Si de frijoles hablamos, como dijo Juan Orozco: «cuando como, no conozco»
LUISA RENTERÍA / LA CAMPIÑA
PUEBLA, MÉXICO.- De los frijoles tenemos mucho que hablar, también de chile, mole y pozole, pero centrémonos en el primero y vamos a empezar.
Las habichuelas pequeñas, de todos los colores, tamaños y sabores son mejor conocidos como frijoles. George Ruxton, dijo que este (el frijol) era el primer alimento de las clases bajas en todo México, pero se podían encontrar aun así en todas las mesas, tanto de ricos como de los pobres. (Ruxton en Jorge García Robles, p. 94)
Si de frijoles hablamos, como dijo Juan Orozco: “cuando como, no conozco”, porque son tantas sus preparaciones que con cuidado y furor, mil recetas podemos hacer, eso sí, siempre hay que recordar que unos buenos frijoles con cualquier picante se acompañan, porque comida sin chile no es comida.
El frijol, es el tercer trinitario alimenticio (…) al igual que el chile y la tortilla. Estos tres, jugaban distintos roles culinarios: protagónico en sopas y caldos; fritos con carne de puerco sazonada con jitomate y especias; rellenos de queso y rebosados con huevo; carmelitas: con azafrán, huevos batidos y perejil; borrachos: con pulque y chile ancho; de comparsa como guarnición: cocidos con chile, fritos con manteca, ajo y cebolla, condimentados con clavo, pimienta, vinagre y aceitunas; o de acompañante, comportándose casi como el pan o la tortilla. Los hay negros, blancos, bayos, gordos o ayocotes; muy apto para no sucumbir en extinción alguna (…)” (2013 p. 19)
Para continuar con la lista de recetas con frijoles, tómese en cuanta la anterior, y añadamos unas más, pero caminando y meando, pa’ no hacer charco, así que apresurémonos que después de una pandemia mundial, lo mejor que aprendimos fue a comer, beber, bailar y gozar, que el mundo se va a acabar.
Frijoles los hay con chorizo, charros, con queso, refritos, refritos con chile, en caldo, aplastados, frijoles con huevo y también al revés, frijoles con arroz, con salchicha, con una tortilla quemadita, con salsa roja, verde y de los colores que quiera; con crema, crema de frijol, tacos de frijol, tostadas de frijol, tlacoyos de frijol, molote de frijol, tortas de frijol, ensalada de frijol, enfrijoladas, frijoles con puerco y frijoles puercos, que aunque parecen iguales, son distintos; frijoles con fideos, y lo mejor, frijoles recién salidos de la olla…
Para gustos exóticos también hay: frijoles con mayonesa, con limón, con cátsup, con vinagre, con mermelada, budín de frijol…
No hay que olvidar el frijol como acompañamiento con proteínas y verduras, pero evita las coles, porque los frijoles con coles, pedos de a montones; también funciona como comparsa en salsas o rellenos. La ingesta de frijoles, al menos una vez al día, en la mañana, la tarde o la noche, pero nunca las tres al mismo tiempo, porque ves que el niño es pedorro y les da frijoles.
REFERENCIAS: Enchílame otras (2013) Jorge García Robles.
Fuente: https://revistalacampina.mx/2022/02/22/con-frijoles-todo/