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Los detectives de Leonardo da Vinci: así buscan a sus parientes y las claves de su genialidad | Papel

Historiadores y genetistas se han aliado para trazar su árbol genealógico, al que acaban de añadir 14 parientes directos varones vivos. Buscan, además, los restos de Leonardo para intentar secuenciar su genoma y reconstruir cómo era el genio toscano

Autorretrato (1513), conservado en la Biblioteca Real de Turín

TERESA GUERRERO / Madrid / PAPEL / EL MUNDO

La polimatía, una palabra que procede del griego y que literalmente significa ‘aprender mucho’, describe la sabiduría en varias disciplinas. A lo largo de la historia ha habido famosos polímatas, individuos que acumularon conocimientos en campos diversos. Si se hiciera un ranking, muy probable y merecidamente lo encabezaría Leonardo da Vinci (Vinci, 1452- Amboise, 1519).

El genio toscano no sólo pintó alguna de las obras más importantes de la historia del arte; durante toda su vida mostró una curiosidad insaciable que, unida a sus extraordinarias capacidades, le permitió destacar en muchas áreas de la ciencia y las humanidades: fue anatomista, arquitecto, urbanista, botánico, escultor y filósofo. Como ingeniero concibió armas de guerra y realizó inventos y diseños asombrosamente adelantados a su tiempo, esbozando submarinos o helicópteros. También se le daba bien la poesía y la música.

Lo que no hizo fue tener hijos. Que se sepa, Leonardo di ser Piero da Vinci (Leonardo, hijo del maestro Piero de Vinci) no dejó descendencia ni se casó, pero sí tuvo en total 27 medios hermanos (22 por parte paterna -13 chicos y nueve chicas- y cinco por vía materna -cuatro chicas y un chico-). Porque Leonardo fue hijo ilegítimo de Piero Fruosino di Antonio, notario, canciller y embajador de la República de Florencia, y de Caterina, una sirviente de origen campesino que se casó cuando él tenía cinco años.

A partir de su vasta familia, dos apasionados leonardistas están trazando desde hace dos décadas su árbol genealógico. Alessandro Vezzosi y Agnese Sabato han presentado este verano parte de los resultados de su investigación detectivesca: han documentado 21 generaciones de varones que incluyen cinco ramas familiares y que cubren en total 690 años de historia. Y entre sus parientes en línea directa, han encontrado a 14 familiares vivos.

Este nuevo estudio, publicado en la revista Human Evolution, completa y corrige errores de árbolesprevios. Y es que ya en 2016, Vezzosi y Sabato presentaron en la localidad toscana de Vinci, la misma en la que nació Leonardo, a numerosos parientes vivos indirectos, pero sólo a dos varones en línea directa y pertenecientes los dos a una única rama familiar.

«La finalidad del artículo que acabamos de publicar era trazar una línea directa masculina de los descendientes para identificar a los varones, portadores del cromosoma Y, el único que permite un análisis científico preliminar», explica a Papel Agnese Sabato, investigadora de la Universidad de Florencia y directora de la Leonardo Da Vinci Heritage Association (la Asociación para la Herencia de Leonardo).

Todos los parientes estuvieron encantados de colaborar aunque al principio se sorprendieron. Están agradecidos y muy orgullosos pero, ¿quién no lo estaría?

AGNESE SABATO, HISTORIADIORA Y DIRECTORA DE LA LEONARDO DA VINCI HERITAGE ASSOCIATION

Los hijos siempre heredan el cromosoma Y del padre, por lo que la línea paterna podría llevar a este equipo a obtener una réplica exacta del cromosoma Y de Leonardo, o con las pocas mutaciones que probablemente se han producido en una veintena de generaciones. Por otro lado, el ADN mitocondrial se transmite por la madre, así que reconstruyendo la línea materna se podría localizar a parientes que compartan una parte de su ADN.

