Salen a la luz documentos que demuestran las irregularidades del juez instructor durante el proceso
VÍCTOR FERNÁNDEZ / LA RAZÓN
A sus 88 años, Roman Polanski sigue trabajando. En estos días está ultimando la postproducción de su nueva película, «The Palace», protagonizada por John Cleese, Mickey Rourke y Fanny Ardant, entre otros. La cinta se ha rodado no muy lejos de Gstaad (Suiza), donde el cineasta tiene una casa en la que reside buena parte del año. Es desde allí donde Polanski está tratando de poner punto y final a todo el lío judicial que lo persigue en Estados Unidos desde hace ya 45 años. Esta semana se ha conocido el último acto de un caso que empezó en 1977, en Los Ángeles, cuando el autor de «Repulsión» o «La semilla del diablo» violó a una menor, Samantha Gailey, además de consumir drogas con la joven, que tenía 13 años. A partir de aquí se inició un proceso en el que Polanski fue investigado y llevado ante la Justicia. Finalmente, el realizador acabó huyendo e instalándose en Europa, donde reside desde entonces.
Roger Gunson, el fiscal en el juicio contra Polanski en Los Ángeles, admitió esta semana que intentó apartar al juez que supervisaba el caso porque no cumplía sus promesas y estaba condicionado por la presión mediática. No es una historia nueva, porque esto se había contado con detalle en el documental de HBO «Roman Polanski: Se busca». Sin embargo, ahora nos encontramos con documentos que hasta ahora permanecían clasificados, como la declaración de Gunson que le fue tomada en 2010 y que viene a darle la razón a Polanski, quien, en 1978, cuando huyó de Estados Unidos, argumentó que lo hacía porque no tendría un juicio justo.
El juez instructor del caso, Laurence J. Rittenband, ya fallecido, le aseguró a Gunson que podría alargar la condena del cineasta en prisión. Polanski pasó 42 días en la cárcel para ser examinado psicológicamente después de declararse culpable de un delito de relaciones sexuales con una menor, todo ello a cambio de que los abogados de la víctima retirasen, como así fue, las otras denuncias de violación y uso de drogas contra la voluntad de Gailey. Pese a todo, el magistrado admitió al fiscal que la presión mediática le estaba haciendo replantearse todo el caso y que quería ampliar la estancia de Polanski entre rejas. Gunson ha explicado estos días que trató, aunque sin ningún éxito, retirar al magistrado del caso. En el citado documental, la víctima de la violación aseguraba que el juez nunca se preocupó de ella sino de él mismo y de la publicidad que podía tener con todo este oscuro asunto.
El tema vuelve a la luz porque el nuevo fiscal del condado de Los Ángeles, George Gascon, solicitó hace una semana que se hicieran públicos los documentos relativos a la acusación criminal contra el cineasta polaco. El fiscal reconoció que quiere estudiar el caso «con nuevos ojos».
Por su parte, Samantha Gailey es partidaria de que se ponga fin al juicio sin el arresto de Polanski. Hace tiempo que lo perdonó, algo que ha reiterado en muchas declaraciones públicas. El caso podría estar cerca de conocer su capítulo definitivo.
Fuente: https://www.larazon.es/cultura/20220722/bbccg5mtofczzat452nh7zcio4.html