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Un tunecino gana el concurso de la mejor baguette de París y la extrema derecha lo acusa de «islamista» | El Mundo

Makram Akrout, panadero en el distrito 12 de la capital, rechaza ir a la ceremonia de entrega después de que se hayan difundido mensajes en los que afirmaba que Francia «nos aleja de los valores del Islam»

Makram Akrout sostiene dos baguettes. CORRIERE DELLA SERA

STEFANO MONTEFIORI / París / CORRIERE DELLA SERA / EL MUNDO

Hace una semana, Makram Akrout, un tunecino que llegó a Francia hace veinte años, sin papeles, ganó el concurso para la mejor baguette de París, la que prepara en la panadería Les Boulangers, del distrito 12. Con el premio, el señor Akrout ha ganado también el honor de convertirse, durante un año, en el proveedor de pan del Elíseo. El premiado confesó sentirse «muy orgulloso»; «es la cosecha de todos estos años de experiencia», afirmó.

Sin embargo, en la víspera de la ceremonia, prevista para el sábado 2 de octubre frente a la catedral de Notre Dame, algunos militantes de extrema derecha y el periódico Causeur descubrieron y difundieron varios mensajes embarazosos que habrían sido publicados en el pasado por Akrout en Facebook.

La policía está intentando averiguar si es el autor de éstos. mensajes, por ejemplo: «Francia alienta y propaga la decadencia en nuestros países para proteger sus intereses colonialistas y nos impulsa a alejarnos de la religión y de los valores islámicos»; «Hemos llorado por Charlie Hebdo y por Notre-Dame, pero en una parte de Francia, estos perros no lloran cuando se burlan del creador Alá«.

Frente a los responsables del sindicato de panaderos, que organizan el premio, el panadero declaró que su cuenta había sido pirateada, pero después se desdijo. De todas maneras, Akrout, de 42 años y que lleva los últimos 19 amasando pan, ha anunciado que no asistirá a la ceremonia.

El premio a la mejor baguette es una tradición muy arraigada en París que, en los últimos años ha premiado en cinco ocasiones a panaderos de origen tunecino, lo que ha sido visto como la demostración de que la integración es posible. El Elíseo había publicado en Twitter las felicitaciones del presidente Emmanuel Macron al ganador: «¡Al final sólo queda uno! Bravo a Makram Akrout que ganó el premio de la mejor baguette de París para el año 2021. Como manda la tradición, dará pan al Elíseo durante un año».

Ahora, las autoridades están analizando las cuentas de Akrout para ver si es una provocación de la extrema derecha o si realmente defiende posiciones cercanas a las de los islamistas, lo que dificultaría que pueda suministrar pan al Elíseo. El rito de la mejor baguette sigue reglas bastante precisas. Los jurados en cada degustación dan los votos sobre cinco criterios: aspecto, cocción, textura, perfume y sabor.

Al principio del concurso, las baguettes candidatas eran 173, debían respetar una longitud de entre 55 y 70 centímetros, un peso entre 250 y 300 gramos, y una cantidad de sal de 18 gramos por kilogramo de harina.

El hecho de que los ciudadanos de origen árabe-musulmán se hayan convertido en maestros de este arte típicamente francés tiene una doble connotación política: para los partidarios de la acogida y de la integración es una de las muchas pruebas de la posibilidad y de la riqueza de «vivir juntos»; para los opositores a la inmigración, es uno de los indicios de que la sociedad se desnaturaliza y los extranjeros tienden a ocupar el lugar de los franceses nativos, según la teoría del «Gran Remplacement» (La Gran Sustitución) de Renaud Camus relanzada en estos días por el opinionista (y probable candidato a la presidencia) Eric Zemmour.

Por ese motivo, al enterarse del premio otorgado a Makram Akrout, los grupos de extrema derecha no han tardado en revisar sus cuentas en las redes sociales. La baguette se convierte en una cuestión política.

Fuente: https://www.elmundo.es/internacional/2021/10/01/6156ed4afdddff79678b45e3.html

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