14 PARIENTES DIRECTOS VIVOS

Leonardo vivió en casa de su padre como si fuera un hijo legítimo, pero quizás por no serlo, solía firmar sin el apellido, sólo con su nombre de pila. Con el paso de los siglos, el apellido evolucionó hasta perder el ‘da’, así que todos los descendientes actuales se apellidan simplemente Vinci.

De los 14 varones en línea directa localizados vivos, se ha publicado la identidad de siete pues cuatro son menores de edad (dos gemelos nacidos en 2012, uno en 2018 y otro en 2020) y el resto ha preferido permanecer en el anonimato. Todos viven en la Toscana, según detalla Sabato.

Los historiadores Alessandro Vezzosi y Agnese Sabato posan con el árbol genealógico de Leonardo
Los historiadores Alessandro Vezzosi y Agnese Sabato posan con el árbol genealógico de Leonardo

¿Cómo reaccionaron al saber que eran familia de Leonardo? «Todos estuvieron encantados de colaborar. Al principio algunos se sorprendieron mucho y querían saber quiénes éramos y que estábamos haciendo, pero después nos han entregado imágenes y documentos de su familia, y nos han contado los recuerdos que tenían. Ahora están agradecidos por este gran trabajo y muy orgullosos pero, ¿quién no lo estaría?», señala la investigadora de la Universidad de Florencia.

Inevitable buscar en sus trayectorias alguna similitud con las de su famoso pariente renacentista.

Una de las más llamativas es la de Paolo Vinci (conocido como Dalmazio). Nacido en 1935, fue comerciante de porcelana pero también piloto de aviones (cofundó un club aéreo), patrón de barco y, como Leonardo, inventor (tiene varias patentes). «Él fue un genio incomparable y es un honor para mí compartir una parte infinitesimal de su herencia genética», señala Paolo, que no se imaginaba que era pariente suyo pese a que hace 60 años, cuando tenía 25, le dijeron durante una visita al museo de Vinci que era descendiente de su familia: «Todo quedó ahí hasta ahora, que tengo 85 años, y Alessandro Vezzosi y Agnese Sabato han contactado conmigo para enseñarme su investigación que demuestra que es cierto ese vínculo».

De pequeño me preguntaban con frecuencia si era un descendiente de Leonardo pero nunca pensé que acabaría respondiendo que sí

GIANNI VINCI, EX INSPECTOR DEL AYUNTAMIENTO DE MONTELUPO FIORENTINO Y ARTISTA


«De pequeño me preguntaban con frecuencia si era un descendiente de Leonardo pero nunca pensé que acabaría respondiendo que sí», asegura Gianni Vinci (nacido en 1958), el único de los 14 parientes localizados en este estudio que también se ha dedicado al arte, además de trabajar durante 40 años como inspector del Ayuntamiento de Montelupo Fiorentino. «Como artista creo que no tengo nada en común con Leonardo, quizás un poco de su técnica, o al menos me gusta pensar eso», señala.

Entre los parientes vivos hay también un artesano tapicero jubilado, un funcionario apasionado de la música y el motociclismo, varios oficinistas y un ex artillero militar. La investigación documenta asimismo la vida de otros descendientes ya fallecidos, entre los que figuran molineros, granjeros, artesanos, carreteros, comerciantes, mecánicos o empresarios. Uno de ellos, Tito Vinci, fallecido en 1975, combatió en la I Guerra Mundial y fue prisionero en Budapest en 1917, mientras que Mario Vinci, muerto en 2018, fue un apasionado de la astronomía que colaboró en la construcción del observatorio Beppe Forti. Un asteroide (20195) ha sido bautizado con su nombre.

