Los Periodistas

Nuestro idioma afronta el reto de enseñar a pensar a la Inteligencia Artificial con proyectos radicados en el lugar donde nació hace más de un milenio, en La Rioja

ULISES CULEBRO

DARÍO PRIETO / LA LECTURA

Desde hace tres años, el músico más escuchado en Spotify en todo el mundo canta en español. Es el puertorriqueño Bad Bunny, y en 2022 volvió a encabezar las listas de éxitos en la plataforma, con 18.500 millones de reproducciones (o ‘streams’, según la voz anglosajona). Suyo fue también el álbum número 1 del año, ‘Un verano sin ti’, así como dos de las cinco canciones que más sonaron. No es el único: cada semana, un tercio de los temas que coronan las listas musicales encadenan versos en nuestra lengua, desde el canario Quevedo a la colombiana Shakira, pasando por su compatriota Karol G o el productor argentino Bizarrap.

El español marca la música del momento y nació hace más de mil años como idioma marginal en una encrucijada de caminos. Porque fue precisamente en los márgenes de un códice en latín del monasterio de Yuso de San Millán de la Cogolla (La Rioja) donde se descubrieron los primeros textos escritos en español. Desde entonces hasta ahora, nuestra lengua ha experimentado una expansión que la ha llevado a ser la segunda más importante del mundo, con cerca de 600 millones de hispanohablantes, y la segunda también en cuanto a comunicación internacional en la Red, tanto por número de usuarios como por páginas web. Una dimensión que plantea retos que se han tratado en estos días durante el Congreso Internacional de la Lengua Española, en Cádiz.

En la misma Rioja donde se alumbraron aquellos primeros textos (las denominadas ‘Glosas Emilianenses’) se acaba de poner en marcha el Centro de Inteligencia de la Nueva Economía de la Lengua, un proyecto que pretende enseñar el español a la Inteligencia Artificial, que está financiado con cerca de 44 millones de euros y que forma parte del plan Valle de la Lengua.

El director general de la Oficina del Comisionado para la Nueva Economía de la Lengua, Manuel González Bedia, sostiene que el objetivo no es tanto que las máquinas sustituyan a las personas, sino que “se pueda tratar a cada persona con sus particularidades”, de tal forma que la Inteligencia Artificial sepa “discernir acentos, niveles socioeconómicos y culturales, y discapacidades”, entre otras variables.

Licenciado en Ciencias Físicas y Doctor en Ingeniería Informática González Bedia, subraya que la economía del futuro se sustenta en el uso y el procesamiento de datos, lo que se conoce en la esfera anglosajona como Big Data. En el caso del español, al tratarse de una comunidad humana que concentra el 10% del Producto Interior Bruto (PIB) mundial (es decir, entre cuatro y cinco billones de euros, según las estimaciones), las posibilidades que se abren ante la implantación del español en las nuevas tecnologías son muy diversas: posicionamiento de marcas en el mercado ‘online’, difusión de investigaciones y de otros materiales científicos (como los alojados en Dialnet, servicio con denominación de origen igualmente riojana), creación de redes neuronales para la comprensión de textos escritos por humanos o elaboración de contratos por parte de las administraciones.

SUPERCOMPUTADORAS

Un ejemplo es MarIA, la primera inteligencia artificial en español, impulsada por la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial y desarrollada por el Centro Nacional de Supercomputación, a partir de los archivos web de la Biblioteca Nacional de España (BNE). Para su puesta en marcha, MarIA ha sido alimentada con 135.000 millones de palabras que ocupan 570 Gigabytes de información. Para su entrenamiento, se ha utilizado el superordenador MareNostrum del Centro Nacional de Supercomputación de Barcelona y ha sido necesaria una potencia de cálculo de 9,7 trillones de operaciones (969 exaflops).

Pero todo esto no sirve de nada sin un alma humana, incide González Bedia. Es ahí donde entra uno de los proyectos cruciales de Valle de la Lengua, la creación del mayor corpus oral que se ha realizado de un idioma, que en este caso será del español. Ahí entra también otro eje del proyecto, Voces de la Lengua, que aborda la vertiente artística y escénica del español y que se ha materializado en manifestaciones muy diversas:recitales de actores como Pepe Viyuela (transmutado en Gonzalo de Berceo en la localidad natal del autor de los ‘Milagros de Nuestra Señora’) o José Sacristán, conciertos dramatizados de formaciones como Artefactum o Schola Antiqua, y recorridos por la historia cotidiana del territorio a través de sus bodegas y sus fábricas de harina. La programación del mes de abril, que se desarrollará durante Semana Santa, cuenta con la participación de Manuela Velasco (que pondrá en escena en la impresionante basílica de Santa María de Arcos, en Tricio, una ‘Reina Juana’ que ya interpretó su tía Concha), así como Carlos Hipólito y Arturo Querejeta, enfrentados ambos en un duelo interpretativo en Yuso.

Para Ignacio García, director artístico de Voces de la Lengua y responsable hasta el año pasado del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, el desafío que plantea un proyecto como éste se resume en que “una lengua que nace de una manera marginal y periférica constituye hoy una realidad”. De este modo, “aunque sea en la esquinita y en un margen, ese acto de escribir es un acto de enorme empoderamiento”. Viyuela, por su parte, señala que “el español nació en esa zona no por una cuestión baladí, sino precisamente porque era un lugar de encuentro de culturas, de razas, de religiones diferentes. Y la gente necesitaba un vehículo para entenderse, para negociar o hablar de cuestiones filosóficas. Ese lenguaje nació de la necesidad de entenderse“.

En efecto, de San Millán de la Cogolla provienen también los primeros testimonios escritos del euskera, coetáneos a aquel “Cono ayutorio” con el que arranca el “primer vagido”, en expresión de Dámaso Alonso, del castellano.

POTENCIAL ECONÓMICO

Los hispanohablantes constituimos, según García, “una comunidad de casi 600 millones de personas a quienes nuestras madres nos han acunado en español. Ahí empieza la visión del mundo y la sensibilidad que tenemos”. Porque una de las bellas contradicciones con las que nos encontramos es que “una lengua que nace en un scriptorium o un cenobio, un lugar oscuro y hermético de conocimiento, es hoy en día algo luminoso que tiene unos valores formidables que, como país, todavía no estamos siendo capaces de amortizar”.

De ahí la importancia de que las máquinas piensen con las palabras con las que se escribió La vida es sueño, incide el responsable de Voces de la Lengua: “Coges las comedias de Calderón de la Barca o de Sor Juana Inés de la Cruz y en sólo una obra hay más variedad rítmica que en todo el teatro isabelino inglés junto. Pero ése no es un tema de habilidad versificadora del poeta: es un tema de identidad cultural. Lo dice muy bien Miguel de Cervantes en ‘El Quijote’: ‘Lo que se sabe sentir se sabe decir”.

Lo cual se traduce también en el aspecto financiero. “Economía no es vender un disco”, sostiene. “Economía es que esa gente que baila en español, que canta en español, que habla español o que aprende español, quiera venir al lugar en el que nació la lengua que ama, la lengua con la que se comunica, la lengua en la que disfruta de la vida”.

Fuente: https://www.elmundo.es/la-lectura/2023/03/31/64269f7921efa0e74e8b457a.html

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