Sin reuniones sociales, los piñateros han visto caer sus ventas. Para sobrevivir, algunos artesanos han incorporado a su elenco de personajes al coronavirus.

ÓSCAR LÓPEZ / THE NEW YORK TIMES

CIUDAD DE MÉXICO — La imagen contrasta con el telón de fondo de esmog y concreto que caracteriza a esta parte de la Ciudad de México, una maraña de vías rápidas y pasos elevados con autobuses viejos que pasan retumbando y echando humo.

No obstante, allí, brotando como flores en medio de los edificios cenicientos, cuelgan en hilera tras hilera: piñatas, pintadas de todos los colores, desde el fucsia brillante hasta el azul noche y el verde Baby Yoda. En la banqueta, una piñata de Spiderman está junto a Batman, mientras que Mickey Mouse se apoya en Sonic el erizo.

Y entre los personajes de dibujos animados en cuyos derechos de autor nadie piensa, entre superhéroes y princesas de Disney con ojos grandes, hay una incorporación más reciente al elenco de piñatas mexicanas: pintado de color verde limón con una corona dorada y pinchos que apuntan en todas direcciones, el coronavirus mira a los transeúntes.

La piñata pandémica es una de sus opciones más populares, afirmó Iván Mena Álvarez, quien administra una de las tiendas más antiguas de la colonia Cuauhtémoc, conocida por sus piñatas.

Algunas de las piñatas elaboradas en el taller de Iván Mena Álvarez en Ciudad de México, entre las que se encuentra un avatar del coronario.
Algunas de las piñatas elaboradas en el taller de Iván Mena Álvarez en Ciudad de México, entre las que se encuentra un avatar del coronario.Credit…Luis Antonio Rojas para The New York Times

Transformar un virus mortal en un símbolo cómico podría parecer una jugada arriesgada, en especial en un país que ocupa el tercer lugar en el mundo en cuanto a cantidad de víctimas de la COVID-19, pero Mena dijo que sus clientes han recibido con agrado la oportunidad de apalear la imagen de un adversario que ha causado estragos en la economía y devastado comunidades enteras.

“Los mexicanos nos reímos ahora sí que hasta de la muerte”, dijo Mena. “Se queda como un monstruo más”.

Los fabricantes de piñatas, que con frecuencia son familias muy unidas cuyo negocio depende de las reuniones sociales que se han detenido durante la pandemia, han sufrido, como gran parte del país, tanto en el aspecto financiero como en el personal durante el último año.

Mena contó que sus ventas se habían desplomado, lo cual lo puso en una situación económica desesperada, pero que las pérdidas personales habían sido aún peores. Once miembros de su familia han fallecido a causa de la COVID-19, además de dos decenas de personas que conoce en el sector.

“Está muy complicado para muchos de nosotros”, dijo. “Nunca te pasaba por la mente que hubiera tantos muertos en tan poco tiempo”.

El mes pasado, el gobierno mexicano actualizó sus cifras oficiales, lo que mostró que el virus podría haber cobrado más de 300.000 vidas, un número impactante para el país de 126 millones de habitantes.

El efecto de la pandemia en la economía ha sido casi igual de devastador. El año pasado, México sufrió su mayor debacle económica anual desde la Gran Depresión, y las consecuencias financieras pueden provocar que millones de personas caigan en la pobreza.

Kelly Portillo Cortez, de 13 años, golpea una piñata durante la fiesta de su hermano menor en su casa de Ciudad de México.
Kelly Portillo Cortez, de 13 años, golpea una piñata durante la fiesta de su hermano menor en su casa de Ciudad de México.Credit…Luis Antonio Rojas para The New York Times

El comercio de piñatas, una tradición mexicana que se remonta al siglo XVI, se ha visto en gran medida paralizado por las restricciones impuestas a las fiestas de cumpleaños y otras reuniones, celebraciones en las que romper las figuras llenas de golosinas es una parte importante.

El dolor se ha sentido en todo el país.

“Ya no puedes trabajar, ya no hay fiestas, no te consume nadie”, aseveró Dalton Ávalos Ramírez, quien tiene una tienda de piñatas en la ciudad de Reynosa, en la frontera con Estados Unidos. Dijo que había pasado de vender entre 20 y 30 piñatas a la semana antes de la pandemia, con precios de entre 15 y 125 dólares cada una, a solo una o dos algunas semanas.

