicúrea.
La escuela cirenaica, creada por Aristipo de Cirene en los siglos IV y III a.C., defendía que no hay bien superior al placer y resaltaba el placer del cuerpo en lugar de los placeres mentales.
Por otro lado, la escuela epicúrea, formada por Epicuro de Samos, estableció que la meta máxima de cualquier ser humano debe ser el conseguir la felicidad. Esta escuela asocia el placer con la calma y la paz. Había que reducir el deseo y tratar de no obtener el placer de manera inmediata. Esta escuela se creó para perfeccionar el hedonismo. El objetivo máximo de los epicúreos es conseguir la omisión del dolor y es por eso que el placer tiene un papel más pasivo y es el individuo el que tiene que renunciar a todas esas cosas que le producen dolor y sufrimiento.
El hedonismo en la filosofía contemporánea
En la actualidad destaca como mayor defensor y seguidor del hedonismo el filósofo Michel Onfray, que apuesta por el ‘ser’ en vez del ‘tener’. Este asegura que es un hedonismo vulgar aquel que hace elogios constantes y presume de sus propiedades y riquezas. Onfray apuesta porque los hedonistas sean aquellos que disfruten plenamente de su existencia en la Tierra y que se dediquen a «oler mejor, gustar, escuchar mejor, no estar enojados con el cuerpo y considerar las pasiones y pulsiones como amigas y no como adversarias».
Otra persona que destaca por la defensa de este planteamiento hedonista es la escritora Valérie Tasso. En su libro ‘Antimanual de sexo’ deja clara esta filosofía de vida al hablar de la sexualidad humana. Tasso asegura que nuestra existencia debe ser tomada como la búsqueda del placer y que nuestro cuerpo es el aliado perfecto para ello y el tiempo es mucho más importante que el dinero.
Son muchas las religiones que critican el hedonismo. Por ejemplo, la religión católica sostiene que esta forma de pensar y de actuar atenta contra su dogma, ya que prevalece siempre el placer por encima del amor a los demás e incluso a Dios.
En definitiva, la vida hedonista destaca por la determinación y voluntad para darse gustos, guardar tiempo para realizar actividades que produzcan placer y por la intención de gozar de las emociones sin racionalizarlas.
Fuente: https://www.abc.es/bienestar/psicologia-sexo/psicologia/abci-hedonismo-202209140935_noticia.html