LAS DA VINCI

Aunque este estudio se centra en los parientes directos varones, Sabato explica que tanto hombres como mujeres aparecerán en el nuevo árbol genealógico que están elaborando: «Hemos incluido los datos de todas las mujeres, que generalmente no se tenían en cuenta o se descuidaban tanto en los libros de familia desde el siglo XIV como en los árboles genealógicos históricos. Esto ocurría por varios motivos: sólo excepcionalmente las hijas eran las herederas. Se les destinaba una dote y muchas veces eran excluidas de los legados patrimoniales. Además, las hermanas y las hijas que se casaban, se separaban de sus familias de origen. Pero en el banco de datos Genia DaVinci que estamos realizando las mujeres estarán muy presentes», asegura.

Gina Vinci (1900-1991), pariente de Leonardo
Gina Vinci (1900-1991), pariente de LeonardoGIOVANNI CALOSI / L. DA VINCI HERITAGE

Una de las parientes femeninas es Gina Vinci (1900-1991), la señora que aparece en la foto. No podemos mostrarles imágenes de los parientes varones directos porque como se excusa Sabato, serán presentados cuando se publique próximamente un libro dedicado a la iconografía del proyecto. Por lo que respecta a los parecidos con Leonardo, la historiadora afirma que «comparando los rostros de algunos parientes de la generación XVII y XVIII (de finales del Ottocento y principios del Novecento) hay afinidades morfológicas sorprendentes».

A LA BÚSQUEDA DE SU GENOMA

Está siendo una auténtica búsqueda detectivesca -Agnese Sabato lleva inmersa en ella desde 1993 mientras que Alessandro Vezzosi, que ese año fundó en Vinci el Museo Leonardo da Vinci Ideal y ha organizado numerosas exposiciones, comenzó en 1973 la búsqueda de sus familiares-. La misión de una vida para estos dos leonardistas que en los últimos años ha recibido un empujón gracias a las modernas técnicas de análisis de ADN, que no sólo están permitiendo recopilar a los miembros de esta familia nacidos desde el siglo XIV.

Los científicos del Proyecto de ADN Leonardo da Vinci, cuya sede está en la Universidad Rockefeller de Nueva York e involucra también a la Universidad de Florencia y al Instituto Craig Venter, se han propuesto obtener el genoma de Leonardo a partir de todos los materiales genéticos que puedan encontrar: desde los restos biológicos que hay en sus cuadros, sus escritos y el material que usaba; el ADN de sus familiares vivos y muertos y, si logran dar con ellos, los huesos del italiano y de su padre.

Leonardo murió tres años después de llegar a Francia por invitación del rey Francisco I y se cree que sus restos descansan en la capilla Saint-Hubert del Castillo de Amboise. Pero aunque existe una tumba con su nombre, hay dudas sobre si ese esqueleto es de Da Vinci. Unos restos atribuidos al pintor fueron trasladados al castillo de Amboise en el siglo XIX desde la iglesia del palacio de Saint-Florentin de Amboise, que durante su convulsa historia sufrió saqueos y sus tumbas fueron profanadas: «Nadie sabe realmente qué hay en la tumba de la capilla de Amboise. Es una novela de misterio», señala a través de un correo electrónico Jesse Ausubel, director del programa Human Environment en la Universidad Rockefeller y vicepresidente de la Fundación Richard Lounsbery, que financia el Proyecto de ADN.

Nadie sabe realmente qué hay en la tumba de la capilla de Amboise [en la que se cree que se enterró a Leonardo]. Es una novela de misterio

JESSE AUSUBEL, VICEPRESIDENTE DE LA FUNDACIÓN RICHARD LOUNSBERY

«Esperamos poder anunciar importantes progresos antes de que termine 2022», dice Ausubel que anticipa que «varios familiares vivos de Leonardo participarán en la investigación».

Como explica en entrevista telefónica José Antonio Lorente, catedrático de Medicina Legal y Forense de la Universidad de Granada y miembro del Leonardo da Vinci DNA Project, el plan es comparar el análisis del ADN de los parientes vivos con los restos que sean encontrados en la tumba francesa en la que se cree que está Leonardo, y en las tumbas de otros familiares en Italia para verificar su identidad.

