BRANDON CÓRDOVA / ENSÉÑAME DE CIENCIA
Ha pasado más de un siglo desque que Albert Einstein cambió por completo el rumbo de la física y nuestra forma de ver al universo. Gracias a su teoría de la relatividad sabemos que la gravedad es una deformación del espacio-tiempo provocada por la presencia de masa y energía. Este jueves 12 de mayo los astrónomos revelaron por primera vez la imagen del agujero negro supermasivo de nuestra galaxia, demostrando una vez más que Einstein estaba en lo cierto.
Un agujero negro se puede describir en términos simples como una región del espacio que tiene tanta masa concentrada, de manera que genera un campo gravitacional tan poderoso que ni la luz alcanza la velocidad suficiente para escapar. Y estos objetos son precisamente una robusta predicción de la relatividad general.
Para que un agujero negro se forme debe alcanzar la densidad crítica, su gravedad hace que se colapse hasta volverse un punto casi infinitamente pequeño. Es mucha masa que ocupa una región pequeña del espacio. Para que tenga una idea de la densidad extrema que se requiere, sería como compactar al Sol hasta un radio de 3 kilómetros y en el caso del planeta Tierra tendríamos que reducirla a una bola de apenas 1 centímetro de radio.
Pasaron décadas para que gane acogida, los instrumentos mejoraban y los físicos cada vez estaban más de acuerdo con esta teoría. Sin embargo, no era posible estar seguros de que estos monstruos cósmicos realmente existan. Podrían ser cualquier otra cosa. En algún momento se pudo llegar a pensar que era imposible confirmar su existencia, ya que nada, absolutamente nada escapa de un agujero negro.
No hay humano que conozca lo que ocurre en el interior de un agujero negro, las condiciones físicas pueden estar apartados de nuestra realidad y de nuestras leyes físicas cotidianas… De modo que, este resulta un buen lugar para probar nuestras teorías, ¿verdad? Efectivamente, estos lugares llevan el conocimiento humano al límite.
La teoría de la relatividad es sólida, se ha demostrado muchas veces. Actualmente es nuestra mejor herramienta para entender el universo a gran escala. No obstante, hay algo que no tiene contentos a los físicos, porque llevan decenas de años tratando de conciliar estas leyes con la mecánica cuántica. Hasta ahora, ninguna lo ha logrado completamente.
Podemos pensar entonces que algo puede estar mal con la relatividad. Eso lo han pensado muchos científicos y han buscado (siguen buscando) durante años algún fallo. Por desgracia para estos, no han logrado encontrarla, si es que la hay. Al contrario, hoy se demostró una vez más que Albert Einstein tenía razón.
La relatividad general ya nos había proporcionado información sobre algunas características de Sagitario A*, sorprendentemente ahora que hemos visto la sombra de este, los resultados son consistentes. «Lo sorprendente es lo bien que coincide el tamaño del anillo con las predicciones de la teoría de la relatividad general de Einstein», dijo en un comunicado el científico del proyecto EHT, Geoffrey Bower, del Instituto de Astronomía y Astrofísica de la Academia Sinica de Taipéi.
Es la segunda vez que se logra fotografiar un agujero negro. Con esto no solo confirma la existencia de que hay un colosal monstruo de 4 millones de masas solares descansando en el centro de nuestra galaxia, sino que ofrecerá conocimiento sin precedentes sobre lo que ocurre en el corazón de la galaxia y con estos agujeros negros supermasivos.
Veremos florecer una gran cantidad de estudios científicos en los próximos meses o años. Esto es realmente grandioso, va desde nuestra simple y cotidiana vida hasta los confines del universo. Si no valora esto es porque realmente no comprende la gravedad de la situación.
Si te perdiste la noticia sobre la primera imagen de Sagitario A*, puede leerse aquí:
¡HISTÓRICO! Los astrónomos revelan la primera imagen del agujero negro supermasivo de la Vía Láctea
Fuente: https://ensedeciencia.com/2022/05/12/mas-de-100-anos-despues-la-primera-imagen-de-sagitario-a-demuestra-que-albert-einstein-tenia-razon/