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Reconstruida la dieta de Herculano: el análisis a 17 esqueletos ofrece datos inéditos sobre la diferente alimentación de varones y mujeres

ÁNGEL GÓMEZ FUENTES / ABC

Una investigación con un análisis innovador de restos humanos de Herculano ofrece datos inéditos sobre las costumbres alimentarias de los antiguos romanos. Se ha logrado reconstruir en detalle la dieta de los habitantes de la ciudad cercana a Pompeya, muertos por la erupción del Vesubio en el 79 d. C. Según la investigación, los hombres comían más pescado y cereales, mientras que las mujeres se alimentaban más con productos de animales (lácteos, huevos y carne), frutas y verduras.

Así lo demuestran los aminoácidos conservados en los huesos de 17 individuos adultos (11 hombres y 6 mujeres), analizados por investigadores de la Universidad de York (Reino Unido), en un estudio realizado en colaboración con el Parque Arqueológico de Herculano, el

 de Pompeya y el Museo de Civilizaciones de Roma. Los resultados se han publicado en la revista Science Advances.

«Diferencias significativas»

El arqueólogo biomolecular Oliver Craig, jefe del equipo de Bioarqueología en la Universidad de York, ha explicado la importancia del hallazgo: «Los restos de las personas que murieron en Herculano en el 79 d. C. ofrecen una oportunidad única para examinar los estilos de vida de los individuos de una comunidad antigua que vivieron y murieron juntos. Las fuentes históricas a menudo aluden al acceso diferencial a los recursos alimentarios en la sociedad romana, pero rara vez proporcionan información directa o cuantitativa».

Ahora, gracias a un nuevo enfoque para el análisis de los aminoácidos óseos, y en particular sus isótopos de carbono y nitrógeno, se pudieron encontrar, según el profesor Oliver Craig, «diferencias significativas en las proporciones de alimentos marinos y terrestres consumidos por hombres y mujeres, lo que significa que el acceso a los alimentos se diferenciaba en base al género». Esta costumbre también se encuentra en otros lugares de Italia durante la época romana.

Las razones de estas diferencias en la alimentación de hombres y mujeres las explica la profesora Silvia Soncin, del departamento der Arqueología de la Universidad de York, primera firmante del estudio: «Los hombres participaban más directamente en las actividades pesqueras y marítimas; generalmente ocupaban posiciones más privilegiadas en la sociedad y se liberaban de la esclavitud a una edad más temprana [alrededor de los treinta años, los varones; a los 40, las mujeres], lo que les permitía tener un mayor acceso a bienes costosos como el pescado fresco», explica Silvia Soncin.

Esencial para el éxito del análisis fue también una nueva muestra de restos botánicos de Herculano, cereales y leguminosas tomadas hace meses por los investigadores en los almacenes del Parque Arqueológico de Herculano. Los datos dietéticos de precisión, tanto en términos de proteínas como de calorías, obtenidos gracias a este innovador enfoque bioarqueológico se compararon luego con los de las poblaciones contemporáneas. Se ha descubierto que, en proporción, el consumo de pescado en Herculano era mucho mayor que el de los habitantes mediterráneos de la segunda mitad del siglo pasado.

Herculano, un laboratorio

Desde la década de 1980, se han encontrado restos óseos de unos 340 individuos en las excavaciones junto a la antigua playa de Herculano. Huían de la erupción del Vesubio para refugiarse en los ‘fornici’, unas construcciones con arcos frente a la playa que se utilizaban como almacenes o para guardar pequeñas embarcaciones. Los investigadores consideran que este extraordinario conjunto de víctimas de un desastre natural es de enorme interés público, y también ofrece la oportunidad de mejorar significativamente nuestro conocimiento de la sociedad romana mediante la aplicación de enfoques bioarqueológicos.

Se trata, en definitiva, de una ‘instantánea‘ de una población de excepcional valor arqueológico. Herculano se convierte así en un laboratorio único, según destaca el director del Parque Arqueológico, Francesco Sirano: «La dieta seguida por los antiguos habitantes de Herculano no solo nos habla de los hábitos alimentarios, sino que también nos pone frente a una sociedad organizada según reglas muy distintas a las de hoy. Un mundo donde el acceso rutinario a ciertos alimentos dependía no del hambre o la posibilidad de comprar, sino de factores culturales: género, condición social, origen geográfico de los miembros de la comunidad local… Herculano se consolida como un laboratorio único para el avance del conocimiento no solo mirando al pasado sino también y sobre todo al futuro».

La vida en Pompeya y Herculano cesó en pocas horas, pero su memoria aún resuena y puede servirnos, según el director del Parque Arqueológico de la ciudad destruida por la lava: «Hay mil posibilidades de innovación y mejora de la calidad de vida que pueden derivarse de la activación de las enseñanzas de la historia, en lugar de la simple recopilación de datos».

Fuente: https://www.abc.es/cultura/abci-hombres-comian-alimentos-mas-caros-mujeres-antigua-roma-202108310110_noticia.html

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