Anne Leader, investigadora del Instituto de Tecnología Avanzada en Humanidades de la Universidad de Virginia, es una auténtica experta en las tumbas de la familia Da Vinci. Tal y como explica a través de un correo electrónico, se conocen algunas de las tumbas donde están sus familiares pero admite que será complicado dar con los restos de Leonardo, enterrados en el castillo de Amboise, en Francia, y de su padre, Piero Frusino.

«Es seguro que el padre fue enterrado en la Badia Fiorentina, al igual que nueve de sus hijos, pero por las mismas razones que las de Leonardo es muy improbable que los encontramos porque la iglesia fue renovada completamente a mediados del s. XVII y ha habido numerosas inundaciones catastróficas, entre ellas las de 1966. Y si se encuentra, lo más probable es que encontremos no sólo los restos de los parientes y el resto de personas enterradas entre 1474 and 1614, posiblemente hay restos posteriores, y quizás las criptas fueron vaciadas en los siglos XVIII y XIX, aunque es algo que no sabemos», explica.

RETRATO ROBOT DE LEONARDO

Y es que las expectativas son altas pero también realistas y, por ello, dice Lorente, están trabajando «sin prisa pero de forma segura y con un equipo multidisciplinar». Además de bucear en los orígenes de sus padres, su genoma podría ayudar a explicar su extraordinaria visión o su capacidad de abstracción que como dice este genetista, «le permitía distinguir ligerísimas variaciones en los colores, retratar con asombrosos detalles pájaros y otros seres en movimiento, como si pudiera verlos a cámara lenta, o dibujar tridimensionalmente con gran precisión. Hay genes involucrados en la agudeza visual», señala.

Pretenden también combinar las nuevas herramientas informáticas con los datos de la secuenciación de su genoma para crear imágenes tridimensionales de Da Vinci. «Se está investigando cómo reconstruir la cara (la forma de la nariz o la barbilla) a partir del material genético, lo que sería muy útil también en investigación policial», dice Lorente.

Más complicado será explicar las causas de su envejecimiento prematuro, así como de la parálisis que sufrió en los últimos años de vida en su mano derecha, atribuida a un posible accidente cerebrovascular que habría afectado a su capacidad para pintar. «Podría haber habido un componente genético pero sus problemas de salud pero también haber sido debidos a una infección o una intoxicación al manejar productos que ahora sabemos que son tóxicos», expone este catedrático en Medicina Forense. «Las parálisis motoras y sensitivas suelen deberse a alguna lesión no bien curada que dan problemas a largo plazo, pero podría haber tenido alguna enfermedad neurodegenerativa que afectara a un brazo», señala.

El análisis genético es dirigido, tienes que saber lo que buscas. No se hace en su conjunto porque llevaría mucho tiempo y dinero y no tiene sentido

JOSÉ ANTONIO LORENTE, CATEDRÁTICO DE MEDICINA LEGAL Y FORENSE DE LA UNIVERSIDAD DE GRANADA

No obstante, Lorente subraya que «el análisis genético es dirigido, es decir, tienes que saber lo que buscas. No se hace en su conjunto porque llevaría mucho tiempo y dinero y no tiene sentido».

Otro de los objetivos del proyecto ADN de Da Vinci, añade, es desarrollar tecnologías a través del microbioma (el genoma de los microorganismos que hay en todos los lugares) que sirvan para autentificar obras de arte pictóricas, aunque admite que es algo complejo. «No siempre será posible pero los cuadros, al ser manipulados por sus autores, pueden conservar material genético, sobre todo en la parte de atrás. En estudios preliminares se han visto con microscopios de alta resolución restos de pelos que podrían ser de una persona. Otros se han descartado al ser de pinceles. Pero si tienes el ADN de un pintor podrías autentificar obras suyas si se encuentra algún resto en ellas», adelanta.

Fuente: https://www.elmundo.es/papel/historias/2021/08/25/611e7ae7fc6c83ed188b463f.html

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