«La pluma debería ser libre, señoría/
La pluma es la lengua del alma».
Quevedo
Por Jesús Manuel Hernández
Madrid, España.- Durante más de una década el Teatro de la Comedia estuvo cerrado; el edificio tuvo una ampliación y consiguió así un espacio para 650 personas, con lo cual la zona del Barrio de las Letras aporta un buen número de salas donde es posible una agenda muy completa, desde el clásico, el español, la comedia y lo comercial.
Desde hace unos días el actor Juan Echanove le da vida a don Francisco Gómez de Quevedo Villegas y Santibáñez Cevallos, conocido coloquialmente para los estudiosos del Siglo de Oro de las Letras Españolas como “Quevedo”, a lo más, algunos le citan por el nombre “Francisco Quevedo”.
Y Echanove bromea un poco en la entrevista concedida en los espacios periodísticos dedicados a la cultura en Madrid con frases como “Quevedo era un hombre de bajos fondos y altos vuelos, un facineroso y un espadachín que mantuvo la dignidad en medio de la indignidad del Barroco español… Quevedo es amor desbocado y dolor mortal…”.
El guion es una versión libre de José Luis Collado subtitulado como un “Oratorio por el alma de Quevedo” donde las escenas sobre la censura, la ausencia de libertad de expresión del imperio español van asemejándose a los momentos actuales.
Echanove cita dos versos para reforzar su afirmación:
«La pluma debería ser libre, señoría/ La pluma es la lengua del alma».
«¿Es que siempre se ha de pensar lo que se dice? / ¿Es que nunca se ha de decir lo que se siente?”.
Zalacaín había leído la crónica sobre la presentación de la obra y en verdad tuvo el apetito de acercarse a la taquilla y volver a la redecorada sala del Teatro de la Comedia en la Calle Príncipe. Aprovecharía para pasarse por Prada a Tope, saludar a los amigos, Cristóbal, Antonio, Carmela, tomarse un vino maceración de El Bierzo y picar algo en la barra.
El Teatro de la Comedia queda enfrente de este local, con una barra de buen ambiente, salón comedor y no hace mucho con la terraza más chica de todo el centro de Madrid, apenas caben dos mesas para dos personas cada una.
El edificio original del teatro fue construido en 1875, padeció un incendio y se reinauguró en 1915 y a finales del siglo pasado el teatro fue adquirido por el Ministerio de Cultura y se planeó y ejecutó su ampliación.
Por su escenario han pasado varios personajes de la historia española, en 1914 dictó conferencia José Ortega y Gasset sobre la “Vieja y la Nueva Política”, al año siguiente la sala sufrió otro incendio. Años después en 1919 el teatro fue la sede del congreso de la Confederación Nacional del Trabajo donde se tomó la decisión de sumarse a la Internacional Comunista; y en 1933 José Antonio Primo de Rivera, fundador del periódico “El Fascio”, pronunció ahí el discurso de la fundación de la Falange Española. Las historias le habían sido contadas al aventurero por un vendedor de “Con Tarima”, la librería frente a la puerta principal del teatro, en el número 17.
La cocina de El Bierzo tiene un plato muy español, pero con una variante interesante, la Tortilla de Patatas Guisada; bien es sabida la importancia de esta mezcla de huevos rotos con trozos del tubérculo llevado de América al Viejo Mundo y cuya importancia se reflejó en momentos de crisis para saciar el hambre de los europeos, los españoles entre ellos. Se trata de una tortilla con algunas variantes, a veces la salsa de tomate se condimenta con algún pimentón e incluso en algunas recetas caseras se habla de rellenar la tortilla con algo más de papas y cebollas.
A Zalacaín siempre le había parecido más bien una salida para la cocina del reciclaje, de volver a utilizar lo no consumido, con ello se evitaba el desperdicio de los alimentos. Quizá una tortilla fría, dejada de lado en un almuerzo, fue colocada en medio de la salsa caliente y puesta sobre el fuego. Y en Prada A Tope la tienen como especialidad de la carta por 10 euros la tortilla entera.
El tema le llevó de la mano a charlar con Cristóbal un cubano asentado en Madrid desde hace años y responsable del local y quien aún conserva el acento del caribe. “¿Se ha enterado usted –le dijo a Zalacaín- sobre el monumento a la Tortilla de Patatas en Villanueva de la Serena, dicen que ahí se inventó?”.
Para Zalacaín la tortilla había sido más bien de origen navarro, pues hay un documento anónimo fechado en 1817 dirigido a las Cortes de Navarra, donde se habla de las precarias condiciones de vida de los agricultores y alguna forma de receta montañesa para calmar el hambre consistente en “dos o tres huevos en tortilla para cinco o seis, porque nuestras mujeres la saben hacer grande y gorda con pocos huevos mezclando patatas, atapurres de pan u otra cosa…”.
La creencia se reforzó poco después en una leyenda atribuida al general Tomás Zamalacárregui quien durante el sitio de Bilbao “inventó” la tortilla de patatas para saciar el hambre del ejército carlista.
Pues bien, se enteró el aventurero por boca del cubano amigo, del descubrimiento de un historiador y especialista en agricultura de nombre Javier López Linaje quien ha publicado sus investigaciones en un tomo, agotado por cierto, donde se da fe de la autoría de la Tortilla de manos de Tena Godoy y Malfeyto el 27 de febrero de 1798, unos años antes de los navarros en la localidad de Villanueva de la Serena en Badajoz, de donde desde hace unos años se celebra la Semana de Homenaje a la Tortilla de Patatas y cuyo ayuntamiento ha convocado a la construcción de un monumento para 2018 con un presupuesto de 17 mil euros.
Y entonces algún vecino de la barra dijo coloquialmente “Para hacer tortillas hay que romper los huevos”. Y los parroquianos soltaron la carcajada. La frase había sido empleada por Jacques Lacan para ejemplificar cómo a veces se debe pasar por un conflicto para llegar a cosas concretas, pero los franceses se pelean el origen adjudicado a François-Athanase Charette de la Contrie, un enemigo de la Revolución Francesa.
Zalacaín sacó otra frase para captar el interés de los comensales, se refirió al sacerdote jesuita Jorge Loring, fallecido hace algunos años y especialista en la Sábana Santa y quien fue famosos por ser muy consultado en temas de formación familiar.
Dijo el padre Loring a un novio inquieto por saber si debía o no casarse con la mujer elegida: “Si es una chica de tipazo despampanante, pero tiene un carácter inaguantable, insufrible, arreglado estás. Si fuma con mucho estilo y baila como un trompo, pero no sabe coser un botón, ni hacer una tortilla, arreglado estás. El día que te cases, ¿qué vas a hacer?”.
El vino de maceración volvió a servirse, se alzaron las copas y se brindó por la Tortilla de Patatas.