Los Periodistas

Bienvenida la nueva era de democracia sindical en México

Por Fernando Manzanilla Prieto

Hace unos días, ocurrió un hecho que muchos calificaron como histórico para nuestra democracia sindical. Se llevó a cabo la consulta entre los más de 6 mil trabajadores sindicalizados de la planta automotriz de General Motors, ubicada en Silao, Guanajuato, para decidir si la Confederación de Trabajadores Mexicanos, mejor conocida como la CTM, debería continuar o no, a cargo del contrato colectivo de trabajo.

¿Por qué fue histórica esta consulta? Porque por primera vez, el proceso de votación fue supervisado y observado por autoridades laborales de México y de Estados Unidos, por representantes de las centrales obreras de ambos países, así como por la Organización Internacional del Trabajo, la OIT, y el Instituto Nacional electoral, el INE. Todo ello, en el marco del nuevo acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, conocido como el T-MEC.

Recordemos que, a raíz de las múltiples quejas de parte de las organizaciones sindicales y autoridades laborales de Estados Unidos, por el desaseo del proceso de revisión del contrato colectivo realizado en abril, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social ordenó la reposición completa del proceso en la planta de Silao, solo que esta vez, bajo la estricta vigilancia y observación de las partes involucradas.

Todos sabemos que, por décadas, el control de los contratos colectivos de trabajo ha estado en manos de las grandes centrales obreras del país y que ello no siempre ha redundado en mejores condiciones laborales para los trabajadores mexicanos empleados por empresas extranjeras asentadas en nuestro país. La realidad es que uno de los incentivos para que muchas trasnacionales abran sus plantas aquí ha sido, precisamente, el control sindical, por lo que la elección de los líderes y representantes de los trabajadores siempre ha estado controlada y amañada. Lo que coloquialmente conocemos como “charrismo sindical”.

Pues bien, el pasado 16 y 17 de agosto se realizó la votación en la que la mayoría de los trabajadores de la planta de Silao decidió no avalar el contrato colectivo de trabajo cuya titularidad pertenecía al sindicato “Miguel Trujillo López”, afiliado a la CTM. A partir de ahora, será una nueva organización sindical la que represente a los trabajadores, conservando vigentes todos los derechos adquiridos y las mismas prestaciones y condiciones laborales adquiridas previamente.

Con esta elección —que activó por primera vez el llamado Mecanismo de Respuesta Rápida previsto en el T-MEC— se logró una votación secreta, justa, transparente y sin obstáculos, respetando plenamente la libertad de decisión de los trabajadores. Por lo que es previsible que en los próximos meses veamos una cascada de ratificaciones de contratos colectivos de trabajo, primero, en toda la industria automotriz y, posteriormente, en muchas otras ramas de la industria y los servicios vinculados al mercado global norteamericano.

No olvidemos que la ratificación de contratos colectivos de trabajo es una exigencia contemplada en los nuevos términos del T-MEC y prevista en la reforma laboral impulsada por el actual gobierno. A partir de ahora, la experiencia de Silao se convertirá en un referente de justicia y equidad laboral, no solo para México, sino para toda América Latina. Así es que, enhorabuena y bienvenida la democracia sindical.

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