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De Nefertiti a Hatshepsut: historia de las mujeres más relevantes del Antiguo Egipto | El Confidencial

En 3.000 años, solo cinco mujeres llegaron a ser reinas-faraón. Sin embargo, las de esta lista tuvieron un papel fundamental en la época que les tocó vivir

Fuente: iStock.

ADA NUÑO / EL CONFIDECIAL

Algunos nombres de egipcias sumamente famosas han llegado hasta nuestros días, y todavía siguen formando un papel importante en el imaginario colectivo, pese al tiempo que ha pasado desde que se marcharon. No solo porque es una civilización que fascina (que también) sino porque tuvieron un papel fundamental en la época que les tocó vivir.

Por supuesto, las cosas no están muy igualadas: autores latinos como Diodoro Sículo afirman que únicamente existieron cinco reinas-faraón a lo largo de los siglos. De todas las que forman esta lista, solo una llegó a reinar (Cleopatra como reina ptolemaica, aunque gozó de muchas prerrogativas, no fue una auténtica reina independiente), sin embargo, todas ellas tuvieron la última palabra en muchos de los eventos relevantes que marcaron a la civilización que durante 3.000 años gobernó junto al Nilo.

Hatshepsut, la gran reina

La mujer que más tiempo estuvo en el trono y segunda reina de la historia, solo precedida por Neferusobek. Hatshepsut se supo rodear de las figuras idóneas para poder subir al poder y mantenerse en él. Nieta, hija y esposa de faraones, parecía destinada a gobernar, pero las cosas no fueron tan sencillas. Su esposo, Tutmosis II, tuvo un reinado muy breve y murió en plena juventud.

Hatshepsut únicamente había engendrado a una niña, por lo que la nobleza de la época propuso como candidato a un hijo que el faraón había tenido con una simple concubina y que sería nombrado rey, con el nombre de Tutmosis III. Hatshepsut se negó y declarando que el niño era demasiado pequeño para gobernar, asumió la regencia. Aunque no era algo muy inusual, nunca se había dado el caso de que una mujer asumiera el gobierno de un rey que no era ni siquiera su hijo.

Hatshepsut preparó durante un tiempo un minucioso golpe de estado y cuando subió al poder alejó de la escena política al visir Ineni, que había sido su más temible adversario

Pero no solo eso. Hatshepsut había estado preparando durante un tiempo un minucioso golpe de estado y cuando subió al poder alejó de la escena política al visir Ineni, que había sido su más temible adversario, y elevó a sus hombres de confianza a los más altos cargos. Hapuseneb, la figura política más importante de la época, unió en su persona los cargos de chaty y sumo sacerdote de Amón.

Aún más interesante es la figura de Senenmut, arquitecto y funcionario real, al que muchos expertos consideran amante de la reina y padre de su hija, Neferure. De origen humilde, consiguió convertirse en la mano derecha de la reina y edificó su magnífico templo, en Deir el-Bahari. En el propio templo se han encontrado lo que podrían denominarse unos ‘grafitis’ en los que aparecen representados Hatshepsut y probablemente Senenmut en una postura que no deja lugar a la imaginación. Algún gracioso de turno que quiso vengarse de la reina de alguna manera, mientras se construía el templo.

El trío gobernó Egipto durante 16 años, hasta la temprana muerte de Neferure. Después desaparecerían los dos principales apoyos de la reina y así comenzaría el declinar del reinado de Hatshepsut. A su muerte en su palacio de Tebas, sola y abandonada (según los registros de su momia habría padecido diabetes, obesidad y alopecia en los últimos años de su vida), su sucesor Tutmosis III borró, presa de los celos y la ira, toda la información que existía sobre el trío que durante tantos años le apartó del poder.

Nefertiti, la bella ha llegado

La bella Nefertiti es una de las figuras más misteriosas e interesantes del Antiguo Egipto. Esposa Real de Akenatón, el faraón que decidió convertir el país al monoteísmo centrado en la figura de Atón, asistió a todos los cambios sociales de su época, producto de las decisiones de su esposo. Lo que Akenatón buscaba realmente era apartar del poder a los sacerdotes y centrarlo tanto en su figura como en la de su reina.

Durante este tiempo, conocido como ‘La época de Amarna’, la capital se trasladó a la ciudad de Ajetatón (Amarna actual) e incluso se rompió con todo lo establecido en la manera de representar a los faraones: las obras que han quedado para la posteridad (mucho menos normativas) muestran a Nefertiti y su rebelde esposo en actitud cariñosa con sus hijas. Desaparece la idealización y él sale bastante desproporcionado.

