Por Dr. Carlos Figueroa Ibarra
Los días martes 25, miércoles 26 y jueves 27 a las 19 horas, se difundirán por las páginas Facebook de Red Nacional Derechos Humanos Morena, Morena DDHH Comité Ejecutivo Nacional, Derechos Humanos Morena Ciudad de Puebla y Morena Puebla los conversatorios sobre “Morena, el partido que queremos”. Estos conversatorios son actividades para el estado de Puebla de cara a la “Primera Convención Nacional Morenista”, que se realizará en el Monumento a la Revolución en la Ciudad de México el sábado 5 de febrero.
A lo largo de 2021 se empezó a observar una creciente inquietud en el seno de Morena por corregir prácticas que de persistir pondrían en duda la esencia de dicho partido y lo encaminarían por un rumbo que no sería sino repetir las experiencias fallidas del pasado. Desde fines de 2018, Morena ha vivido un permanente conflicto interno el cual se ha agudizado en el contexto de las elecciones intermedias de 2021, en las cuales se observaron acciones aberrantes en el proceso de selección de candidaturas.
Este hecho entre otros, acrecentó el malestar que corre en el seno de Morena y que se ha expresado en la creciente adhesión en todas las entidades del país a la realización de la Convención Nacional del 5 de febrero. Es tan fuerte la simpatía a dicha Convención que hasta un personaje controversial de Morena y representativo de lo que los adherentes a la Convención ya no quieren presenciar, Alejandro Rojas Díaz Durán, ya ha difundido por redes su deseo de participar en dicho evento.
En lo que a mí se refiere, considero que si Morena no quiere terminar siendo una mezcla de PRI y PRD, debe esforzarse por lograr lo siguiente:
1. Morena debe ser congruente con lo que debe ser su principal tarea: ser el coadyuvante y constructor de la revolución de las conciencias. La Cuarta Transformación es un proceso de transformación política, económica y social pero que tiene su fundamento en la reforma moral e intelectual en México. La 4T solamente podrá tener continuidad si la gran mayoría del pueblo de México sigue estando convencido de su justeza. Es la voluntad política asentada en una convicción ideológica lo que sustenta y sustentará el cambio de régimen que estamos viviendo.
2. La voluntad política e ideológica que es la base de la Cuarta Transformación debe convertirse en fuerza material, esto es la organización de base de Morena y la organización del pueblo de México. Morena debe construir la base organizativa y territorial del país a través de los Comités de Protagonistas del Cambio Verdadero. La Democracia Participativa no solamente es la participación en consultas y plebiscitos, también es la participación organizada de las grandes mayorías del país.
3. Morena debe respetar el espíritu de la dirección colegiada y respeto a los órganos de dirección y ejecución establecidos en los estatutos. No podemos nominalizar a los Comités Ejecutivos y Consejos Estatales y Nacionales organizando estructuras paralelas no contempladas en el Estatuto. Los Comités Ejecutivos Nacional y Estatales deben ser deliberativos además de ejecutivos. No podemos darles más poder a los dirigentes que no han sido electos que a aquellos que sí lo han sido.
4. Morena debe ser un partido con democracia interna. El Consejo Nacional y los Consejos Estatales deben tener la presencia que les otorga el Estatuto y no deben ser nominalizados, sustituidos por decisiones tomadas por grupos insertados en las dirigencias.
5. Morena debe guardar un equilibrio entre su condición de máquina electoral eficaz y su acompañamiento a las luchas sociales que se dan en el país. Morena debe ganar elecciones porque es estratégico para mantener una correlación de fuerzas favorable para la transformación. Pero Morena no debe ser un partido electorero, debe tener la sensibilidad para coadyuvar en todas las luchas y movimientos sociales que cotidianamente se observan en México.
6. Morena debe cumplir con su deber de apoyar los gobiernos de la 4T a nivel nacional y estatal, pero debe tener la independencia como para señalar de manera constructiva sus deficiencias y más aún, las acciones que vayan en contra de los principios que nos cohesionan.
7. Morena debe ganar autoridad moral en la población. Sus candidatos y dirigentes deben estar dentro de los parámetros del artículo 6º. bis. No podemos seguir designando candidatos y candidatas recién llegados y de dudosa trayectoria y eso vale también para los integrantes de los distintos niveles de dirección y ejecución.
8. Morena debe organizar un Instituto de Formación Política descentralizado que organice a los intelectuales y dirigentes en las distintas entidades del país en función de participar en la formación de una sólida conciencia en torno a los principios políticos y éticos del partido, el Estatuto, los rasgos esenciales de la 4T y la historia del país. Al mismo tiempo debe ser la institución que capacite a nuestros militantes para cumplir eficientemente las funciones de representante popular y servidor público en sus distintos niveles.
9. La Comisión Nacional de Honestidad y Justicia debe estar integrada por personas que sean ajenas a las distintas controversias que cotidianamente se observan en Morena. En los últimos años y más aún en tiempos recientes, la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia ha perdido imparcialidad. La justicia no puede ser facciosa.
10. La Comisión Nacional de Elecciones debe ser integrada por personas que pertenezcan al Consejo Consultivo. Sus integrantes deben ser ajenos en la medida de lo posible a intereses particulares y de honestidad probada. Al igual que la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia, la Comisión Nacional de Elecciones no puede ser juez y parte. Debe estar prohibido que sus integrantes y sus familiares próximos sean candidatos o candidatas.
Tal es en mi particular opinión, el rumbo que debe tomar Morena si es cierto que queremos que la transformación que hoy estamos observando en México sea de la misma envergadura que las tres transformaciones que le antecedieron. De no ser así, lo que hoy estamos viviendo no será más que un sueño sexenal anclado a una personalidad, Andrés Manuel López Obrador, cuyo liderazgo ya tiene fecha de caducidad.