Una de sus ideas más comentadas en los últimos años, ante el auge de la ultraderecha, es la paradoja de la tolerancia: tolerar a los intolerantes puede suponer el final de la tolerancia
REDACCIÓN NIUS
El filósofo austríaco, después nacionalizado británico, Karl Popper nació en Viena el 28 de julio de 1902 en el seno de una acomodada familia judía. Hasta su muerte, en 1994, se convirtió en un referente de la defensa de la democracia liberal, lo que él llamó la sociedad abierta. Criticó toda política identitaria (ya fuera la del pueblo elegido, la de la raza elegida o la de la clase social elegida por un supuesto destino histórico) y buscó los orígenes del totalitarismo en pensadores tan admirados y poco cuestionados tradicionalmente como Platón, Aristóteles o Hegel.
Su concepción del equilibrio dinámico de la sociedad tiene su paralelismo en su idea de la ciencia. Defendió que toda teoría científica es provisional y que el pensamiento científico no avanza cuando los hechos confirman las teorías, sino cuando estas resultan refutadas. No se avanza aferrándose a una verdad, sino descartando las ideas que se demuestran falsas. No hay pilares inamovibles en el conocimiento científico. Eso requiere de un importante trabajo de crítica y de honestidad intelectual para no aferrarse a teorías desfasadas.
Libertad
Popper defiende una sociedad en la que todo ciudadano «asume siempre que puede estar equivocado» y no trata de alzarse sobre los demás sino de participar en un diálogo crítico. La libertad es fundamental para la sociedad abierta.
1) «Debemos planificar para la libertad y no sólo para la seguridad, aunque sólo sea porque sólo la libertad puede hacer que la seguridad sea segura».
El pensador receló de todos los que aseguraban conocer el destino del mundo.
2) «Aquellos que nos prometen el paraíso en la tierra nunca producen nada más que un infierno».
Para él es un error creer que se debe buscar un mundo que haga a todos felices. Eso lleva a la intolerancia y la inquisición. Propone una alternativa más modesta a la idea de maximizar la felicidad: minimizar el sufrimiento. El dolor de los demás implica una apelación moral a ayudar. Aunque Popper fue un liberal nunca llegó a los extremos de su compatriota Firdrich Hayek y defendió un cierto grado de intervención en la economía.
3) «Cómo le va a una persona en la vida es en gran medida una cuestión de suerte o de gracia y en un grado comparativamente menor quizá también de competencia, diligencia y otras virtudes. Lo mejor que se puede decir de la democracia o de la libertad es que dan a nuestras habilidades personales un poco más de influencia sobre nuestro bienestar».
Tolerancia
Uno de los argumentos de Popper que más difusión ha tenido, sobre todo a raíz del surgimiento de movimientos ultraderechistas en los últimos años, es la llamada «paradoja de la tolencia». La formuló en una nota marginal en el capítulo 7 de su libro La sociedad abierta y sus enemigos, pero eso no ha impedido que sea citada con frecuencia.
4) «Si extendemos la tolerancia ilimitada aun a aquellos que son intolerantes, si no nos hallamos preparados para defender una sociedad tolerante contra las tropelías de los intolerantes, el resultado será la destrucción de los tolerantes y, junto con ellos, de la tolerancia».
Es decir, si las sociedades abiertas ofrecen el beneficio de la tolerancia a los movimientos totalitarios que haya en su seno, estos pueden crecer hasta acabar con ellas. Pero para Popper esto no significa necesariamente prohibir o ilegalizar a los intolerantes.
5) «Con este planteamiento no queremos significar, por ejemplo, que siempre debamos impedir la expresión de concepciones filosóficas intolerantes; mientras podamos contrarrestarlas mediante argumentos racionales y mantenerlas en jaque ante la opinión pública, su prohibición sería, por cierto, poco prudente. Pero debemos reclamar el derecho a prohibirlas, si es necesario por la fuerza».
El debate serviría, como dice, para «mantener en jaque» o mitigada la influencia de estos movimientos, pero Popper es pesimista sobre la capacidad de diálogo con los totalitarios.
6) «Ningún argumento racional tendrá un efecto racional en una persona que no quiere adoptar una actitud racional».
Si llega ese momento en el que los intolerantes responden a los argumentos «con el uso de los puños o las armas. Deberemos reclamar entonces, en nombre de la tolerancia, el derecho a no tolerar a los intolerantes».
Ciencia
La visión de Popper de la sociedad muestra coherencia con su forma de entender el conocimiento científico, también sin verdades absolutas. También aquí lo más importante es avanzar mediante la crítica.
7) «La historia de la ciencia, como la de todas las ideas humanas, es una historia de sueños irresponsables, de obstinaciones y errores. Sin embargo, la ciencia es una de las pocas actividades humanas (quizá la única) en la cual los errores son criticados sistemáticamente y muy a menudo, con el tiempo, corregidos».
8) «Los científicos tratan de eliminar las teorías falsas, intentan dejarlas morir en su lugar. El creyente, ya sea animal o humano, muere con sus falsas creencias».
Para que la crítica sea posible, todo enunciado científico sobre la realidad, lejos de progerse con grandes verdades, debe ser refutable.
9) «En la medida en que un enunciado científico hable de la realidad debe ser falseable; y en la medida en que no es falseable, no habla de la realidad».
Para Popper no hay sustancias inamovibles.
10) «El mundo no está formado por cosas, sino por procesos».
En este argumento resuena la proposición de su compatriota Ludwig Wittgenstein al inicio del Tractatus logico-philosophicus, cuando dice que «el mundo es la totalidad de los hechos, no de las cosas». Popper insistirá en la idea de la humildad y provisionalidad inevitable del conocimiento humano.
11) «Nuestro conocimiento sólo puede ser finito, mientras que nuestra ignoracia debe ser necesariamente infinita».
12) «Cada vez que una teoría te parece como la única posible, tómalo como una señal de que no has entendido ni la teoría ni el problema que trata de solucionar».
Fuente: https://www.niusdiario.es/cultura/libros/20220728/karl-popper-libertad-tolerancia-ciencia_18_07115544.html