¿Reinó con el nombre de Semenejkara? ¿Por qué desapareció? ¿Murió durante el reinado del joven Tutankamón? ¿Dónde está enterrada?

A la muerte del primer y único faraón monoteísta, condenado a la Damnatio memoriae igual que Hatshepsut, la figura de Nefertiti se pierde en la historia. ¿Reinó tras la muerte de su marido con el nombre de Semenejkara, la figura más misteriosa de la civilización egipcia? ¿Por qué desapareció? ¿Murió durante el reinado del joven Tutankamón? ¿Dónde está enterrada? Toda la información en torno a ella sigue envuelta en sombras.

Nefertari, diosa en vida

La Gran Esposa Real de Ramsés II, el probablemente más poderoso faraón de todos, estaba dotada de una gran mente estratega y política y ayudó a que el reino de Egipto prosperase. Se casaron cuando ambos eran apenas unos adolescentes (por aquellos años Ramsés ni siquiera había sido designado regente) y, al ascender al trono, la convirtió en su Gran Esposa Real.

Aunque Ramsés II tenía otras esposas, el particular carisma de Nefertari y el amor que el faraón la profesaba la convirtieron en la mujer más importante del reino. Además, propició el cese de hostilidades entre Egipto y el Imperio Hitita con sus cartas de paz al emperador Hattusili III y a su esposa, la emperatriz Puduhepa.

«Mi amor es único, no puede tener rival; ella es la mujer más bella que ha vivido»

Ramsés, que la había amado en vida, se cuidó de que nadie la olvidase en muerte. En la mayoría de las estatuas en las que aparece el faraón suele venir acompañado de Nefertari, la deificó y le dedicó el increíble templo que hay en Abu Simbel. A su muerte, consternado, el faraón decidió construir en su honor la más bella de todas las tumbas que hay en el Valle de los Reyes. Sobre sus paredes se encuentra una poesía dedicada a la reina por Ramsés: «Mi amor es único, no puede tener rival; ella es la mujer más bella que ha vivido». Desgraciadamente, fue saqueada en la Antigüedad y estaba vacía cuando se encontró.

Cleopatra, la más famosa

Cleopatra ha pasado a la historia por mérito propio, aunque algunas películas edulcoradas como la de Elizabeth Taylor también han ayudado a catapultarla como una de las mujeres más importantes de todos los tiempos. Ascendió al trono con 18 años y en un contexto complicado. Egipto se encontraba entonces envuelto en una crisis económica, con la corte dividida y una amenaza de hambruna, y ella buscó rehacer el imperio que en otro tiempo había sido grande. Pronto descartó la posibilidad de gobernar en solitario (de ahí sus uniones con su hermano primero, con su hijo después).

Sus relaciones con dos grandes hombres (Julio César y Marco Antonio) no han eclipsado todo lo que se conoce sobre ella: que era una gran estratega, extremadamente culta y con un gran don para las lenguas. También su mezcla de macedonia y egipcia la diferencia del resto de mujeres de esta lista, uniendo elementos de la cultura helenística en su persona y su manera de gobernar. De hecho, Plutarco indicó que la famosa belleza de Cleopatra no era tal, sino que lo que resultaba tan atractivo de ella eran su inteligencia y su arte para la conversación.

Plutarco indicó que la famosa belleza de Cleopatra no era tal, sino que lo que resultaba tan atractivo de ella eran su inteligencia y su arte para la conversación

A nuestros días han llegado muchas leyendas sobre ella, desde su épica muerte a sus entradas triunfales envuelta en una alfombra. La pasión de Cleopatra y Marco Antonio, que duró 13 años, trascendió y se hizo eterna. Tuvieron tres hijos y su amor terminó en tragedia: en mitad de la guerra, anunciaron a Marco Antonio que Cleopatra había muerto, y con un gesto digno de una obra de Shakespeare decidió atravesarse con su propia espada. Según la leyenda, para evitar ser apresada por el ejército de Octavio, la última reina de Egipto decidió suicidarse mediante el mordisco de un áspid, serpiente venenosa. Otras teorías menos rocambolescas apuntan a una muerte un poco menos romántica. Sea como fuere, con su muerte terminó la dinastía ptolomeica y marcó el declive de la civilización egipcia.

Fuente: https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2022-03-18/mujeres-relevantes-antiguo-egipto_3391796/

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