Los Periodistas

«Hay dos Kamalas. La encantadora y la implacable. Y las dos son reales», asegura su biógrafo, Dan Morain. Cuando la carrera a la presidencia de Estados Unidos se acerca a su fase más determinante y beligerante –debate con Donald Trump incluido–, nos adentramos en el lado menos conocido de la candidata demócrata.

Foto: Christie Hemm Klok

Carlos Manuel Sánchez / XL Semanal

Kamala Harris puede hacer historia y convertirse en la primera mujer presidenta de Estados Unidos; o puede ser arrollada por la historia, repitiendo el destino de Hillary Clinton frente al mismo adversario, Donald Trump. La batalla promete ser feroz. Y el control de la narrativa va a ser decisivo en unas elecciones contaminadas por la mezcla explosiva de medias verdades y mentiras descaradas.

Trump no pierde oportunidad para caricaturizar a la candidata demócrata. Pero Harris es experta en el manejo de su propia imagen. Hemos hablado con el periodista norteamericano Dan Morain, que sigue su carrera desde hace treinta años y es el autor de su biografía más completa, Kamala Harris: la historia de la primera mujer vicepresidenta de los Estados Unidos (Roca Editorial).alternative textUna mujer de altura. Kamala Harris, a su llegada a Indianápolis al día siguiente de postularse como candidata a al presidencia. Es controladora y no deja pasar un detalle. Para muestra, un botón: en una entrevista, cuando se le mencionó que medía solo 1,57, Harris corrigió: «Eso es incorrecto. Mido 1,63. Y con tacones, que siempre uso, mido 1,70, gracias».Foto: Erin Schaff

Nacida en Oakland (California) hace 59 años, Harris es hija de una bióloga india, investigadora del cáncer de mama (fallecida en 2009), y de un economista jamaicano (hoy profesor emérito en Stanford). Ambos eran inmigrantes y se conocieron en la universidad. Harris recuerda «su visión desde el carricoche» de las manifestaciones a las que acudían sus padres. Se separaron cuando tenía 5 años. Tiene una hermana menor, Maya, abogada, su mejor amiga y confidente.alternative textSus padres. La madre de Kamala llegó a California en 1958 para doctorarse tras estudiar Biología en Nueva Deli. Allí conoció a un estudiante de Economía, Donald Harris, con el que tuvo dos hijas. Se divorciaron ocho años después. Ella falleció en 2009 y Kamala no tiene apenas trato con su padre, de 85 años.

Trump ha acusado a Harris de manipular su identidad racial por conveniencia. «Eso es falso y simplista –responde Morain–. Harris ha hablado mucho de su infancia como una niña negra que iba en autobús a una escuela en un barrio blanco en los primeros tiempos de la integración racial. Los orígenes de Harris son de dos lugares donde la piel de la gente es oscura: la India y el Caribe».

Donald, el padre de Kamala, ha reconocido que entre sus antepasados hay esclavos… Y también un famoso esclavista, Hamilton Brown. «Fue un hombre de negocios brutal, que compró y vendió a cientos de personas. La tatarabuela paterna de Harris, Miss Chrishy, decía ser descendiente de Brown. No podemos saberlo con certeza sin pruebas de ADN. Pero era una práctica habitual entre los propietarios de plantaciones violar a sus esclavas. Y los hijos de esclavas nacían en la esclavitud», explica Morain. Esta conexión ha sido tergiversada en los foros partidarios de Trump, donde se dice que Harris, en lugar de ser víctima de la violación del esclavista, pertenece a una familia que poseía esclavos.

El polémico mentor silenciado

A mediados de los años noventa, Harris inició una relación con Willie Brown, una figura muy influyente en el Partido Demócrata. «Fue una relación desequilibrada. Brown estaba separado; tenía 60 años y ella, 29. Se descubrió que salían juntos cuando un columnista escribió que ‘Clint Eastwood había rociado con champán a la nueva novia de Brown’. Brown le regaló a Kamala un BMW, viajaron juntos a París… Y le proporcionó cargos muy bien remunerados. Pero ella no habla de él desde hace años. Ni siquiera lo menciona en su autobiografía oficial», comenta Morain. En una entrevista de 2003, Harris describió a Brown como «un lastre alrededor de mi cuello». Pero aclaró: «Su carrera está terminada; yo estaré viva y dando guerra durante los próximos cuarenta años… No le debo nada». Los principales ataques sexistas de Trump, sin embargo, se centran en los favores que recibió de Brown en aquella época.alternative textCandidato a ‘primer caballero’. Harris conoció a su marido, Douglas Emhoff, en una cita a ciegas en 2013. Es abogado corporativo, pero se dedica a la enseñanza desde que ella es vice-presidenta. Kamala es la madrastra de Cole y Ella, los hijos de Emhoff de su matrimonio anterior.

Y es que Brown es una figura turbia. Fue presidente de la Asamblea de California y alcalde de San Francisco. Alardeaba de su poder, lo que le valió el apodo de ‘ayatolá’. Fue investigado por favorecer a amigos y aliados, y Coppola le dio un breve papel en El Padrino III para que hiciera de… político corrupto. Su romance con Harris fue solo una de varias relaciones extramaritales que mantuvo mientras estaba separado de facto, pero no divorciado, de su esposa, Blanche, con la que sigue casado a los 90 años.

En el ‘jet’ privado con Trump

La relación entre Harris y Trump tiene un comienzo sorprendente. Su primer encuentro ocurrió en 1994, cuando Trump, magnate inmobiliario, buscaba comprar el hotel Ambassador en Los Ángeles (célebre por el asesinato de Robert F. Kennedy). Envió su jet privado para trasladar a Willie Brown, a quien cortejaba para facilitar la operación, y a su comitiva, que incluía a Harris. Años después, Trump realizó una donación de cinco mil dólares a la campaña de Harris para fiscal general de California, seguida por una contribución de dos mil dólares de su hija Ivanka.

El episodio más controvertido llegó en 2016, cuando Harris, ya como fiscal general, decidió no unirse a una demanda federal contra la Universidad de Trump por fraude. Esa universidad ofrecía cursos sin validez académica en gestión empresarial que prometían enseñar los secretos del éxito de Trump en los negocios. En 2013, el fiscal de Nueva York presentó una demanda por estafar a los estudiantes con promesas falsas. Trump nunca admitió delito alguno, pero en 2016, poco después de ser elegido presidente, llegó a un acuerdo por 25 millones de dólares para no ir a juicio.alternative textSus compañeros. Biden eligió a Kamala como vicepresidenta por lo que se consideró una maniobra ‘compensatoria’: es mujer y negra. Ahora, ella ha elegido para acompañarla al gobernador de Minnesota, Tim Walz. «Necesitaba a un hombre blanco y mayor para compensar», dice su biógrafo.

Aunque la decisión de Kamala de no demandar a Trump generó acusaciones de favoritismo, Morain las descarta: «Aquellas donaciones representaban una fracción mínima de los 32 millones que Harris había recaudado para sus campañas. Justificó la decisión de no ir contra Trump argumentando que en California habían sido pocos los estudiantes afectados».

Kamala, según quien más le conoce

Kamala en 1997 cuando era fiscal en California.

Entrevista

Dan Morain: «Harris no es tan de izquierdas. Es menos idealista que Obama. Y es partidaria de la mano dura»

Dan Morain es el periodista que mejor la conoce y autor de su biografía (no autorizada). Este veterano reportero de Los Angeles Times, que se ha pateado los tribunales de California y los pasillos del Capitolio, ha sido testigo del ascenso de la candidata demócrata desde sus inicios.

XLSemanal. ¿Qué posibilidades tiene Kamala Harris de convertirse en la primera mujer que preside Estados Unidos?

Dan Morain. Va a estar muy reñido. Apostaría a que el recuento se prolongará un par de semanas. El sistema electoral favorece a los republicanos, pero Harris tiene una oportunidad.

XL. ¿Cree que Donald Trump la teme?

D.M. Enfrentarse a Joe Biden era más fácil…. Leer más

La carrera de Harris como fiscal de distrito en San Francisco se centró en casos de abusos de menores y homicidios. Harris se comprometió a no pedir la pena de muerte, manteniendo esta postura incluso cuando un policía fue asesinado y tuvo que aguantar el tipo en el tenso funeral. Creó una unidad de crímenes de odio enfocada en proteger a niños y adolescentes LGTB y una unidad de crímenes ambientales. Son sus líneas rojas… O lo eran. «Ya como fiscal general, sí defendió la pena de muerte en los tribunales, aunque personalmente se opusiera a ella», cuenta Morain. ¿Cuál será su postura sobre la reforma sanitaria o la guerra de Gaza? «Como periodista, le puedes hacer la misma pregunta a un político de diez maneras diferentes, y nunca te dará la respuesta si no quiere dártela. Ella es muy buena en eso. Si considera que no le conviene tomar partido, no lo va a hacer».

El 90 por ciento de sus empleados dimite o se va al terminar el contrato. Tiene fama de ser una jefa perfeccionista e insufrible

La vicepresidenta presenta dos caras al mundo: por un lado, la Kamala encantadora y espontánea; por otro, la fiscal inquisitorial cuyos interrogatorios se estudian como ejemplos de cómo despellejar a un sospechoso. Su carisma también tiene un lado oscuro. Más del 90 por ciento de los empleados que ha tenido a lo largo de los años ha dimitido o ha preferido marcharse al terminar contrato. Se la considera una jefa perfeccionista e insufrible. Ante las críticas, Harris se refugia en el espíritu indomable de su madre, Shyamala Gopalan. «Puede que seas la primera, pero asegúrate de no ser la última», le decía. Morain lo resume de otra manera: «Hay dos Kamalas. La encantadora y la implacable. Y las dos son reales».

Fuente: https://www.abc.es/xlsemanal/personajes/kamala-harris-lado-menos-conocido-candidata-presidencia-eeuu.html

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