LUIS ALEMANY / PAPEL / EL MUNDO
Gloria Trevi. Monterrrey, México, 1968. Cantante, actriz, productora, mujer de vida hiperbólica y diva en cinco décadas distintas, desde los años 80 hasta aquí. Su nueva canción se llama Nos volvimos locos.
PREGUNTA: Cuando era adolescente, había una tele pirata en mi ciudad que repetía la señal de Telehit, que era una especie de MTV mexicana ¿verdad?
RESPUESTA: Ay, no, ¿Telehit se veía en España?
P: Yo la veía con fascinación. Y ahí, usted era la rebelde, la doliente, era casi ‘grunge’… Ahora, después de tantos años y golpes que da la vida, la encuentro hecha una hiperdiva hiperhedonista…
R: Pero soy igual de desafiante ahora, sigo empeñada en desafiar todas las reglas, incluida la de la gravedad. No quiero nunca ir por el camino fácil. Soy competitiva e inconformista… Me dicen que una mujer de mi edad sólo puede presentarse ante el público cantando cosas muy concretas. Haciendo un poco de soul, un poco de blues… Pues no, mire: yo eso ya lo he hecho, y sé que puedo hacerlo bien, pero no quiero tomar el camino fácil. Ése es mi verdadero ADN. Así aquí estoy cantando Nos volvimos locos, cantando sobre salir y enamorarnos y no volver a casa en toda la noche.
P: O sea, que su forma de rebeldía consiste ahora en idealizar la juerga.
R: Claro que estoy siendo superrebelde, más rebelde que nunca. Soy una mujer de 53 años y de repente me pongo la minifalda más cortita de toda mi vida. No, bueno, alguna otra cortita sí que he llevado. Pero lo importante es que ni la sociedad, ni la edad ni nada que no sea yo misma me va a dictar cómo visto ni como vivo. Después de lo que hemos vivido, de la depresión de este año, de la tristeza, de tantos sacrificios… De ver a los amigos que terminan con sus parejas, que quieren volver a enamorarse e ir de fiesta… ¿Qué hay más rebelde que cantar cosas felices? Mire, cuando cantaba Doctor psiquiatra me preguntaba si no estaré loca: ahora, lo que digo es vamos a volvernos locos…
P: Y eso significa…
R: Quiero dar una clase rápida y efectiva de cómo se conquista. Vas a una fiesta, ves a alguien a lo lejos, le dices Te vi / ahí / Brillaban mis ojos, la más bella entre tus amigos… Y entonces esa persona te contesta Por ti sentí / Debo hacer algo loco y atrevido para estar contigo. Y si no te lo dice, volteas a otra persona.
P: Pero eso es en la tele… En la vida, la gente se divorcia pensando que se va a poner las botas y luego se ve borracha en fiestas en las que no conoce a nadie.
R: Claro, pero todo tiene mucho de irónico. En el vídeo, al principio me voy peleando con un güey en el carro, yo lo mando a la chingada y él me abandona en la calle más peligrosa de la ciudad. Yo no se por qué los hombres no entienden que cuando una mujer les dice «lárgate» no quiere que se vaya sino que se quede y la abrace… Bueno, todo depende del momento. Hay señales, ¿no? Lo que dice la canción es que la noche no es tan oscura, que hay lentejuleas. Que donde menos lo esperas, encuentras el amor. Mire, quien está aburrido en la fiesta, es porque no se quiere divertir. Aburrirse es opcional. Hay tanta gente que quiere amor…
P: Lo que sé de Tinder es que las relaciones ahora son un poco ásperas. Que sexo sí que hay, pero mucho amor no.
R: ¿Y la gente quiere sexo o quiere amor?
P: Supongo que quiere lo que no tiene.
R: Eso es: en realidad todos queremos las dos cosas, así que vamos a aventarnos a lo que sea y ya mañana me recuerdas cómo te llamabas.
P: ¿Es más divertido salir en busca del enamoramiento a los 22 años o ahora?
R: A los 22 años trabajaba tanto, pero tanto, tanto, tanto, que no salía ni buscaba el amor. Y ahora que estoy casada… Es muy divertido cuando mi esposo se vuelve mi novio. Y cuando alguien un poco despistado me tira la onda.
P: LA ÚLTIMA PREGUNTA: Y después de tantos años y sustos, ¿qué tiene para sobrevivir en este mundo competitivo?
R: Doy buenas noticias a las nuevas generaciones: les digo que los 50 de ahora, si les echas ganas, están bien. Y soy resiliente, no me rindo, soy terca, siempre veo en el futuro mi mejor momento y mi mejor canción.
Fuente: https://www.elmundo.es/papel/cultura/2021/09/10/6139cf5ce4d4d8911d8b458b.html