Los Periodistas

El Museo Británico desvela los secretos milenarios de Stonehenge | El Mundo

El conjunto arqueológico más famoso del Reino Unido, Stonehenge, esconde infinidad de misterios. Pero algunos están a punto de desvelarse: tras 10 años de preparativos, una exposición del Museo Británico promete arrojar luz sobre una época extraordinaria en la que la mezcla de los pueblos marcaba un destino

Stonehenge, en Salisbury. Chris Gorman Getty

PAOLA DE CAROLIS / Corriere Della Sera / EL MUNDO

Un destello de luz barre la noche, el cielo se vuelve rosa y las sombras en la llanura se desvanecen. Sale el sol entre dos peñascos, como para indicar el camino hacia un nuevo día y también un nuevo mundo. Belleza, armonía, misterio. Presenciar el amanecer desde dentro del círculo de Stonehenge supone agarrar la Historia con las manos y abrazar una tradición milenaria, absorber la innegable magia del lugar y recoger el pasado de un pueblo todavía inmerso en secretos.

¿Por qué se erigió aquí un monumento que ha sobrevivido desde la era neolítica hasta el día de hoy? ¿Por qué se transportaron hasta aquí piedras enormes, que pesan toneladas, algunas desde los alrededores y otras, de color azulado, desde las colinas de Preseli, en Pembrokshire, a 200 kilómetros de distancia? ¿Cómo lo hicieron? ¿Cuál era la función de Stonehenge y qué relación tenía con otras estructuras de la misma zona, como el círculo de Avebury, por ejemplo, que tiene un diámetro de unos 350 metros? ¿Cuál es la historia humana tras la obra? Estas son las preguntas que intenta responder la exposición que, desde el 17 de febrero hasta el 17 de julio, podrá verse en el Museo Británico de Londres. The world of Stonehenge llega tras un enorme trabajo y preparación, algo no comparable a cualquier otra muestra, también en lo relativo a las cesiones de obras recibidas desde toda Europa.

«Hablamos de un periodo de inmensas transformaciones, con ideas radicales que cambiaron la Historia para siempre«, subraya el curador Neil Wilkin. «A menudo pensamos en Stonehenge como un monumento esencialmente británico. En realidad, ahora sabemos que tenía lazos muy fuertes con poblaciones y culturas externas», precisa. «Es imposible estudiar y entender Stonehenge sin tener en consideración todas estas conexiones».

Hay artefactos que vienen de lejos -como un hacha de jadeíta de los Alpes italianos- y, sobre todo, están los recientes estudios de ADN de los esqueletos encontrados cerca del monumento, que indican una profunda mutación de la población. Basta con cerrar los ojos, desde la cima de la colina de Stonehenge, para imaginar el camino ceremonial blanco entre el círculo, el río Avon y el asentamiento. Alrededor de los túmulos, también blancos, donde se enterraba a los muertos. «En el 3000 a.C. eran incinerados, 500 años después, enterrados», explica David Dawson, director del Museo de Wiltshire, en Devizes. Son sus restos los que indican la llegada de un grupo con otras tradiciones, otras creencias y otras habilidades, como la metalurgia. «Desde el punto de vista genético es una ola que viene de Europa central -subraya Wilkin- que trae algo nuevo y, como casi siempre, al mismo tiempo, adopta lo que encuentra».

Entre tanto misterio una cosa está clara: «La disposición del monumento está seguramente ligada al sol», explica Susan Greaney, historiadora de English Heritage que ha dedicado a Stonehenge su vida académica. «El eje se alinea al amanecer del solsticio de verano». Comprensible, subraya, para una población cuya existencia diaria dependía de las estaciones, del trabajo del campo y del cuidado del ganado. «Sabemos por las excavaciones alrededor del camino que conducía al río que no era una zona muy transitada: quedan muy pocos restos». Algo frustrante para un arqueólogo, pero una ausencia que pese a todo, dice algo: «Era claramente una ruta importante, ¿por qué si no trabajar duro en ella? La pregunta entonces es para quién se construyó y cómo se usó».

Entre las hipótesis está que «tal camino se atravesara sólo en ocasiones, para ceremonias particulares, y sólo por personas de determinado prestigio. No hay signos de conflicto y sólo un esqueleto ha sido hallado en el foso alrededor de Stonehenge. Sus piedras, en el imaginario colectivo ligadas aún a los druidas, han sido testigos de profundos cambios, pero estos parecen haberse producido de forma pacífica. «Me gusta pensar -explica Greaney- que la construcción de Stonehenge, que evoluciona a lo largo de un milenio y medio, se consideraba una forma de contribuir a la sociedad, de dar gracias, de cumplir con el deber dentro de una comunidad organizada«. Una especie de rito de iniciación, tal vez, o de servicio voluntario civil.

¿Qué sabían del sol y de los secretos del cosmos los habitantes de Stonehenge? Los objetos que podrán verse en la exposición del Museo Británico indican que tenían especial interés por los cuerpos celestes, como el disco del cielo de Nebra, un disco de 3600 años de antigüedad prestado por el museo de Halle, en Alemania, y encontrado en 1999 por un grupo de cazadores de tesoros: una pátina azul verdosa con símbolos dorados que representan el sol, la luna y las estrellas, la primera representación del cosmos. «Un objeto extraordinario», dice Wilkin. O los sombreros dorados con las mismas figuras. «Es posible que fueran un signo de poder y prestigio para un religioso o una sacerdotisa».

Entre las 250 cesiones que ha conseguido el Museo Británico se halla también un monumento de madera del 2054 antes de Cristo, el conocido como Stonehenge del mar o Seahenge, encontrado en el pueblo de Holme-next-the-Sea, en Norfolk (Reino Unido). Se trata de un anillo exterior compuesto por 55 troncos de roble alrededor de una raíz. El nombre es reciente, data de 1998, y la historia se remonta a miles de años atrás. La exposición es, al cabo, la oportunidad de observar de cerca objetos de dos lugares que siempre nos han generado fascinación.

Fuente: https://www.elmundo.es/cultura/2022/02/01/61f81f5b21efa044238b4597.html

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio