A lo largo del ciclo recién terminado en septiembre, las compras foráneas del grano desde México subieron de 17.5 a 18 millones de toneladas y el Departamento de Agricultura de Estados Unidos prevé una nueva marca en la temporada 2023-2024.
ROBERTO MORALES / EL ECONOMISTA
México batió récord en sus importaciones de maíz en la temporada de 2022-2023 (terminó el 30 de septiembre pasado) y volverá a registrar otro máximo histórico en el ciclo 2023-2024, de acuerdo con estimaciones del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).
Estos picos se alcanzarán a pesar de que México mantiene en vigor un decreto que restringe las compras externas de maíz transgénico y del arancel de 50% sobre las importaciones de maíz blanco.
Las compras foráneas de maíz a México subieron de 17 millones 572,000 toneladas en el ciclo 2021-2022 a 18 millones en el ciclo 2022-2023, y el USDA proyecta que el monto volverá a crecer a 18.2 millones de toneladas en el año comercial de 2023-2024.
El 23 de junio de 2023, el gobierno de México anunció un arancel de importación de 50% sobre el maíz blanco, vigente hasta finales de 2023.
El arancel no se aplica al maíz estadounidense debido a los compromisos de libre mercado existentes bajo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
En la misma publicación, un arancel temporal de exportación de maíz blanco que vencía el 30 de junio se extendió hasta finales de 2023. Anteriormente, un decreto presidencial para un arancel temporal de 50% sobre las exportaciones de maíz blanco de México estuvo en vigor del 16 de enero al 30 de junio de 2023.
Según el Decreto, se pretende controlar la oferta, producción y precio del maíz blanco en México, y así controlar los precios de los distintos productos de consumo elaborados a base de maíz blanco, principalmente tortillas.
Durante el primer semestre del año, el gobierno mexicano enfrentó la protesta de agricultores de Sinaloa, quienes demandaban ampliar la cobertura del programa de precios de garantía del maíz, dado que su cotización cayó 25% frente al 2022
Para la campaña 2022/2023, la estimación del gobierno de México para las importaciones de maíz blanco es la más baja desde 2012.
El promedio de importaciones de maíz blanco de la temporada 2012-2022 se reporta en 830,000 toneladas por año, mientras que para el ciclo 2022/2023, el gobierno de México estima importaciones de maíz blanco en 490,000 toneladas, una reducción de 40 por ciento.
De octubre de 2022 a julio de 2023, las exportaciones de maíz blanco de Estados Unidos a México se redujeron aproximadamente 75% en comparación con el promedio de las exportaciones de maíz blanco durante el mismo periodo de las temporadas 2012/2013 y 2021/2022.
Panel en marcha
Mientras ocurren estos intercambios comerciales, los gobiernos de México y Estados Unidos continúan con el proceso de instalación de un panel de solución de diferencias sobre las importaciones de maíz transgénico al mercado mexicano, cuya resolución final se dará previsiblemente a mediados de marzo de 2024.
“Ahora es trabajo sólo de los panelistas y los abogados hasta tener el resultado final”, afirmó Raquel Buenrostro el fin de semana, en el marco de la tercera edición del Diálogo Económico de Alto Nivel (DEAN). En ese evento, no se abordó el caso del maíz, según Katherine Tai, representante comercial de la Casa Blanca.
El pronóstico del USDA sobre la producción de maíz de México para el año comercial 2023/2024 se redujo a una tasa interanual de 2.1%, a 27.4 millones de toneladas, mientras que el área sembrada prevista aumenta ligeramente.
A su vez, la estimación de producción de maíz para el ciclo 2022/2023 es de 28.0 toneladas, un año récord, según datos actualizados de siembra y cosecha.
En la campaña 2023/2024, se prevé que el “súper peso”, que ha fortalecido las perspectivas de importación de México desde finales de 2022, se deprecie a niveles más promedio.
A medida que los agricultores del norte de México toman sus decisiones sobre la siembra de otoño/invierno, una pequeña cantidad de área plantada puede cambiar a cultivos que requieren menos agua, como trigo, girasol, cártamo, garbanzos y cebada.