Por Luis Soriano Peregrina

En la bioética se entiende a la maleficencia como el hábito o costumbre de hacer el mal, incluso se dice que es la acción de causarle daño a otros; y los taliPANes es la palabra que engloba dos realidades perversas que tenemos en el mundo y que los unen tanto en sus estrategias, procesos y objetivos; y han surgido a razón de la paulatina descomposición social y la pérdida de brújula que se tuvo al inicio de buscar el bien común y que se ha deformado en la utilización ilegal o amenaza de violencia premeditada, encubierta y sorpresiva que busca sembrar el terror.

Así como para establecer un contexto de intimidación, provocar repercusiones psicológicas de amplio espectro más allá de la víctima elegida como objetivo, buscan generar pánico, producir histeria, miedo, y liquidar el orden y la autoridad en las sociedades, afectando sustantivamente el Estado de Derecho, es decir, terrorismo fundamentalista, acciones que hacen ver a los talibanes y a los panistas como herederos del mismo padre fundamentalista pero de diferente madre espiritual, es decir, traducido el titulo del presente articulo lo podremos definir como: “Hablemos del hábito que tiene la mayoría de las personas que se han formado, que siguen, que llegaron, que se han ido del Partido Acción Nacional para hacer siempre el mal y causar daño a través del terrorismo fundamentalista contra México”.

Entender lo que sucedió hace unos días con el encuentro entre VOX (España) y PAN (México) es entender que padres e hijos siempre se reúnen, que amos y esclavos siempre requieren de interacción de sometimiento, que el nazismo ha sido parte del PAN desde que Hitler así lo instruyó y que hoy en las filas de las juveniles y no tan juveniles fuerzas del PAN, existen fuertes corrientes neonazis y se retroalimentan con otras fuerzas de ultraderecha como VOX y otras, pero que siguen jugando que en el PAN eso es solo es un mito.

Son de lo más normal estos encuentros entre fúas, tuzos, yunques, neonazis, KKK, fundamentalistas católicos, narcisistas, fascistas, esclavistas, que siempre han estado juntos y sus encuentros son históricamente normales, constantes y siempre los realizan, lo ordinario es que son como las reuniones de El Yunque, mitológicamente secretas, lo extraordinario es que ahora se les chispoteó y lo hicieron público. En su absurda lógica neoliberal de terminar creyéndose sus propias mentiras, se terminaron entrampando en sus telarañas creyéndose que los mexicanos serán felices de que los vuelvan a gobernar los fascistas y aprendices de princesos.

Afortunadamente para la mayoría de la sociedad, todas esas personas siguen en el basurero de la historia. De verdad, es indigna y qué daño le hace a México tener una oposición pelele. Urge que se dignifiquen y que le abran paso a los responsables pensantes que generen contrastes, que propongan, que exijan con fundamento, que obliguen al gobierno ser mejor; sin embargo, hoy seguimos teniendo una oposición moralmente derrotada, que solo estorba y en nada ayuda a mejorar México.

Pero lo anterior no debería de tener a Morena y sus aliados echando porras, cohetes y fanfarrias; deberían estar realmente preocupados, primero porque se le han desviado del camino algunas personas, también se les ha infiltrado mucho indeseable neoliberal corrupto, y segundo, aunque se está logrando el desmantelamiento del andamiaje neoliberal y corrupto. Lo cierto también es que ha sido sumamente complicado y ha hecho que sea más tardado de lo esperado, siendo muy enredado transitar hacia el modelo de la 4T, pues estamos hablando de décadas y décadas de fortalecer el andamiaje de colusión, corrupción e impunidad, por eso siempre me he referido al actual gobierno federal como un gobierno de transición que está pasando de un modelo neoliberal a uno progresista.

También pocos han observado que todos están ocupados en evidenciar y luchar por sancionar a los opositores de grandes nombres, pero estén descuidando a los opositores hormigas o ratones, aquellos que han venido causando mucho daño y aprovechándose de la ideología humanistas de la 4T, para no ser despedidos y actuar en total impunidad. Estos son los responsables de frenar los cambios de forma y fondo en los diversos procesos que si se ven por separado, no son trascendentales, pero si los vemos todos en su conjunto, se vuelven sistemáticamente más peligrosos que lo que está haciendo la oposición política junta. Estos parásitos del sistema se ocultan entre los trabajadores de base y directivos, asesorados por sus exjefes del PAN, PRI o PRD; son los que filtran información, venden escándalos, generan conflictos, a través de “errores u olvidos involuntarios”, apoyándose en tácticas de difamación para debilitar la autoridad de los titulares, pretendiendo dañar la estructura del nuevo modelo propuesto por la 4T, cortando manos y piernas de sus jefes, pues un directivo sin operadores de confianza se reduce a ser el sujeto que apodan “jefe” volviéndose inoperante.

En esta segunda etapa del gobierno federal urge fortalecer a los agentes de cambio y volverlos operantes, romper con los vicios del pasado y terminar de una vez por todas con los parásitos del sistema que tanto daño causan a la nación y crear una nueva generación de operativos con pensamiento progresista y jalarle las orejas aquellos directivos de confianza que han perdido en el camino y que creen ciegamente en estos parásitos del sistema.

Decía Abraham Lincoln: “Casi todas las personas soportan la adversidad, pero si quieres ver su carácter, dale poder”. Tristemente muchas personas que les dimos poder mostraron no tener carácter y traicionaron los ideales y principios, otros increíblemente les regalaron el poder a otros personajes que navegan con la bandera de izquierda pero que viven como fieles seguidores de la ultraderecha, tristemente unos han tomado protesta y otros más lo harán en estos días, tristemente de nuevo han llegado quienes no nos representan, apadrinados por quienes nos deberían haber representado:

Peligroso que, en lugar de tejer fino, construir alianzas, caminar de la mano la izquierda mexicana, sigan manejando ser doble cara. Por un lado, empoderan al neoliberal y por el otro lado, compas/camaradas grillan, engañan, minimizan, ofende, denigran, se aprovechan, todo para mantener sus privilegios. Han decidido adelgazar las filas de la izquierda, quedarse con migajas y empoderar a los infiltrados con careta de expertos y facilitadores de todo, obsequiándoles la panadería y hasta el panadero. Tristemente hoy mucha izquierda de herencia, de generaciones, académica, de marchas y manifestaciones, esos que hace años se decían puros hoy son la nueva derecha y los nuevos virreyes mexicanos que tristemente serán desplazados y aún no lo saben.

Reconozco y agradezco que muchas personas no se han perdido en el poder, siguen siendo congruentes, que aún persigue ideales; algunos de ellos y que son la mayoría no fueron tomados en cuenta, otros más desafortunadamente fueron tomados en cuenta pero no lograron ganar la reelección; también están las personas que pesar de tanto golpeteo interno y externo lograron ganar y mantenerse en sus posiciones, algunas personas reelectas, otras más asumiendo nuevas responsabilidades y otras espero sigan en la lucha desde las diversas trincheras en las que se encuentran, porque son los señalados en este párrafo quienes tienen la obligación de mantener en México la alternativa progresiva y le cierre el paso al fascismo que pretende gobernar a México, es por ellos que no debemos perder la ilusión de ver a México como un país feliz, amoroso, solidario, latinoamericano, comunitario, autosuficiente y dignificando los derechos humanos.

Por una Latinoamerica progresista y unida; hasta que la dignidad se haga costumbre.

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