Rafael Rubio, profesor de Derecho Constitucional en la UCM y experto en política cubana, analiza para LA RAZÓN la mayor protesta en Cuba desde la Revolución
JESÚS BUITRAGO / LA RAZÓN
–Cuba se encuentra ante la mayor protesta desde el famoso ‘maleconazo’ de 1994. ¿Qué similitudes y/o diferencias hay entre una manifestación y otra?
-Los dos tienen en común una respuesta ante una crisis económica y social, pero detonantes distintos. El ‘maleconazo’ llegó tras un durísimo periodo especial (consecuencia de la perdida de apoyos económicos tras la caída del muro de Berlín), y se desató por la extensión del rumor de que Estados Unidos enviaría lanchas para recoger a cubanos en el Malecón. Esta vez, se trata de una respuesta directa ante una situación crítica. El epicentro se encuentra en Matanzas, no en La Habana y se ha extendido de manera capilar, llega a todos los rincones de la isla, y pone en el centro de sus propuestas la libertad. Se trata de una respuesta a una situación de crisis general, de colapso, que no afecta solo a los centros de salud si no a todos los aspectos de la vida diaria que sufren los cubanos desde hace décadas. No se trata de un problema puntual si no del colapso de un sistema que lleva 60 años, inasequible al desaliento, empeñado en demostrar su fracaso, arrastrando a la miseria a millones de personas con su empecinamiento.
-Borrell pidió a Díaz-Canel que permita las protestas en Cuba y Biden reclamó al régimen castrista que escuche las demandas de su pueblo. ¿Considera que el presidente cubano está por la labor?
-El presidente cubano, fiel al libreto castrista, ha dejado claro que su única voluntad es mantenerse en el poder y ha llamado a defender la Revolución. En esto también hay similitudes con el ‘maleconazo’, cuando salieron a la calle grupos de matones para defender la revolución a garrotazos. Basta leer el Gramma de ayer para entender que no hay ninguna voluntad de dialogo, ni de buscar soluciones en común solo perseguir, denigrar y amedrentar a los que protestan, doblegar su resistencia y mantenerse en el poder.
-¿Cuáles cree que serán los siguientes pasos de Díaz-Canel en los próximos días tras reprimir las masivas protestas sociales?
-Acudir al enemigo exterior, un recurso que ha dado muchas satisfacciones al castrismo. Asegurar el apoyo de las fuerzas de seguridad y el Ejército y continuar la persecución de los disidentes, mientras se inicia una campaña de señalamiento de “traidores” a la Revolución.
-Se produjeron importantes actos de violencia policial en diversos puntos del país, incluso un fotoperiodista español terminó herido y ensangrentado. ¿El pueblo cubano perdió ese miedo a manifestarse contra el régimen castrista?
-Se trata de una protesta social, en la que no hay líderes políticos. Se ha quitado la tapa a la olla a presión en la que vivía la sociedad cubana y muchos han descubierto que es posible vencer el miedo para defender sus ideas y que no están solos.
-¿Era de prever los cortes de la señal de Internet en Cuba para poner coto a la subversión de las redes? Esta técnica es muy empleada en la Venezuela chavista para el apagón informativo.
-Si, la apertura de internet en Cuba ha sido muy tardía, como si temiera que esto pudiera pasar. Con su generalización se han ido abriendo espacios de reflexión y crítica a los que se ha ido sumando cada vez más gente, y que son la semilla de lo que hemos visto estos días. Los cortes buscan aislar al pueblo cubano. Cerrar el acceso a esos espacios críticos, impedir la organización de las protestas y mantenerlos al margen de la reacción internacional.
Fuente: https://www.larazon.es/internacional/20210713/tohaqcdworcbtkkfmecmcz5smy.html