Brillante comunicador, James Allison es capaz de articular los conceptos más complejos en ideas totalmente accesibles para el aficionado, acompañado todo con un magnífico estilo
JAVIER RUBIO / EL CONFIDENCIAL
James Allison es una de las mentes más brillantes de las dos últimas décadas en la Fórmula 1. Tras sacar los codos en Lotus, fue fichado por Ferrari, que no supo exprimir al ingeniero británico. Al quite estuvo Toto Wolff para hacerle director técnico de Mercedes desde 2017. ¿Que Allison quería bajar el infernal ritmo de la Fórmula 1 y dejar el equipo? ‘De eso, nada, no podemos perder una mente semejante’, para lo que creaba una posición estratégica y de largo alcance para el ingeniero británico.
Brillante comunicador, Allison es capaz de articular los conceptos más complejos en ideas totalmente accesibles para el aficionado, acompañado todo con un magnífico estilo y la inteligencia que le distingue. Tanto es así que Mercedes le convirtió en protagonista de sus mejores vídeos corporativos para temas técnicos y estratégicos de envergadura.
En el último, el aficionado encontrará sintetizado por Allison el alcance del desafío que afrontan los equipos en 2022. «Hemos estado trabajando en bucle durante tanto tiempo que resulta fácil olvidar el enorme cambio que suponen estas nuevas reglas. He estado trabajando en este deporte durante casi treinta años y esto es algo totalmente diferente a lo que he visto. Seguro que en todas las temporadas por las que ha pasado este deporte no ha habido nada que iguale la dimensión del cambio que representa». Si James Allison lo dice… Ahora, veamos por qué.
Los objetivos del cambio
El británico explica algunos conceptos ya conocidos sobre el cambio que se avecina, pero su elocuencia, elegancia intelectual y capacidad de síntesis, unida a su calidez personal, los realzan. «El libro del reglamento tiene el doble de tamaño que el de las reglas que le preceden y son enteramente diferentes. El coche será diferente de un extremo a otro, no porque sus partes sean distintas, sino porque la filosofía es totalmente diferente desde el punto de vista aerodinámico», añadiendo otro punto que no se recuerda tanto: «Incluso el motor, una de las cosas que menos se tocará, queda congelado para los próximos tres años, por lo que debe de ser preparado ahora. Todo lo bueno que se pueda incorporar debe de hacerse ahora, porque después de ello será muy difícil hacer cualquier cambio».
Primero, los antecedentes: «Estas reglas llevan mucho tiempo en desarrollo. Los primeros objetivos ya se establecieron en 2017, cuando Ross Brown, el director técnico de Liberty entonces, quería coches que permitieran una competición más apretada desde principio a final de la parrilla para que, en vez de dos o tres segundos entre primeros y últimos, la parrilla estuviera comprimida en un segundo«.
Y por encima de todo, un objetivo sobre el que algunas voces empiezan ya a dudar que se pueda lograr. «También se buscaba conseguir un formato de coche que fuera más efectivo en el uno contra otro en la pista y fuera más fácil adelantar que en la Fórmula 1 de tiempos más recientes. Estos son los objetivos, las razones de semejante cambio:se intentan simplificar aspectos del deporte desde una perspectiva técnica, para que los equipos tengan mayores oportunidades al margen del presupuesto«.
Arrimando el ascua a su sardina
«Por eso los cambios son tan grandes y tan diferentes a lo que conocemos. Si los objetivos se cumplen es algo que el tiempo dirá«, explica Allison. Su insistencia ante el alcance de la transformación de la Fórmula 1 se personaliza en los propios protagonistas, los ingenieros. «Es realmente estimulante formar parte de un equipo en un momento de grandes cambios como estos para el deporte, porque somos grandes aficionados a la F1, por eso estamos aquí».
Para los ingenieros, se trata de una tabla rasa después de años con la misma inercia técnica. Nada más estimulante que entrar en territorios desconocidos, en los que extraviarse desde el principio supone un peligro letal. «Enfocamos un cambio como este no con la visión de si lograremos o no los objetivos, sino de coger las reglas tal y como están escritas para intentar averiguar cómo hacer un coche tan rápido como sea posible. Afrontamos semejantes cambios con la determinación que merece semejante desafío, porque nuestro trabajo es buscar oportunidades técnicas y usar nuestros conocimientos para encontrar una configuración de coche que sea mejor que la de cualquiera de nuestros rivales«.
Allison usa una imagen sugerente para ilustrar el proceso de creación del nuevo monoplaza: «En cada parte que miras del reglamento existen oportunidades, intentamos encontrar la forma de pasar este campo de minas y encontrar los posibles pequeños tesoros en medio de este campo para dar con ese coche que pueda colocarse delante de la parrilla».
Obviamente, el británico arrima el ascua a su sardina. «El entusiasmo ante el reto no es algo único por parte de Mercedes, pero vemos las nuevas reglas como una oportunidad para mostrar que no solo hemos tenido suerte estos años, como si hubiéramos tenido un derecho divino para dominar estas temporadas. Vemos cada cambio de reglamento como una oportunidad para mostrar nuestro talento y si merecemos todavía ser competitivos con un modo fresco de entenderlo, trasladarlo a diseños y conceptos, y llevarlos a la pista para ser nuevamente competitivos».
«Algunos tendrán un año doloroso»
Tras la visión y la motivación del ingeniero, ¿qué pueden esperar el resto? «Poniéndome el sombrero de los aficionados e intentando anticipar qué pasará cuando empiecen las carreras, es difícil de prever cuál será la jerarquía, pero será muy estimulante vivirlo, porque una de las esencias del deporte es desconocer lo que llega nuevo. Hemos hecho todo lo posible, como todos los equipos, para diseñar una buena respuesta a este nuevo reglamento». De las palabras de Allison se puede deducir la trepidante expectativa con la que los equipos esperan el enfrentamiento entre todos los monoplazas, porque la esperanza de éxito se contrapesa con el temor a un costoso fracaso.
«Con coches tan nuevos y diferentes, imaginaría que uno o dos monoplazas de la parrilla se equivocarán totalmente y tendrán un año terriblemente doloroso. Imaginaría que todos nosotros, hasta cierto punto, nos habremos dejado cosas en la mesa que no habíamos anticipado. Miraremos al resto de los coches y nos diremos: ¿por qué no habíamos pensado en ello? Luego, nos esforzaremos para tratar de llevar esa idea a nuestro coche lo más rápido posible, de modo que podamos reaccionar hacia adelante desde cualquier posición en la que aterricemos en esa primera carrera. O, si tenemos la suerte de estar al frente, mantener a los lobos que nos atacan por detrás. Va a ser bastante duro y, definitivamente, algo que nos impedirá dormirnos demasiado durante toda la temporada». ¿Cuáles serán esos equipos? ¿Quiénes tendrán a la manada de lobos por detrás? Esas son las grandes preguntas a resolver a lo largo del curso.
Fuente: https://www.elconfidencial.com/deportes/formula-1/2022-01-26/nuevas-normas-f1-james-allison-director-tecnico-mercedes_3364338/