La electricidad estática fue descrita por primera vez por Tales de Mileto. Sin embargo, hasta ahora no se ha podido determinar con exactitud qué papel jugaba el roce en ella
R. BADILLO / EL CONFIDENCIAL
En torno al año 600 antes de Cristo, el filósofo, matemático y físico (entre otras muchas cosas) griego Tales de Mileto documentó un fenómeno físico sorprendente. En concreto, observó que al frotar diversos tipos de pieles con el ámbar, las partículas de polvo se veían atraídas. Esta fue la primera vez que se describió la electricidad estática, aunque no recibió este nombre hasta mucho tiempo después.
La electricidad estática es la principal responsable de que a todos se nos encrespe el pelo. Un problema estético que se ve incrementado a consecuencia del roce de las fibras capilares con tejidos sintéticos, a los cambios bruscos de temperatura o humedad y al uso de determinados productos de styling a la hora de lavarse el cabello. Sin embargo, a pesar de haber transcurrido siglos de estudio de este fenómeno, aún seguía existiendo un ‘misterio’ en torno a él.
En una nota de prensa publicada por la Universidad Northwestern de Estados Unidos, la cual ha recibido el curioso título ¿Por qué acariciar a tu gato produce electricidad estática?, los científicos explican por primera vez cómo frotar una superficie puede crear una corriente eléctrica. En este sentido, Laurence Marks, autor principal junto a Karl Olson del estudio que puede consultarse en la revista Nano Letters, afirma que “por fin somos capaces de explicar el misterio (de la electricidad estática) que nadie había resuelto antes: por qué es importante el roce”.
El papel del roce
Según cuenta, “muchos lo han intentado, pero no han podido explicar los resultados experimentales sin hacer suposiciones”. Después, asegura que la respuesta al enigma “fue sorprendentemente sencilla”. Al parecer, al comienzo y al final de un movimiento deslizante se experimentan fuerzas diferentes. Cuando dos objetos se rozan, se produce una diferencia de carga entre la parte delantera y la trasera, lo que da como resultado la electricidad estática.
“El simple hecho de tener diferentes deformaciones y, por tanto, diferentes cargas en la parte delantera y trasera de algo que se desliza y se roza genera tensiones elásticas que son suficientes para provocar la corriente”, continúa explicando el científico. En este sentido, Laurence Marks ya publicó un estudio en 2019 que demostró que frotar dos materiales provoca protuberancias microscópicas en sus superficie, las cuales son suficientes para generar voltaje.