Mena, en Ciudad de México, pertenece a la cuarta generación de fabricantes de piñatas en una familia que, según dijo, lleva casi un siglo en el negocio. Comentó que sus bisabuelos fueron de los primeros en instalar un negocio en esta parte de la capital.

“Somos los pioneros de las piñatas”, dijo con orgullo.

Mena hizo su primera creación cuando tenía apenas 6 años. En su mesa de trabajo hay una foto suya a los 9, cuando hizo algunas de sus primeras piñatas a gran escala con forma de estrella de siete picos, parte central de la tradición navideña mexicana.

“Te nace el amor, por este oficio”, señaló. “Ya lo trae uno en la sangre”.

Una piñata tradicional en forma de estrella en el mercado de La Merced, en Ciudad de México
Una piñata tradicional en forma de estrella en el mercado de La Merced, en Ciudad de MéxicoCredit…Luis Antonio Rojas para The New York Times

Nada podía preparar a Mena para el impacto devastador de la pandemia. Cuando gran parte del país cerró a finales de marzo del año pasado, las ventas cayeron un 90 por ciento, dijo. Cinco trabajadores tuvieron que abandonar Ciudad de México tras ser despedidos.

Para sobrevivir, Mena empezó a improvisar. Además de la piñata del coronavirus, su tienda empezó a vender imágenes de Susana Distancia, la superheroína que promueve el distanciamiento social en México, así como de Hugo López-Gatell, el zar del coronavirus del país que ha sido muy criticado por subestimar los efectos de la pandemia en México.

Las personas “lo rompían, pero porque no decía las cosas como eran”, afirmó Mena sobre la piñata de López-Gatell.

Para aumentar las ventas, Ávalos Ramírez, el dueño de la tienda en Reynosa, también decidió diversificar la oferta de su negocio. Comenzó a aprender a hornear pasteles, mientras que su hermana aprendió a hacer arreglos con globos.

“Si no tenemos trabajo en una cosa, pues ayudemos a hacer en otra cosa”, dijo.

No obstante, a pesar del ingenio de estos artesanos, las ventas han aumentado poco y el gobierno mexicano no les ha dado a los negocios casi ningún estímulo para salir adelante.

Sentado entre una piñata de la Mujer Maravilla y un retrato de la Virgen María, Mena se enjugó las lágrimas al recordar cómo la situación se volvió tan desesperada el verano pasado que sus clientes y vecinos comenzaron a agregar paquetes de comida al pagar las piñatas para ayudarle a salir adelante a él, a su familia y a otros piñateros que abastecen su negocio.

“La gente ya nos conocía, gracias a Dios, gente buena”, afirmó. “Nos ayudó”.

Mena hace una piñata con forma de paleta de caramelo en su taller.
Mena hace una piñata con forma de paleta de caramelo en su taller.Credit…Luis Antonio Rojas para The New York Times

La familia esperaba que las ventas repuntaran en Navidad, que suele ser la época de mayor actividad, pero a mediados de diciembre, la capital entró en otro confinamiento y la tienda se vio obligada a cerrar. Sin embargo, lejos de estar resentido con las autoridades, Mena dijo que entendía la necesidad de “sacrificar nuestras ganancias, mientras esté bien la gente”.

El parón forzoso provocado por la pandemia también le ha dado más tiempo para apreciar el oficio de crear piñatas. “Las vamos a hacer con más paciencia”, dijo. “Volver a crear y diseñar. Y sentir ese amor por lo que haces”.

En Reynosa, Dalton Ávalos Ramírez, quien recientemente se convirtió en padre por primera vez, también está experimentando con nuevos tipos de piñatas, cuya inspiración a menudo puede ser personal, así como de la cultura popular.

“Como soy papá, ya tengo a una niña, pues ahora sí, tengo que hacer piñatas más tiernas”, dijo.

Aunque la situación actual sigue siendo desalentadora, Mena se siente más optimista sobre el futuro. Aunque el despliegue de las vacunas va lento, Mena cree que, con esto, su negocio y la tradicional industria de la que está tan orgulloso empezarán a recuperarse por fin.

“Como un ave fénix de nuevo entre cenizas”, concluyó, “el gremio de las piñatas ya estamos volviendo a salir adelante”.

Fuente: https://www.nytimes.com/es/2021/04/09/espanol/mexico-covid-pinatas.html

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